Liz Cheney es representante por Wyoming desde 2017, pero su mandato en la Cámara de Representantes se verá interrumpido, ya que perdió la interna republicana en su estado contra una candidata apoyada por el exmandatario Donald Trump, reforzando así su control de las bases del partido.
Cheney y su equipo llegaron a la interna de ayer martes con pesimismo, conscientes de que el respaldo que Trump daba a la candidata Harriet Hageman era una gran ventaja en el estado del oeste que el expresidente ganó por mayor margen en las elecciones de 2020.
La hija del exvicepresidente Cheney ya tenía su vista puesta en un futuro político fuera del Congreso, en un proyecto que incluiría su candidatura presidencial en 2024: “Es algo que estoy pensando”. Esto la enfrentaría otra vez con el magnate Trump, quien ya ha insinuado que pretende regresar a la Casa Blanca.
La representante dijo hoy a la cadena NBC que Trump era “una amenaza muy grave” para Estados Unidos, y que impedir su vuelta al poder requerirá “de un frente amplio y unido de republicanos, demócratas e independientes”. “Y de eso pretendo ser parte yo”, agregó.
Derrota electoral y giro del republicanismo
La legisladora admitió su derrota anoche y la describió como el inicio de un nuevo capítulo en su carera política, en un breve discurso frente a un puñado de seguidores en un campo de Wyoming. “Nuestro trabajo está lejos de haber terminado”, dijo, parafraseando a Abraham Lincoln, que también perdió elecciones legislativas antes de catapultarse a la presidencia.
La derrota de Cheney por 30 puntos ilustraron el rápido giro del Partido Republicano hacia la derecha, y cómo una agrupación antes dominada por neoliberales y conservadores ahora está cada vez más controlada por sectores populistas encabezados por Trump y su negación de la derrota en las elecciones presidenciales de 2020.
La “Gran Mentira”, como llaman los medios a la afirmación de Trump de que hubo fraude en aquella elección, derivó en un ataque sin precedentes al Congreso de partidarios del exmandatario cuando los legisladores certificaban el triunfo del actual presidente demócrata, Joe Biden, el 6 de enero de 2021.
Desde el 6 de enero vengo diciendo que haré lo que sea necesario para asegurar que Donald Trump nunca más esté cerca de la Oficina Oval, y lo digo en serio
Cheney es la republicana de mayor rango dentro de la comisión especial del Congreso que investiga el ataque al Capitolio, que fue instigado por Trump con un ya célebre discurso en la puerta de la Casa Blanca.
El lado de los vencedores
En otra parte de Wyoming, simpatizantes de Hageman se reunieron a festejar en un extenso rodeo al aire libre. “Obviamente, todos estamos muy agradecidos con el presidente Trump, quien reconoce que Wyoming tiene solo un representante en el Congreso”. La abogada de la industria ganadera, ahora representante electa afirmó que las elecciones de 2020 estuvieron “amañadas”.
Mientras tanto, en Alaska, donde también se celebraron ayer elecciones primarias, otra conocida crítica de Trump dentro del Partido Republicano, la senadora Lisa Murkowski, avanzó en la interna para disputar su escaño el 8 de noviembre, donde se renovarán las 435 bancas de la Cámara de Representantes y 37 de las 100 del Senado estadounidense.
Sarah Palin, excandidata presidencial republicana en 2018, aliada y admiradora de Trump, también dio un paso hacia su presencia en las elecciones legislativas al ser una de las cuatro primeras en la interna de ayer por la única banca que Alaska tiene en la Cámara Baja.
La respuesta de Trump
Trump celebró la derrota de Cheney, probablemente su mayor victoria política en una temporada de primarias en la que decenas de candidatos que le responden han obtenido resonantes triunfos de cara a los comicios legislativos de noviembre próximo, justo a la mitad del mandato de Joe Biden.
Liz Cheney debería avergonzarse de sí misma, de la forma en que actuó y de sus palabras y acciones rencorosas y mojigatas hacia los demás
“Ahora finalmente puede desaparecer en las profundidades del olvido político donde, estoy seguro, será mucho más feliz de lo que es ahora. ¡Gracias Wyoming!”, apuntó el líder republicano en sus redes sociales.
La Comisión del 6 de enero
Liz Cheney votó a favor de un juicio político al magnate la segunda vez que Trump fue sometido a una acusación, en febrero de 2021, por haber incitado el ataque al Capitolio. La acusación no prosperó al ser absuelto por el Senado, y Trump lleva más de un año intentando desmontar esta tesis.
Desde que investiga a Trump y sus colaboradores, la congresista ha sido blanco de una serie de amenazas de muerte y ya no viaja sin escolta policial. Esto la obligó a realizar una campaña desde las sombras, sin mítines electorales ni actos públicos. Incluso evitó ayer la tradicional sesión de fotos del día de las elecciones, esquivando a la prensa en el lugar donde votó.
Cheney seguirá en la comisión que investiga el ataque el Capitolio hasta su disolución, a fin de año. Con su derrota, los republicanos que votaron contra Trump en su segunda acusación de juicio político están en vías de desaparición del Congreso. Solo dos de los diez congresistas republicanos que lo hicieron ganaron sus primarias este año.
LC con información de agencia Télam