opinión

Energía y dólares, ¿el problema y la solución?

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La coyuntura económica de la Argentina se encuentra intensamente afectada por la falta de reservas en su Banco Central. Este déficit atenta contra la estabilidad de su moneda y, por lo tanto, impacta sobre el sistema de precios internos y las posibilidades de encauzar el proceso económico en un sendero de sostenibilidad para las diferentes actividades.

El inédito endeudamiento contraído durante el gobierno de Cambiemos, precedido por una irrestricta apertura del mercado de capitales y del mercado cambiario, extremó la vulnerabilidad de su sector externo. Sin divisas, sin posibilidad de contraer nueva deuda, y con un sector público y un sector privado altamente endeudados en moneda extranjera y debiendo afrontar abultados vencimientos en el corto y el mediano plazo.

El incremento de los precios internacionales de los alimentos en conjunto con la caída de la actividad económica producto de la crisis desatada en el final del gobierno de Mauricio Macri primero, y por la pandemia después, devinieron en una extraordinaria capacidad de la economía para generar excedentes externos por su intercambio comercial con el resto del mundo.

Sin embargo, los favorables resultados comerciales no se reflejaron en un alivio al problema de las reservas. De hecho, a pesar de haber contado durante los primeros tres años del gobierno iniciado en diciembre de 2019 con una diferencia de casi 37.000 millones de dólares entre las mercancías exportadas y las importadas y con un refuerzo de divisas de más de 4.000 millones transferidos por el FMI en 2021, el BCRA perdió casi 8.000 millones de dólares.

Si analizamos este problema en términos sectoriales, hallamos que el sector energético es el principal causante de este deterioro de las cuentas externas del país. No solo fue deficitario en materia de mercancías intercambiadas, con un rojo acumulado de 6.000 millones de dólares entre enero de 2020 y agosto de 2022, sino también lo fue en relación con los servicios intercambiados (pagos por propiedad intelectual, por servicios empresariales, entre otros) y con los flujos de capital, que incrementaron el déficit hasta alcanzar un saldo sectorial negativo de 13.500 millones de dólares.

Vaca Muerta puede ser exitosa en revertir el saldo deficitario comercial, pero respecto a los otros ítems del resultado cambiario la perspectiva es menos favorable. La trayectoria del sector en una mirada de mediano plazo enseña que las compañías van apelando a diferentes mecanismos para dolarizar y fugar los excedentes generados en nuestra economía según la regulación o el contexto se los permita. Esto incluye desde la clásica “remisión de utilidades a casas matrices” hasta el endeudamiento externo con empresas vinculadas que asegura una salida permanente de dólares en concepto de intereses, o la firma de contratos de servicios empresariales y los pagos por derechos de propiedad intelectual a sus propias controlantes.

La vulnerabilidad externa del país es uno de sus problemas nodales y el sector energético aparece como una de las actividades económicas más relevantes tanto a la hora del diagnóstico del problema, como al momento de pensar las soluciones.

Es imposible pensar que el problema externo de la economía se solucione solo con una reducción de las importaciones de gas y un incremento de las exportaciones de crudo o, si la infraestructura lo permitiese, también de gas natural.

En principio, hay dos grandes advertencias a tener en cuenta. Por un lado, es clave, en este marco, el análisis acerca de qué actores son los que controlan los ingresos de divisas generados por estas exportaciones y cómo se comportan, cuáles son sus estrategias y prácticas de inversión, financiación y externalización de excedentes. No deben obviarse las consecuencias del poder relativo que puedan administrar aquellas empresas que cumplan un papel significativo en la provisión de divisas.

 

Marco Kofman, Enlace por la Justicia Energética y Ambiental (EJES). Investigación realizada con el apoyo de Heinrich Böll Stiftung Cono Sur

https://ejes.org.ar/2022/11/17/boletin-42-noviembre-2022-2-3/