SOY GORDA (ESEGÉ) Opinión

Devolver el mordisco

6 de mayo de 2023 00:01 h

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¿Googleaste la palabra dieta? Hay casi 2 millones de resultados, sugerencias alimentarias de lo más variadas que te prometen perder kilos si cerrás la boca a los manjares prohibidos, si controlás el deseo y si el tamaño del plato en el que te servís tu comida es pequeño. Podrás morder la dieta de los astronautas, la citogénica, la intermitente, la líquida, la astrológica, la de la manzana, la hipocalórica, la de los colores y muchas más. Es probable que puedas bajar, pero la subida, por el efecto rebote, será inevitable. No lo digo yo, lo demuestra la experiencia de la mayoría de las personas que vienen recorriendo ese largo y sinuoso camino dietético. Lo confirman miles de médicos y nutricionistas que militan por la nutrición intuitiva e incluyente, esa forma de nutrirnos que promueve escuchar a nuestro cuerpo y comer de acuerdo con lo que se siente.

 Hay varias industrias que a nivel mundial ganan cifras millonarias bajándoles el precio a los cuerpos que no son delgados y rindiéndoles culto a un modelo de apariencia física inalcanzable.  La de la moda, la de la salud, la cosmética, empresas tienen que facturar para satisfacer su voracidad. Nos venden que para encajar debemos tener determinada figura y que la dieta es el medio para lograrlo. Debemos tener un cuerpo estándar para alcanzar la felicidad, nos mienten. Si ser delgada está bien, ser gorda está mal, nos corren con la moral.

 Contra la fantasía que nos lleva una y otra vez a la frustración por no tener el cuerpo “perfecto”, la actriz y feminista británica Mary Evans Young emprendió, en 1992, una lucha en contra del gran negocio que promociona el consumo de productos para bajar de peso. Lo hizo tras padecer anorexia nerviosa, como consecuencia del sistema de opresión en el que vivía y que hoy sigue vigente.

El Día Internacional sin Dietas, se celebra hoy, 6 de mayo. Es una fecha recordatoria para crear conciencia sobre el daño físico y emocional al que nos exponemos si nos sometemos a estrictos regímenes dietéticos, que inclusive pueden conducir a la muerte.

El trastorno de alimentación no es algo de lo que participás un ratito y luego seguís como siempre. Es un frenemy que te acompaña, te mata a piñas, te humilla, te hace sentir distinta, te ve de un modo especial. Un día sos la mujer más interesante del planeta y otro, una porquería. A veces es tan sutil que, si no te ves en el espejo, hasta te olvidás de que lo tenías, como una vieja etiqueta que tenías en la cartera y a veces te pegás en la frente como un acta de defunción. 

Millones de personas sufren de afecciones en sus cuerpos y sus psiquis por la presión para ser delgadas. Según la Organización Mundial de la Salud, la anorexia y la bulimia suelen aparecer durante la adolescencia y la juventud, aunque cada vez más surge en la infancia. La edad no es excluyente.

Marche presa, obesa. A la pérdida de razón le sigue el atracón. Basta de morfar, vaca Aurora. Control control control. Si sucumbe a la comilona, haga dieta y no estará en la lona. La verdad es flaca. Son imperativos que martillan nuestras mentes y devienen en la obsesión por la dieta.

A Evans Young, principal portavoz de los desórdenes alimenticios consecuencia de los regímenes, como la bulimia y la anorexia, se unieron grupos feministas de varios países que comenzaron a activar en contra de la discriminación corporal y de la demonización de alimentos necesarios para el cuerpo como los hidratos de carbono.

Se habla de las dietas milagrosas, que podrán, en un periodo de tiempo corto, hacer que las personas bajen de peso, sin embargo, esto puede traer serias consecuencias a la salud como la distorsión del esquema corporal, los atracones y vómitos, la pérdida de apetito, la ansiedad y la depresión.

En la sociedad actual, debemos luchar cada día para encajar con los cánones de belleza. También debemos dejar de felicitar a quienes pierden peso. El Día Internacional sin Dietas busca romper con estos estereotipos y entre sus metas están:

·    Crear conciencia entre la población para eliminar la discriminación hacia las personas gordas.

·    Erradicar los estereotipos de belleza y despatologizar a las personas gordas.

·    Recordar a todas las víctimas que sufrieron de enfermedades relacionadas con desórdenes alimentarios.

·    Recordar a las personas que han quedado con secuelas o han perdido la vida por llevar a cabo cirugías para bajar de peso.

·    Concientizar sobre los peligros que representan el uso de productos que son usados para adelgazar.

·    Declarar una fecha libre de dietas y cualquier tipo de obsesión por el peso corporal.

Podés compartir tu experiencia personal con las dietas a través de las distintas redes sociales, sin olvidar añadir las etiquetas #DíaInternacionalsinDietas #soygorda. No nos callamos más. Todos los cuerpos merecen comer.

LH