Sin hacer ruido, el ejército israelí traspasó importantes competencias jurídicas en la Cisjordania ocupada a funcionarios que trabajan para el ministro de Defensa, el ultraderechista Bezalel Smotrich, y que comparten una visión favorable a los colonos en la zona.
Por una orden publicada el 29 de mayo en su página web, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) traspasaron decenas de estatutos de la Administración Civil que hasta ahora eran responsabilidad de los militares a funcionarios dirigidos por Smotrich.
Smotrich y sus aliados consideran que el control de la Administración Civil (el organismo con el que Israel gobierna en Cisjordania), o de partes importantes de ella, es una forma de extender la soberanía israelí en el territorio ocupado. El objetivo final es que la zona pase a ser controlada directamente por el Gobierno de Israel y por sus ministerios. El traspaso reduce la posibilidad de los controles legales sobre la expansión y desarrollo de los asentamientos.
Políticos israelíes llevan mucho tiempo buscando la manera de apoderarse de manera permanente o anexionarse la Cisjordania ocupada, que fue tomada por Israel en 1967 y donde residen millones de palestinos.
“Para cualquiera que pensara que el tema de la anexión estaba en una nebulosa, esta orden debería zanjar todas las dudas”, dice Michael Sfard, abogado israelí de derechos humanos. “Lo que hace la orden es traspasar enormes áreas de poder administrativo desde la comandancia militar a civiles israelíes que trabajan para el Gobierno”.
Se trata de la última jugada de Smotrich, convertido en ministro de Economía y de Defensa tras el acuerdo de coalición que firmó su formación política de extrema derecha con el Likud, el partido del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
La Administración Civil es la responsable principal de planificar y construir en la zona C de Cisjordania (representando el 60% de los Territorios Palestinos Ocupados bajo pleno control israelí administrativo y de seguridad). También es responsable de aplicar la ley cuando los palestinos o los colonos israelíes construyen sin autorización.
El traspaso de competencias ha pasado casi desapercibido en Israel y llega tras años de campaña de políticos afines a los colonos que buscaban hacerse con gran parte de los poderes legales que hasta ahora retenía la cadena de mando militar.
Las competencias abarcan desde normativas de construcción hasta la administración de la agricultura, la silvicultura, los parques y las zonas de baño. Los juristas llevan tiempo alertando del riesgo que supone traspasarlas del control militar al político, por la posibilidad de que Israel entre en conflicto con obligaciones impuestas por el Derecho Internacional.
En cuanto accedió al Gobierno, Smotrich se apresuró a aprobar miles de viviendas nuevas en asentamientos, así como a legalizar puestos de avanzada que no habían sido autorizados, y a dificultar la libre circulación y construcción de viviendas para los palestinos.
Según los medios israelíes, entre los funcionarios estadounidenses ha habido debates cerrados sobre la posibilidad de sancionar a Smotrich por su efecto desestabilizador en Cisjordania, donde el ministro reside en un asentamiento que vulnera el Derecho Internacional.
Desde que Benny Gantz abandonó el gabinete de emergencia, Netanyahu se ha vuelto más dependiente de Smotrich y de los otros políticos de extrema derecha que forman su gobierno de coalición. El exministro de Defensa Gantz, más moderado en comparación con el resto del Ejecutivo de Netanyahu, se marchó por diferencias sobre la estrategia de la guerra en Gaza y el regreso de los rehenes israelíes en manos de Hamás.
Smotrich no ha ocultado su intención de poner a gente cercana en el Ministerio de Defensa para ejecutar sus políticas, restando importancia a un tema que considera meramente técnico. En abril, nombró a su antiguo aliado ideológico, Hillel Roth, como adjunto en la Administración Civil responsable de hacer cumplir las normas de construcción en asentamientos y puestos de avanzada. Roth es exresidente de Yitzhar, un asentamiento de Cisjordania con reputación de violencia y extremismo. También fue una de las autoridades de la ONG Bnei Akiva, vinculada a Sionismo Religioso, el partido de Smotrich.
Como dice el abogado de derechos humanos Sfard, el traspaso deja el poder legal en Cisjordania en manos de “un aparato dirigido por un ministro israelí cuyo único interés es promover los intereses de Israel”. Para el abogado es igual de importante que aunque el jefe de la Administración Civil sea un oficial subordinado al mando militar, que Roth sea un civil que responde ante Smotrich
La opinión de Sfard es un eco del dictamen jurídico que tres juristas israelíes publicaron el año pasado advirtiendo del traspaso de competencias del mando militar a las autoridades civiles. Los especialistas escribieron que equivaldría a una anexión jurídica porque Smotrich “se considera comprometido ante todo con la defensa de los intereses de los colonos israelíes en Cisjordania, más que con el bienestar de los residentes palestinos”.
Según Mairav Zonszein, investigadora principal sobre Israel y Palestina en el centro de estudios International Crisis Group, “la gran historia es que ya no estamos hablando de una 'anexión progresiva', o de una 'anexión de facto', sino de una anexión real”.
“Se trata de la legalización y normalización de una política a largo plazo”, dice. “Lo que Smotrich está haciendo básicamente es restableciendo la manera en que funciona la ocupación, quitando una parte importante de las manos de los militares”.
“La mitad de las personas que ha incorporado al Ministerio de Defensa vienen de [la ONG israelí pro colonos] Regavim”, señala. “Las mismas personas que trabajaron en Regavim para desposeer a los palestinos de la zona C ahora ocupan cargos en el Gobierno”.
Traducción de Francisco de Zárate