La Vuelta al Mundo 2022 en 5 Días, 5 Continentes y 25 Claves

Indopacífico: Islas que se juntan y un Subcontinente que se aísla

27 de diciembre de 2022 11:03 h

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Las grandes islas de Oceanía y los archipiélagos asiáticos del Índico y del Pacífico pasaron su primer año sin barbijo tejiendo redes de alianzas cruzadas y alternativas. Un 2022 de Planes B. Tienen delante el conflicto entre EEUU y una China Popular a la vez amenazante y en eclipse, encerrada dentro de sus fronteras por la política de Covid Cero. En el otoño de Pekín, Xi Jinping fue reelegido a puertas cerradas para una excepcional tercera presidencia. El Partido Nacionalista en el poder desde 2014 en el subcontinente indio, conservador y religioso en política aunque neoliberal en economía, ahondó su aislacionismo diplomático internacional y regional, enfrió sus vínculos visibles con el aliado ruso, y recalentó su hostil distancia con los vecinos chino y pakistaní, viejos aliados entre sí. .

1. La India hindú sólo quiere parecerse a sí misma

Ganada en 1947 su independencia del Imperio Británico, desde 1950, el mismo año del nacimiento de Mori, la India es una república parlamentaria. El premier es el Jefe de Gobierno elegido por el Congreso entre los diputados; el presidente, elegido por voto popular, es el Jefe de Estado. En julio fue elegida por segunda vez una mujer a la presidencia. A sus 64 años, Droupadi Murmu es la persona más joven en ocupar el cargo. Es la primera representante de una comunidad tribal en llegar a ocupar una posición electiva tan alta en el Estado. Las 'comunidades tribales' son en la India el equivalente social de los llamados 'pueblos originarios' o 'preexistentes' en América: poblaciones anteriores a la llegada de los grupos etno-culturales mayoritarios y dueños del poder (en la India, los arios que hablan lenguas clasificadas precisamente como 'indoeuropeas'). Dede joven, la presidenta, aunque tribal, por ser de religión hindú, militó en el Bharatiya Janata Party. El BJP es el partido del premier: conservador, religioso, nacionalista, hindú, en política y neoliberal en economía. Mori también es un militante de toda la vida, que repudió temprano a su esposa, para militar de tiempo más completo en el BJP. No ha tenido otro trabajo que el político en el BJP; la gran mujer en su vida es su madre, centenaria, con la que se mostraba en público (o en privado, pero las cámaras estatales lo mostraban en público). La popularidad de Mori, siempre superior al 50%, es de las más altas y constantes conocidas por un presidente de una democracia electoral en el siglo XXI.

Con 1400 millones de habitantes, la India es la primera democracia del universo, y el segundo país más populoso del planeta.En 2022, el subcontinente conoció dos números nuevos y reveladores sobre él mismo. El primer número dado a conocer iluminaba y ensanchaba el futuro nacional. El gobierno federal aprobó con suficiencia. Según un estudio de Naciones Unidas, en 2023 la población de la India superará a la de China: se proyecta a ocupar el primer lugar de la demografía mundial. El segundo número dado a conocer ensanchaba pero ensombrecía el pasado. Los 28 estados y 8 territorios de la República lo desmintieron no sin convicción. Aunque el segundo número brotara de la misma fuente que el primero, Naciones Unidas. En un estudio publicado en mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había calibrado que las muertes por Covid-19 en la India desde marzo de 2021 ascendían a 4,7 millones. Diez veces más muertes que las estadísticas sanitarias, más esbeltas, que figuran en los registros del Ministerio de Salud del gobierno de Nueva Delhi.

2. Pakistán quiere tener una potencia nuclear igual (o mayor) que la India

En los 75 años que se cumplieron en 2022 desde que la Independencia del Imperio británico partió exactamente a la medianoche del 15 de agosto de 1947 a la India colonial en dos mitades inexactas, el sur hindú y el norte musulmán (Pakistán), los dos nuevos Estados independientes, que desde entonces se enfrentaron en dos sanguinolentas guerras bilaterales en la gélida región fronteriza y disputada del Kashmir, hicieron de su ingreso en el club nuclear oficial el primero de los objetivos por el que debía evaluarse su lugar en el concierto de las competitivas naciones independientes. No lo consiguieron, la puerta de entrada oficial sigue cerrada, pero se dotaron de un arsenal atómico. Los precedió la potencia comunista del otro lado del Himalaya. En 1964, China Popular conocíó su primer éxito definitivo en un test atómico. Menos de una década después, la Pekín ocuparía uno de los cinco sillones exclusivos y con facultad de veto en el Consejo de Seguridad del neoyorquino Palacio de Vidrio de la ONU.

Siguió la India, siguió Pakistán. En Pakistán, gobiernan los militares de facto. El año que acaba se vio signado por la aceleración de una lógica competitiva. Y del lado de Islamabad, imaginativa. Nueva Delhi hace crecer su arsenal nuclear para quedar a la altura del de Pekín. La doctrina atómica de China es la del 'nunca en primer lugar', sólo defensivamente. Es la misma de la India, que este año suspendió su reunión anual con Rusia por las amenazas del uso táctico de armas atómicas en Ucrania (sigue comprando petróleo ruso a menos precio que el techo europeo). Sólo que EEUU duda de la doctrina china, o del respeto efectivo de China por la admirable doctrina que Pekín declara como su credo. Y Pakistán duda de la doctrina india y de la moderación india en contentarse con un arsenal atómico sólo paralelo y equivalente al chino (y no lo suficientemente mayor como para llevarle previsora ventaja). Es posible que las FFAA pakistaníes, por sus sospechas, estén superando en número de ojivas nucleares a sus vecinos.

3. Sri Lanka, una tragedia excepcional pero modélica

Al sur de la India, la isla de Ceylán integraba la misma colonia británica que la India y Pakistán. La actividad económica dominante de la indipendiente Sri Lanka era el turismo. Una Cuba en el Índico en lugar del Caribe. Las restricciones para viajar desde 2020 le cortaron sus divisas. Con las que compraba su alimento y su energía, que no produce. Después de febrero de 2022, las sanciones a Rusia, a quien compraba petróleo y cereales, la dejaron sin lo uno y lo otro.

El gobierno cayó. Fue sustituido por otro. El destino de la isla parece cada vez más nítido: ya es un protectorado chino.

4. Australia y Nueva Zelanda, desimantadas de sus antípodas

Estos ex dominios británicos, a diferencia de las colonias del subcontinente y del sudeste asiático (Singapur, Malasia, Birmania), fueron poblados con colonos europeos blancos (los aborígenes y maoríes, los pueblos preexistentes a la llegada del colonizador, fueron derrotados). Esta impronta cultural orientó la diplomacia hacia las antípodas, en el hemisferio norte, de las dos naciones insulares de Oceanía. El rey Carlos III es el rey de cada uno de estos estados independientes (no una Monarquía única compartida por ambos).

En los dos últimos años, y en especial en 2022, mostraron una nueva alineación decididamente regional. Apoyándose y convocando equitativamente a China y EEUU: si los extremos las tocan, no se enfrentarán en ese territorio las potencias, es un cálculo no necesariamente errado por ser voluntarioso.

5. Indonesia, ante el desafío ambiental, una mudanza capital

Con más de 17 mil islas, Indonesia es el Estado archipiélago más grande del mundo; con 255 millones de habitantes, es el cuarto país más poblado del planeta, y aquel donde viven más musulmanes que en cualquier otro. A diferencia de todos los países antes mencionados, que tienen el inglés como uno de sus idiomas oficiales, la metrópoli indonesia era Amsterdam. El reino de Holanda reconoció la soberanía de su ex colonia recién en 1949, después de librar una guerra de liberación nacional. En Indonesia se hablan 700 lenguas locales, pero hay un único idioma del Estado, el indonesio, una versión pasteurizada del malayo; el neerlandés tampoco es idioma oficial.

Por iniciativa del presidente Joko Widodo, el Congreso votó una ley el 18 de enero que inicia el proceso por el cual la capital administrativa de Indonesia se va a mudar a una nueva sede en la isla de Borneo, a 1500 kilómetros de Yakarta. Una sede que no existe todavía, una ciudad que se va a construir de la nada, como Canberra en Australia, La Plata en la Argentina o Brasilia en Brasil. Se llamará Nusantara, que en el javanés antiguo de las epopeyas de la formación del pueblo malayo, significa 'Archipiélago'. La migración permitiría huir de la polución capitalina, e interrumpir, o atenuar, el proceso de sumersión que sufre la mayor ciudad indonesia.

¿Cómo se va a organizar la gran mudanza y migración? ¿Cómo se va a lograr que la nueva sede de la administración indonesia sea una una capital ambientalmente sustentable? Erigir ex nihilo ese monumento urbano en plena selva tropical, ¿es una apuesta ecológicamente pertinente? A la última pregunta, el presidente Widodo ha respondido por la afirmativa. Las restantes, ha sugerido, las responderá una comisión de especialistas.

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