Viernes 26 de junio de 2020. Alberto Fernández anunció que entre el 1 y 17 de julio se establecería una “cuarentena estricta” en el AMBA. Según el artículo 9 del decreto 605, se extendía el Aislamiento Preventivo Social Obligatorio (ASPO) y quedaba prohibida la “realización de eventos en espacios públicos o privados, sociales, culturales, recreativos, religiosos y de cualquier otra índole con concurrencia mayor a diez (10) personas”. Tampoco se podían practicar deportes con más de diez personas o que no permitieran mantener el distanciamiento mínimo de 2 metros. Los restaurantes, cines, teatros, clubes, bibliotecas, museos, gimnasios, y centros culturales permanecían cerrados y sin ingresos. Las clases no podían ser presenciales. Del turismo no hablaba nadie. Los encuentros en espacios cerrados estaban prohibidos y había que utilizar permisos de circulación. “Les pedimos que se queden en sus casas”, suplicó.
Martes 14 de julio de 2020. Los titulares de todos los portales lamentaban 65 nuevos muertos por coronavirus y 3645 contagios, sumando un total de 1968 víctimas fatales y 106.910 infectados en el país hasta esa fecha.
Ese mediodía, un día después de reconocer que la expropiación de Vicentín fue “un error”, el Presidente recibió en la residencia de Olivos al padre de Sebastián Barreiros, la víctima más joven del atentado a la AMIA ocurrido el 18 de julio de 1994. El nene soñaba con ser Presidente, por lo que el mandatario lo homenajeó al colocar una placa en Casa Rosada para mantener viva la memoria de Sebastián y todos los fallecidos.
Ese mismo día el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta se reunía con el gobernador bonaerense Axel Kicillof con el fin de comenzar a flexibilizar la cuarentena debido al buen resultado que habían tenido las dos semanas de ASPO estricto.
Gran parte del país se encontraba encerrado cuatro meses después de iniciada “la cuarentena más larga del mundo”, a la espera de un poco de luz al final del túnel. Los cumpleaños eran por Zoom y sin abrazos. Los encuentros en la plazas, todavía inexistentes y prohibidos. “Arman en Rosario una brigada contra fiestas clandestinas”, titulaba Clarín en su tapa ese martes.
13 de agosto de 2021. Más de un año después, se cuestiona que esa no era la realidad de todos. La aparición de una foto puso en el centro de la polémica al Gobierno y al propio Presidente. La imagen es de Fabiola Yáñez y Alberto Fernández junto a otros 10 comensales: Carolina Marafioti, Sofía Pacchi, Florencia Fernández, Santiago Basavilbaso, Emanuel López, Fernando Consagra, Rocío Fernández, una niña, Federico Abraham, Stefanía Domínguez. Además se ve a Dylan, el perro del Presidente. Sucedió el 14 de julio de 2020. Las personas que aparecen están registradas ese mismo día en los libros de acceso a la Quinta de Olivos y que por ley hace la Casa Militar. Era el día de cumpleaños de la Primera dama. El documento de las visitas fue difundido por el mismo Gobierno ante un pedido de acceso a la información de Poder Ciudadano. Los ingresos sucedieron a partir de las 21.30. Según el documento, los invitados se retiraron poco antes de las 2 de la madrugada. Ante la primera difusión de la fotografía, fuentes oficiales negaron que fuera real. “Es fake”, aseguraron en off. Esta mañana, después de una noche de conmoción en el albertismo, el jefe de gabinete Santiago Cafiero admitió que la celebración fue un error. “No debería haber sucedido”.
“Hoy en el día de mi cumpleaños quiero agradecerles a cada uno de ustedes por todo el amor, afecto y cariño… ¡Gracias por tanta felicidad que me brindan! ¡Gracias! ¡Los quiero mucho!”, escribió Yáñez en Instagram, mientras que la agencia de noticias estatal Télam y el sitio web El Destape informaban que la Primera dama celebraría su cumpleaños “con Alberto Fernández y con su familia por videollamada para respetar la fase 1 de la cuarentena por el coronavirus en el área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”. “Por Zoom” y “con barbijos”, aseguraban.
Distanciamiento social: cero. Barbijos a la vista: cero. Una ventana tímidamente abierta unos pocos centímetros. Eso muestra la foto. El cumpleaños de 39 años de Yáñez sucedió 14 días después de que el Presidente prohibiera a millones de habitantes los encuentros sociales. 38 días antes de que Solange muriera de cáncer sin poder despedirse de su padre en Córdoba debido a las restricciones. 16 días antes de que Argentina rompiera un nuevo récord de muertos e infectados de coronavirus con 153 víctimas fatales y 6.377 casos en 24 horas. 3 días antes de anunciar la apertura gradual de la cuarentena, luego de advertir: “El riesgo de contagio existe y debemos extremar los cuidados para que se pueda controlar la situación”.
La foto generó fuertes críticas tanto de la oposición, un grupo pidió el juicio político a Alberto Fernández por violación de la cuarentena, como de personas que empezaron a compartir en redes sociales imágenes de sus festejos de cumpleaños vía Zoom en la misma época del año con el hashtag #LaFoto.
14 de agosto de 2021. El Gobierno se mostró desconcertado por la filtración de la polémica imagen. En las próximas horas se verá si el pedido de disculpas de Cafiero consigue aplacar la crisis.
SC