“Vuelvo a estudiar”: un desafío posible para acabar con la desigualdad
La pandemia ha profundizado la deserción escolar. Miles de niños, jóvenes y adultos quedaron afuera del sistema educativo, aumentando una desigualdad que parece irreversible. Esta situación nos debe interpelar como sociedad, no podemos ser indiferentes.
Este año, más de medio millón de chicos y chicas no empezó las clases, según datos de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). Esta cifra equivale a un nene o nena menos por aula y podría aumentar hasta a tres adolescentes por clase en el nivel secundario.
Frente a esta alarmante realidad surge una pregunta: ¿Cómo hacemos para lograr la vuelta de miles de niños, niñas y jóvenes al sistema educativo?
Necesitamos contemplar las diversas realidades socioculturales de los estudiantes, resignificar los vínculos de la escuela con el entorno y atender a los organizadores de toda la institución educativa: la pedagogía, la didáctica, la gestión educativa, las relaciones intergeneracionales y todos los factores que nos desafían a dar una nueva mirada a la educación.
Teniendo en cuenta estas preocupaciones y con la experiencia exitosa y concreta con la que trabajamos el tema de la educación en la provincia de Santa Fe entre los años 2013-2019 he presentado el proyecto de ley para la implementación nacional del “Vuelvo a estudiar”.
La preocupación central que motiva este proyecto es fortalecer la escuela. La transformación de los formatos y las lógicas institucionales implica un proceso lento y profundo de trabajo institucional, en el cual el programa “Vuelvo a estudiar” tiene mucho que aportar.
Volver a estudiar y la experiencia en Santa Fe
El Plan Vuelvo a Estudiar se inició como una política socioeducativa integral del gobierno del Frente Progresista en Santa Fe en 2013 y se interrumpió a fines de 2019, con la llegada al gobierno del equipo del Frente de Todos, liderado por el gobernador Omar Perotti. Fue un plan inédito, gestado desde el Gabinete social y, desde su diseño, ya contempla la gestión articulada de recursos y estrategias.
En ese periodo, más de 25 mil jóvenes y adultos retomaron la escuela secundaria y su impacto se vio en indicadores como la matrícula, que aumentó un 15 por ciento, y en la disminución del abandono escolar, de 12 a 6 por ciento.
También otros indicadores nos fueron orientando. La toma de decisiones políticas educativas, como las pruebas aprender, que indicaron que la población con mayor vulnerabilidad social en Santa Fe muestra mayor calidad de aprendizajes que la media nacional, o la tasa de egreso, que lógicamente tendió a bajar con la incorporación de una gran cantidad de estudiantes que ya habían abandonado la escuela, y por eso creamos el plan Secundario Completo, además de propuestas innovadoras para mejorar los aprendizajes de ciencias, matemáticas y leguas, como comunidades de aprendizaje, que articulamos con Cippec; tertulias literarias, núcleos interdisciplinarios de aprendizajes.
La necesidad de ir al territorio a buscar a los chicos y chicas
El plan se inició con una estrategia territorial, facilitada por el sistema nominal de gestión escolar que había desarrollado e implementado el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, que permitió conocer información específica sobre los estudiantes que habían abandonado y con la creación de un equipo socioeducativo clave, de consejeros juveniles, que iban a buscar a los estudiantes casa por casa, y coreaban con los estudiantes y sus familias las estrategias particulares para volver a la escuelas. Un trabajo artesanal y sostenido en el tiempo.
Las causas del abandono escolar son múltiples y complejas y cada caso requiere la creatividad para atenderlo. Requiere una transformación de la escuela secundaria, que fuimos acompañando con innovaciones normativas y formación docente.
Además se realizaron diversas estrategias con los sectores gremiales y trabajadores de distintos sectores, que no habían terminado la secundaria y no podían retomar los estudios en una propuesta educativa tradicional se sumaron al “Volver estudiar” en sus propios entornos de trabajo.
Entendiendo también que, en los nuevos tiempos que corren, es necesario realizar una estrategia utilizando herramientas virtuales.
Pero en 2019 todo se interrumpió. Al cambio de gobierno, que discontinuó esta política, se le sumó la pandemia, y el retroceso en inclusión socioeducativa aun es inconmensurable.
Frente a este escenario, la experiencia de Santa Fe muestra la relevancia de una política pública integral, basada en la escucha y el conocimiento de cada situación en territorio, que tuvo impacto en la vida de las personas, y que implicó un grave retroceso cuando por falta de iniciativa política se interrumpió. Este recorrido es el mejor fundamento para pensar que este proyecto se nacionalice, entendiendo y dialogando con sectores locales para adaptar este programa a cada lugar con sus particularidades.
El gobierno nacional, en el marco del Consejo Federal de Educación, debe impulsar este proyecto que fue reconocido por organismos internacionales especializados.
La propuesta fue lanzada para que sea abordada de manera presencial y desde la virtualidad. Garantiza el derecho a la educación secundaria obligatoria, con seguimientos y trayectorias individuales por alumno, a quienes se los va buscar puerta a puerta. Contempla las diversas realidades socioculturales de los estudiantes y reconoce los motivos que determinan la inclusión.
Porque la escuela sigue siendo un valor para nuestros jóvenes y porque es el camino que abre a una sociedad más justa e igualitaria.
CC
Diputada Nacional. Presidenta del Partido Socialista-Ex intendenta de Rosario.
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