THE GUARDIAN

Los civiles de Gaza huyen de los bombardeos israelíes: “La gente tiene miedo de lo que está por venir”

Ruth Michaelson

Jerusalén —

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A lo largo de toda la sitiada franja de Gaza, los palestinos hablan de confusión y pánico, con miles de personas huyendo de los bombardeos con los que Israel respondió a la incursión sin precedentes de Hamas.

“Cuando empezamos a preguntar por la situación en los hospitales con los que trabajamos, una persona lo describió como un matadero”, dice Mahmoud Shalabi, de la ONG británica Medical Aid for Palestinians, que está supervisando la asistencia a los hospitales de la franja de Gaza.

“Cadáveres tirados por el suelo, sin espacio en urgencias, y con dificultades para lidiar con la llegada de pacientes que estaban experimentando”, dice. “En estos momentos la situación es verdaderamente horrorosa, los palestinos de Gaza nos estamos enfrentando a una de las escaladas [bélicas] más duras”.

Israel bombardeó por mar y aire esta delgada franja de tierra en la que viven unos dos millones de personas en los últimos días. Este lunes, los civiles en Gaza se refugiaron atemorizados en medio de constantes bombardeos contra edificios residenciales e infraestructuras de comunicaciones. “Las bombas caen a nuestro alrededor y ni siquiera sabemos dónde impactan”, dice Rama Abu Amra, de 21 años, por teléfono desde la ciudad de Gaza.

“Por su seguridad, evacúen inmediatamente las zonas donde viven”, publicó en la red social X (antes Twitter) el portavoz militar Avichay Adraee en un mensaje a los civiles de la franja de Gaza. Muchas personas temen que no haya ningún lugar donde esconderse en los aproximadamente 360 kilómetros cuadrados de la Franja, considerada desde hace tiempo una de las zonas más densamente pobladas de la Tierra.

Miles de personas huyeron a la ciudad de Gaza (a su vez, la zona más densamente poblada de la Franja), donde bombardearon bloques de pisos y otras infraestructuras. Según los datos publicados por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) este lunes, la escalada provocó el desplazamiento interno de al menos 123.500 palestinos en la franja de Gaza.

Las fuerzas israelíes dicen haber apuntado contra objetivos vinculados a Hamas, la milicia que gobierna la Franja desde las elecciones de 2006, pero los palestinos afincados allí acusan al Ejército israelí de atacar infraestructuras civiles y residenciales de escasa relación con el grupo armado.

“Ha sido muy angustiante, como es fácil de imaginar; ha habido bombardeos cada 15 o 30 minutos durante toda la noche”, dice Mohammed Ghalayini, un científico que había regresado a Gaza para visitar a su familia desde Manchester, donde investiga temas relacionados con la calidad del aire.

“Muchas personas han salido de sus casas en busca de lugares aparentemente más seguros”, dice Ghalayini. “Un amigo del este de Gaza tiene a 80 familiares y vecinos alojados en su bloque; mi tío de Jan Yunis tiene con él a amigos que en busca de refugio se fueron de sus propias casas, en la frontera oriental [de Gaza]”.

Nada que perder

Los bombardeos aéreos, los ataques con drones y el fuego de artillería desde barcos en el Mediterráneo se están produciendo desde que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que su país estaba “en guerra”.

Netanyahu dijo que haría pagar un “precio inmenso al enemigo” tras la incursión sin precedentes que milicianos de Hamas protagonizaron en el sur de Israel, capturando al menos a 100 ciudadanos israelíes y dejando un mínimo de 800 muertos. 

De acuerdo con el Ministerio de Salud palestino, al menos 560 personas han muerto por ataques aéreos israelíes, con niños entre las víctimas fatales, y más de 2.900 personas han resultado heridas.

Según Ghalayini, a los palestinos les asombró la incursión sin precedentes protagonizada por Hamas en territorio israelí. Pero a muchos también les avivó el temor. “La gente también tiene mucho miedo de lo que está por venir. Pero los palestinos han sufrido tanto en los últimos 15 años de bloqueo y un ataque tras otro de Israel, especialmente en Gaza, que sienten que ya no tienen nada que perder”, dijo.

La promesa de Netanyahu de infligir dolor a Gaza y de ir contra los combatientes de Hamas en la zona se produce tras 16 años de bloqueo israelí de la franja de Gaza y más de una década de enfrentamientos repetidos entre el Ejército israelí y milicianos palestinos, que se han cobrado miles de vidas civiles.

El bloqueo impide salir a los palestinos (salvo circunstancias excepcionales) y permite a Israel limitar y controlar el flujo de mercancías que entran en la zona, especialmente materiales de construcción, suministros médicos y hasta alimentos.

Tras una reunión con el gabinete de seguridad, la oficina del primer ministro Netanyahu anunció que habían bloqueado el paso de mercancías por un paso fronterizo del norte de la franja y cortado el suministro de gas y electricidad a Gaza. Anunciada por Israel Katz, ministro de Energía de Netanyahu, la orden de interrumpir el suministro redujo en un 80% la electricidad de Gaza.

“[La señal de] Internet es muy débil y no hay luz”, dice Ghalayini. “Incluso los generadores de reserva, una red secundaria para los que pueden permitírselos, están siendo racionados”.

Este lunes, las autoridades israelíes han prometido endurecer aún más el severo asedio de Gaza. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, anunció este lunes el bloqueo total del enclave costero, lo que significa que dejará de recibir suministro de electricidad, alimentos, combustibles y todos los productos que entraban en gran parte desde Israel. “He dado una orden: Gaza estará bajo un cierre total. Estamos luchando contra animales humanos y actuamos en consecuencia”, dijo.

Los palestinos en Gaza temen que el creciente cierre afecte a su capacidad para comunicarse con sus seres queridos cercanos y con el mundo exterior, a medida que el acceso a Internet y la electricidad disminuyen.

El impacto en la asistencia médica

Según Shalabi, la inédita situación de emergencia que vive el personal médico en la franja se ha visto agravada por la falta de electricidad, así como por años de ataques israelíes que han dejado en mínimos la infraestructura médica de la zona.

“Esta mañana hablé con otro médico, cirujano general, que trabaja en la zona central de Gaza y me explicaba que en gran medida carecen de suministros médicos, de medicinas, de material desechable y de todo lo necesario en una situación de emergencia”, dice. “Pero lo más importante es que no hay médicos suficientes para atender los casos y la llegada de heridos; una persona que acababa de empezar su formación en cirugía general lleva casi dos días dirigiendo el departamento de cirugía general sin ayuda, mientras otros de mayor experiencia se ocupan de los casos más graves en el piso de arriba”.

Explica que su organización ha adoptado una medida atípica que no se tomó durante otros ataques aéreos israelíes contra Gaza y ha puesto a disposición de manera inmediata todas sus existencias de recursos médicos, incluidos los suministros de sangre. “En este momento estamos dando todo porque la situación se va a poner verdaderamente grave, verdaderamente horrible”, dice.

Traducción de Francisco de Zárate.

Este artículo fue actualizado por la redacción de elDiario.es.