El Parlamento Británico aprobó hoy una ley sobre inmigración que restringe el asilo para los migrantes que lleguen de forma irregular al Reino Unido. La iniciativa también estipula que deberán ser rápidamente detenidos y expulsados a su país de origen o un tercer país, luego de que la proyecto original de enviarlos a Ruanda fuera frenado por la justicia europea y británica.
Se trata de una iniciativa clave para el primer ministro Rishi Sunak, líder del Partido Conservador, quien prometió limitar el arribo de migrantes desde el canal de la Mancha. El año pasado, más de 45.000 personas llegaron a las costas británicas de forma irregular en embarcaciones precarias y, en los que va del 2023, ya lo hicieron 13.000 individuos, en su mayoría afganos.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) rechazó la iniciativa y advirtió que atenta contra el derecho internacional sobre las personas refugiadas. De acuerdo con el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, y el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, el proyecto tendrá “profundas consecuencias para las personas que necesiten protección internacional” en tanto “crea nuevos poderes de detención muy extendidos, con un control judicial limitado”.
En la misma línea, la ONG británica Refugee Council aseguró que esta ley marca un día oscuro para el Reino Unido. “Un gobierno está en problemas y está probando el viejo método que consiste en acusar a los migrantes de sus propios fracasos”, lamentó Michael Rosen, activista de los derechos de los refugiados que protestaba este martes frente al Parlamento.
No es la primera vez que el Reino Unido busca una manera de limitar la llegada de inmigrantes. El año pasado, el país alcanzó un acuerdo con Ruanda para enviar allí a migrantes en situación irregular, pero de momento no se llevó a cabo ninguna expulsión por intervención judicial: el primer vuelo previsto para junio de 2022, fue cancelado por orden del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Con información de agencias.