Panorama Político

Flirteo salvaje entre Milei y los magnates, mientras el peronismo deserta de su papel opositor

21 de abril de 2024 00:01 h

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Pasado el mediodía del viernes, 7°C en Bariloche: el auditorio de unos 150 emprendedores escucha embelesado a Javier Milei en el salón Bustillo del Hotel Llao Llao. Termina el discurso y unos cuantos afortunados, más propensos a recibir el aplauso que a ofrecerlo, se amontonan para darle un abrazo del alma al Presidente y susurrarle complicidades al oído. Escenas de intimidad impostada con reminiscencias del encuentro de Milei con Donald Trump o Elon Musk, pero con el Presidente en el lugar del acosado y no del acosador. La desmesura es la forma que encontraron los magnates de desandar la indiferencia que le propinaron al “peluca” hasta su inesperada victoria en las primarias, en agosto pasado.

Avanzado el año electoral, la furia antipolítica del candidato encendía los instintos primarios de la elite económica argentina, pero las proclamas sobre dolarización y extinción del Estado, sumadas a su comportamiento irascible, eran tomadas como síntomas de un inadaptado social del que convenía mantener distancia. Sólo un puñado de emprendedores, como Eduardo Eurnekian, su empleador en Corporación América, y el entusiasta Cristiano Rattazzi, “la vieron” a tiempo.

La rueda echó a andar y hay motivos para la algarabía. El Presidente ultraderechista, en efecto, desmantela el corazón del Estado, como las universidades, el sistema de salud, las jubilaciones y toda herramienta regulatoria, pero abre las puertas del Gobierno a funcionarios apadrinados por varios de quienes lo escuchaban en Bariloche, mientras deja que estudios de abogados corporativos redacten leyes.

Es el modelo delegativo perfecto para el empresariado nacional: Milei hasta se anima a elogiar la virtud del monopolio, siempre y cuando las encuestas no indiquen lo contrario. Desde alguna oficina de Swiss Medical en Buenos Aires, el voraz Claudio Belocopitt habrá percibido la acritud de ver a sus pares pasar por alto las alusiones hirientes que le propinó el mandatario ultraderechista.

Nada demasiado nuevo bajo el sol. En la historia reciente, resuena la maravillosa música de José Alfredo Martínez de Hoz, Domingo Cavallo, Federico Sturzenegger y Luis Caputo. Todavía sobrevuelan en la web las postales de buena parte del auditorio congregado en el Llao Llao pocos años atrás, celebrando “la última oportunidad para la Argentina” de la mano de Mauricio Macri.  

Huésped de honor

La sintonía cumbre entre Milei y el empresariado alojado en el soñado hotel de Bariloche se dio cuando el disertante hizo un elogio de la evasión y la fuga.

Risas nerviosas y miradas incrédulas entre los magnates. Milei ya lo dijo todo hace rato, pero todavía toca fingir que la osadía causa gracia. Argentina tiene un Presidente que reiteradamente arenga el delito.

En su fuero íntimo, Marcos Galperín considera que los US$273 millones que no pagó Mercado Libre desde 2020 a 2023, entre beneficios impositivos y de contribuciones patronales, son mucho menos que las exenciones que realmente merece. Eduardo Elsztain, anfitrión del Foro Llao Llao, está convencido de que los reparos ambientales y normativos que frenan algunos de sus proyectos inmobiliarios son palos en la rueda del progreso. Si compró terrenos a precios irrisorios en alguna ventana de oportunidad, fue su intuición de emprendedor. Milei llegó para decir que un funcionario que repare en un código urbanístico o una asociación de vecinos de Caballito que reclame espacios verdes es un parásito a ser fumigado.

No es la primera vez que la empresa de Elsztain hospeda al mandatario. Antes y después de la asunción presidencial, el 10 de diciembre, Milei y su hermana se afincaron durante semanas en el Hotel Libertador, sobre la avenida Córdoba de la Capital Federal, propiedad del mismo grupo empresarial. La cuenta por la estadía no fue abonada por el Estado, según la información oficial respondida a una presentación formal por elDiarioAR. ¿Quién pagó? ¿Fue una dádiva? “Pagó Karina con su tarjeta”, afirman en el Gobierno. ¿Cuánto? “Es privado”.

Ciencia ficción del empresariado nacional

El capitalismo global se montó sobre un esquema de banca offshore, elusión, evasión y traslocación a mercados con sueldos bajísimos que no es secreto para nadie. La organización Tax Justice Network evalúa que los Estados dejan de cobrar unos US$480.000 millones anuales por diversos mecanismos de fraude impositivo, tolerados por los gobiernos con poco disimulo. Luxemburgo, Irlanda, Islas Vírgenes, Panamá, Uruguay, Suiza, Andorra y Delaware son nombres de países y ciudades de significado inequívoco en los estudios contables. Pero el empresariado argentino expone un sello distintivo con respecto a sus pares de otras latitudes.

Amancio Ortega, dueño de Zara, está tan identificado con Galicia, que parte de la capacitación para sus ejecutivos incluye estadías en Arteixo, donde nació la empresa textil que lo convertiría en uno de los hombres más ricos del mundo. Donald Trump intentó mitigar su complejo de inferioridad construyendo una torre con su nombre en la Quinta Avenida de Manhattan. Warren Buffet y Bill Gates se unen para reclamar que los ricos paguen más impuestos. Andrónico Luksic describe el éxito de su emporio como el del modelo libertario de Chile. A nadie escapa el componente brasileñista de los billonaires paulistas que se trasladan en helicóptero. Sobre todos los mencionados sobrarán motivos de reproche, pero exhiben una cualidad de identificación con su país inexistente en sus pares de Argentina.

Se impone imaginar una escena de ciencia ficción. Reunido en Bariloche, el Gran Empresariado Nacional le hace saber al Presidente que es un despropósito absoluto la destrucción de la universidad pública

Paolo Rocca o Galperín, por citar paradigmas productivos diferentes, recorren una narrativa en la que su logro personal se da pese —y no gracias— al país. Uno de ellos se instala en el papel de un provocador de Twitter de baja estofa, capaz de agredir y despreciar a buena parte de la sociedad en la que nació, creció, estudió y heredó. “Peronia”, “Palermo bolche”, “sommeliers de derechos humanos”, escribe Galperín, el emprendedor más exitoso de Argentina, dando cuenta de un dispositivo mental y valorativo similar al de Horacio Cabak. Lo hace desde Uruguay, donde se radicó para pagar menos impuestos. El otro, más veterano y con frentes judiciales abiertos por presuntas evasión y corrupción en varios países, transita el mismo discurso, aunque de forma menos mordaz. 

Se impone imaginar una escena de ciencia ficción. Reunido en Bariloche, el Gran Empresariado Nacional le hace saber al Presidente que es un despropósito absoluto la destrucción de la universidad pública que proveyó a sus compañías de miles de profesionales de las más diversas disciplinas. Le explican que se trata de un sistema universitario y científico consolidado, movilizador, competitivo, que abre horizontes y construye una productividad única en América Latina, si se pretende un desarrollo sustentable.

El guion fracasaría por inverosímil. El goce que les causa a los huéspedes del Llao Llao la invitación a evadir impuestos se transformaría en un rictus de fastidio ante la inoportunidad de quien osara defender la universidad pública.

Senado, farsa y oportunismo

Mientras la casta por antonomasia se autocelebraba en Bariloche, los senadores se aumentaban el sueldo hasta unos $4 millones, desde $1,8 millones. Se podría discutir la magnitud del salto en una sola vez, beneficio que no obtuvo ningún sindicato este año, pero se trata de una cifra razonable para la tarea constitucional que les encomendó el pueblo. Es inferior a lo que ganan supervisores medios de gremios fuertes como los petroleros y los bancarios, y mucho menos de lo que perciben legisladores brasileños, uruguayos y chilenos. Equivale a apenas unos diez auspicios publicitarios de la página web o una consultoría ficticia de un periodista corrupto.

La poca estatura de los senadores quedó evidenciada en la forma de la votación del aumento. Un trámite disimulado, veloz, vergonzante, en el que ni se mencionaron el título y el tema de la ley, requirió el sigilo y la complicidad de la totalidad del cuerpo.

La persona con menos convicciones democráticas del Senado, coautora de libros junto al represor naval Alberto “El Gato” González, condenado por violación, secuestros y asesinatos, es la que demostró, otra vez, mayor convicción para sostener las razones de un salario acorde a la responsabilidad de un legislador.

El sueldo de los senadores equivale a apenas unos diez auspicios publicitarios en la página web o una consultoría ficticia de un periodista corrupto

La amargura por los bajos sueldos en los bloques peronistas de ambas cámaras es unánime, pero no hay un solo integrante dispuesto a explicar en público, sin inhibiciones, por qué es impropio de la democracia que sólo puedan ocupar una banca quienes manejen negocios paralelos. Alguno que otro lo hace a destiempo, en un tono ríspido en redes sociales, como quien contraataca cuando lo descubren por haber escondido un shampoo en la cartera. Ciertamente, no es el caso.

Mauricio Macri dejó el cargo de Presidente con un patrimonio declarado de $273 millones, unos US$4,3 millones a valores de diciembre de 2019. Sólo con la compraventa de parques eólicos por parte de Socma, realizada en un abrir y cerrar de ojos entre 2016 y 2018, los Macri ganaron US$69,3 millones y enviaron la cosecha a Luxemburgo. Se dio la casualidad de que el exejecutivo de Socma era el inquilino de la Casa Rosada en los años de esa transacción obscena. Un Presidente tan suertudo puede darse el lujo de trabajar ad honorem y donar su jubilación, opción que tampoco adoptó del fundador del PRO.

El exmandatario se da una vida lujuriosa propia de un potentado, que es narrada con pleitesía por los grupos Clarín y La Nación. Se hizo tiempo para felicitar a los senadores del PRO por no apoyar el alza de sueldo. Según el señalamiento de diputados y senadores con amplio recorrido, mintió. Los representantes de su partido evitaron levantar la mano y quedar escrachados frente a cámaras, pero su voto habría sido contado como afirmativo. Las actas oficiales todavía no fueron publicadas.

Mauricio Macri dejó el cargo de Presidente con un patrimonio declarado de $273 millones, unos US$4,3 millones. Sólo con la compraventa de parques eólicos por parte de Socma, los Macri ganaron US$ 69,3 millones y los enviaron a Luxemburgo

“El Presi” conservador habría faltado a la verdad como su sucesor ultra, otro militante de sueldos bajos de los legisladores. Milei hizo la misma pantomima de saludar el coraje de los integrantes de la bancada de La Libertad Avanza por oponerse al alza. Como los del PRO, la armada Brancaleone libertaria habría votado a favor,.como la temible Villarruel se ocupó de dejarlo claro.

El actual mandatario ve un exceso en que los senadores ganen por mes un quinto de lo que él cobraba por una charla de una hora con inversores financieros, negociada vía whatsapp con Karina.

Ocupada de temas más trascendentes, la hermana del Presidente ya no se encarga de ese tarifario. Sí se ocupa de encontrar la vuelta legal y administrativa para aumentarse el salario ella y a su grupo de elegidos a través de recategorizaciones y otras trampas. Manuel Adorni y su hermano Francisco se abrazan a la oportunidad de sus vidas y no paran de mejorar su bolsillo.

Temible paritaria de los Juez

El terreno es fértil para los oportunistas consuetudinarios. Luis Juez, jefe del bloque del PRO en el Senado, también votó a favor del aumento. Luego dijo que no se dio cuenta, que lo decidido le pareció un “bochorno”, y que pediría la marcha atrás.

El senador cordobés lleva toda su vida adulta en puestos estatales, electos y de los que se reparte la casta política. No sólo él. También su hija Agustina, empleada del Consejo de la Magistratura, hoy en funciones en los tribunales federales de Córdoba. O su hijo, Martín, concejal en la Ciudad de Córdoba. Daniel Juez, hermano, logró ser electo en la Legislatura de Córdoba. El sobrino, Lucas, giró por el Estado guiado por el tío hasta que su carrera se vio frustrada cuando lo encontraron en una ruta de Córdoba con cuarenta pastillas de éxtasis. El cuñado Pedro Alcaraz tiene un puesto de asesor en el Senado, al igual que otra cuñada, Graciela Saieg. La lista sigue.

Luis Caputo ya anotó qué hospital cerrar si los Juez se ponen duros en la paritaria familiar.

Desmanes en YPF

En paralelo, el directorio de YPF arbitró una escalada de sueldos verdaderamente escandalosa. El cuerpo directivo de la petrolera semiestatal otorgó a sus once miembros un ingreso mensual promedio de US$ 88.600 mensuales, según la cotización de hoy.

Ese monto es el doble de lo abonado a los directores de YPF, por ejemplo, en 2015 o en 2023, aunque, hacia fin de año, la diferencia podría ser menor si las remuneraciones no se actualizan con la devaluación por venir. En cualquier caso, lo estipulado en el acta de directorio que deberá ser refrendado por los accionistas el 26 de abril está totalmente fuera de mercado para las remuneraciones de la industria petrolera argentina.

El directorio, compuesto por designados por el Gobierno nacional y de cinco provincias, no cumple funciones ejecutivas. Se reúne dos o tres veces al mes para aprobar las decisiones estratégicas que adopta la línea de ejecutivos y gerentes. Algunos miembros ejercen tareas de control con mayor dedicación, por lo que es presumible que el promedio de remuneración mensual de US$88.600 se distribuya en forma dispar.

El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, su segundo, José Rolandi, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el exsecretario de Energía Carlos Bastos son algunos de los funcionarios políticos en la petrolera estatal. El presidente y CEO de la empresa, el experimentado ejecutivo petrolero Horacio Marin, —en su caso, sí tiene funciones operativas— encabeza el equipo que aterrizó en YPF desde empresas de Techint.

Al menos Posse, Rolandi y Francos cumplirán su tarea ad honorem, como es tradición para quienes cobran un sueldo en el gabinete nacional, informaron a este medio desde el Ejecutivo.

La radical mendocina Jimena Latorre consideró fuera de lugar la consulta sobre el salario que percibirá por su tarea en el directorio de YPF.

Sin embargo, es una incógnita lo que ocurrirá con los delegados de Chubut, Santa Cruz, Mendoza y Neuquén. Los dos primeros fueron aportados por los respectivos sindicatos petroleros, aliados de sendos gobiernos provinciales. El director Omar Gutiérrez, exgobernador de Neuquén, no respondió la consulta de este medio.

Sí lo hizo, en cambio, la exdiputada radical Jimena Latorre, elegida para representar a Mendoza en YPF. La exlegisladora explicó que fue una decisión del directorio, de la que se declaró ajena, pese a integrarlo. Atribuyó la medida a la necesidad de acompañar el porcentaje de aumento otorgado a la línea gerencial, lo que fue desmentido por otras fuentes de YPF. Para finalizar, consideró que la consulta periodística estaba fuera de lugar y que no tenía nada más que hablar, por lo que cortó la comunicación.

¿A qué juegan?

El papel del peronismo y sus aliados sobre un tema menor para el presupuesto nacional, como el sueldo de los legisladores, fue acorde a su abordaje de los asuntos más relevantes. Nadie sabe cuál es realmente su postura, o sostiene todas a la vez, que es la peor alternativa posible. Queda así expuesto a que la maquinaria mediática y de redes de la ultraderecha elija qué perfil iluminar, según su conveniencia.

Juan Grabois boga por sueldos parlamentarios irrisorios. La diputada Victoria Tolosa Paz es eficaz para denunciar la hipocresía de los Milei cuando intentan aumentarse el ingreso a escondidas, pero incurre en la lógica libertaria de denunciar las alzas salariales “mientras la jubilación mínima es de $205.000”. La senadora Juliana di Tulio, por su parte, defiende los ingresos altos “porque hace muchos años que la política dejó de ser potestad de las elites”.

Cada peronista hace la suya.

Están los gobernadores de Catamarca y Tucumán, que aceptan mansitos la extorsión de Milei para que no ahogue del todo a sus provincias, y están los confrontativos de La Rioja y Buenos Aires.

Están los enfocados en saldar cuentas con Alberto Fernández, como Wado de Pedro, y los que niegan todo conflicto, como si no existieran, como Gabriel Katopodis.

Están los que replican el discurso punitivista ultra, como Sergio Berni, y los que denuncian la sistemática brutalidad policial, como Natalia Zaracho.

Están los que resisten el impuesto a las Ganancias (ingresos) de sueldos altos, como los Moyano, y los que ansían su reimplantación, como los diputados de provincias norteñas.

Está Máximo Kirchner, atado como un náufrago al objetivo de intervenir el Gobierno y el futuro de Axel Kicillof, y los que creen que no hay proyecto político posible con La Cámpora y el Instituto Patria al mando de la nave.

En tiempos de la mayor ofensiva contra los derechos sociales, está Cristina, otrora dueña de una pulsión por confrontar, ahora silente, obsesionada con su reivindicación, rebajando todavía más su legado político

Está el minúsculo personaje Daniel Scioli y está Sergio Massa, volcado a asesorar a fondos financieros tenedores de títulos de la deuda, sin que nadie de su entorno atine a darse cuenta de que esa dedicación debería haber marcado el fin de su carrera política.

Y en tiempos de la mayor ofensiva contra los derechos sociales y ciudadanos de la democracia, está Cristina, otrora dueña de una pulsión por confrontar, ahora silente, obsesionada con su reivindicación política personal y la de su hijo, filmando tiktoks absurdos y rebajando todavía más su legado político.

El martes, la protesta universitaria será ocasión de la cuarta marcha masiva contra las políticas de Milei. La primera fue organizada por la CGT, el 24 de enero. Siguió el 8 de marzo, con las feministas, y el 24, con el movimiento de derechos humanos. Las organizaciones populares y de desocupados hacen saber su protesta a diario, pese a las amenazas de cárcel y violencia que agitan Patricia Bullrich y Jorge Macri.

A la luz del panorama que ofrece la nomenclatura peronista, será más genuino que la resistencia sea sin estos dirigentes a la cabeza. 

SL/DTC

EL texto fue modificado a las 13.30 del 21 de abril. El original había afirmado que los senadores del PRO y La Libertad Avanza habían apoyado el aumento de las dietas, pero las actas de la sesión no fueron publicadas todavía. Se agregó el siguiente párrafo: “Según el señalamiento de diputados y senadores con amplio recorrido, mintió. Los representantes de su partido evitaron levantar la mano y quedar escrachados frente a cámaras, pero su voto habría sido contado como afirmativo. Las actas oficiales todavía no fueron publicadas”.