El 22 de julio se firmó un acuerdo entre Ucrania y Rusia para las exportaciones de los granos bloqueados por la guerra. El 1 de agosto, cuando el primer buque granero salió del puerto ucraniano de Odesa por el ‘corredor de grano’ del Mar Negro cundió la esperanza. Sin embargo, solo doce cargueros que zarparon de Ucrania llegaron a sus destinos en Turquía, Gran Bretaña, Irlanda y Corea del Sur, mientras unos 22 millones de toneladas de trigo aún esperan salir del país.
Las tan esperadas exportaciones de grano se demoran o al menos no alcanza la celeridad esperada. Una de las razones de que la operativa insuma más tiempo que el previsto se debe a que los puertos ucranianos solo pueden operar a una fracción de la capacidad que tenían antes de la guerra. La inspección de los cargueros en la ciudad turca de Estambul para verificar que no haya contrabando de armas o grano robado lleva mucho tiempo. Además, como muchas compañías de seguros rechazan asegurar los barcos en una zona de conflicto, el número de buques es insuficiente y las compañías navieras que operaban en el mar Negro han cambiado a otras rutas de carga.
El affaire Laodicea
En la ciudad libanesa de Trípoli, el carguero Laodicea bajo pabellón sirio fue retenido hasta hace unos días. En los documentos oficiales del barco figuraba como puerto de origen Kavkaz, un puerto ruso ubicado en el estrecho de Kerch, que une el Mar Negro con el Mar Azov, que no se encuentra en la zona de guerra y por lo tanto los barcos procedentes de él no están bajo el control de la Oficina de Coordinación de la ONU en Estambul. Sin embargo, solo los barcos con un calado máximo de cinco metros pueden atracar en Kavkaz.
Según las acusaciones de la embajada ucraniana en Beirut, la ciudad capital y mayor puerto marítimo del Líbano, el Laodicea transportaba 10.000 toneladas de grano ucraniano robado.
También la embajada ucraniana entregó a las autoridades de Beirut imágenes por satélite que, al parecer, demuestran que el carguero se acercó primero vacío al puerto de Feodosia en Crimea y luego salió muy cargado y generó la sospecha – avalada por el reconocido experto turco en seguridad Yörük Işık, del Instituto de Oriente Medio de Estambul -que se trataba de grano procedente de los territorios ocupados por Rusia en el sur de Ucrania.
Barcos rusos con transportadores apagados
El Laodicea parece seguir un patrón común. En mayo, se identificaron al menos ocho barcos que se habían llenado de grano no en Rusia, sino en el puerto sancionado de Sebastopol, en Crimea.
Según los documentos oficiales de transporte marítimo, desde el estallido de la guerra han salido del puerto de Kavkaz muchos más barcos que antes. Aunque los cargueros internacionales están obligados a facilitar constantemente sus datos de posición a través de un transpondedor, los transpondedores de los cargueros rusos en el Mar Negro muchas veces están apagados.
Posiblemente, estos barcos cargaran solo una pequeña cantidad de grano ruso legal en el puerto de Kavkaz y luego lo mezclaran con grano ucraniano robado en un puerto de la península de Crimea, disputada entre Rusia y Ucrania. De esta forma es extremadamente difícil rastrear si las cargas contienen grano robado de las granjas ucranianas.
Las autoridades que hacen ‘la vista gorda’
Estos buques cerealeros rusos con frecuencia se dirigen a puertos en Oriente Medio. Entre los países que más necesitan grano están Irán, Egipto y Libia cuya necesidad es tan grande que las autoridades no cuestionan el origen del grano.
Sin embargo, el principal comprador ha sido y sigue siendo Damasco, la ciudad capital siria. Al menos 90.000 toneladas de cereal habrían llegado a la República Árabe de Siria desde el estallido de la guerra. El jefe de Estado sirio, Bashar al-Assad, aliado de Putin desde que Rusia lo apoyó en la guerra civil de 2015, seguramente el control que ejerce sobre el origen de grano adolece de ‘distracción’.
AGB con información de agencias y medios