El presidente Alberto Fernández retirará la “Orden de Mérito” y “Orden del Libertador San Martín” que se había otorgado décadas atrás al dictador chileno Augusto Pinochet Ugarte, según indicó hoy la portavoz presidencial en la Casa Rosada.
“Pinochet no es merecedor de la gratitud de la Nación Argentina, pues es alguien que ejecutó políticas que avasallaron la vida y degradaron la condición humana, que su accionar ofende los valores y principios rectores de nuestros próceres, resultando incompatibles con dichas condecoraciones”, explicó Gabriela Cerruti.
La decisión, que se oficializará con el Decreto 455 a publicar este jueves, responde a la próxima conmemoración de los 40 años de democracia en Argentina y se anunció esta tarde en el marco del 50° aniversario del golpe militar contra el gobierno constitucional el socialista Salvador Allende del 11 de septiembre e 1973.
“La Argentina ocupa un lugar central en el concierto de las naciones en el reconocimiento de la verdad, la justicia y la memoria, como los pilares para la construcción del orden democrático. En ese contexto y con la lucha de los organismos de derechos humanos siempre como baluarte para toda nuestra sociedad, tenemos que seguir luchando contra el negacionismo, contra el olvido y contra los intentos de impunidad”, señaló la portavoz.
El decreto firmado por Alberto Fernández, el jefe de gabinete Agustín Rossi y el canciller Santiago Cafiero subraya las políticas de persecución y violación de derechos humanos cometidas por Pinochet y los múltiples asesinatos a opositores y militantes políticos. Además, indica que ideó e impulsó de manera conjunta el Plan Cóndor que desarrolló un sistema de cooperación clandestina para perseguir a opositores en toda América Latina.
“Por todo esto, los consejos de Orden de Mayo y del Libertador San Martín dispusieron que por haber sido transgredidos tanto los ideales de Mayo, como el general San Martín, y ser responsable Pinochet de actos incompatibles de los principios sanmartinianos de dichas órdenes, no puede ser acreedor de tan alto honor y quedan las condecoraciones retiradas para él y sus derechohabientes”, agregó Cerruti.
Luego del golpe del 11 de septiembre, Pinochet se mantuvo en el poder hasta el 11 de marzo de 1990, cuando fue sucedido por el gobierno democrático de Patricia Aylwin. Ocho años más tarde, fue detenido en Londres donde permaneció encerrado por delitos de lesa humanidad hasta el 2 de marzo de 2000 por orden del juez de la Audiencia Nacional de España Baltasar Garzón. Sin embargo, el ministro del Interior británico, Jack Straw terminó disponiendo su liberación porque consideró que no estaba en condiciones de salud adecuadas para ser juzgado.
Ese mismo marzo de 2000, Pinochet perdió el cargo de senador vitalicio que se había creado cuando gobernó Chile, pero logró evitar los juicios que debía afrontar por los crímenes cometidos. La Justicia chilena incluso llegó a denegar un pedido de arresto emitido por la jueza argentina María Servini por el caso Prats.
En 2006, falleció a los 91 años en Santiago de Chile.
ACM con información de agencias.