A más de 26 años del atentado a la AMIA, el único acusado por la voladura de la sede de la mutual judía, Carlos Telleldín, dio este miércoles sus últimas palabras ante el Tribunal Oral Federal 3. Se espera que a partir de las 13, los jueces den a conocer el veredicto en el segundo juicio oral en contra del exreducidor de autos por el ataque terrorista.
Telleldín es juzgado por haber entregado la camioneta Traffic que se utilizó, según la investigación, para el atentado que le costó la vida a 85 personas el 18 de julio de 1994.
Los fiscales del juicio, Roberto Salum, Santiago Eyherabide y Santiago Roldán, solicitaron que sea condenado a prisión perpetua, al considerarlo “partícipe necesario” del ataque. Sostienen que Telleldín entregó el vehículos a sabiendas de que sería destinado a fines ilícitos.
“El armado de la camioneta, las condiciones de esa operación, el contexto, las características casi a paso de comedia de quien se la llevó y haber confeccionado un documento con datos falsos, generan las condiciones necesarias y suficientes para la representación de su aporte: que la camioneta Traffic podía ser cargada con explosivos”, había sostenido Salum en su alegato a fines de noviembre.
Vendí más de mil autos y me equivoqué en el camino.
“Soy inocente”, dijo Telleldín. “Me dediqué a la venta de autos desde los 17 años, vendí más de mil autos y me equivoqué en el camino al vender autopartes pero ningún auto fue vendido para cometer delitos ni maniobras ilícitas. Siempre se lo vendí a personas normales y con transferencia”, dijo Telleldín pasadas las 10 de la mañana en una audiencia virtual.
“No sé ya cómo decir que la camioneta se vendió de forma normal a una persona que vino por un aviso”, agregó el acusado este miércoles en su breve intervención antes del veredicto. Reprochó que la acusación planteara que se “tenía que representar que el tipo iba a cometer un atentado”, en referencia a quien le vendió el vehículo.
Los familiares de las víctimas del atentado, que integran una de las querellas, reclamaron que se condene a Telleldín a prisión perpetua como partícipe necesario de “homicidio doloso doblemente calificado por odio racial o religioso y por haber sido cometido por medio idóneo para causar peligro común”, según el alegato durante el final del juicio.
La segunda querella, AMIA-DAIA, pidió una pena de 20 años de cárcel por “estrago doloso seguido de muertes”.
No sé ya cómo decir que la camioneta se vendió de forma normal a una persona que vino por un aviso.
“Estuve 10 años y dos meses detenido injustamente”, afirmó Telleldín frente a los jueces Andrés Basso, Javier Ríos y Fernando Canero. “AMIA, DAIA y otros sectores siguen presionando para que yo arme una historia trucha como la de los policías”. “Estuve, estoy y estaré siempre a disposición de la Justicia”, culminó.
Durante la primera investigación del atentado, en los años 90, Telleldín recibió un pago de US$400.000 de la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) para declarar falsamente contra un grupo de policías bonaerenses, a quienes acusó de ser la “conexión local” del ataque a la mutual judía. Por este hecho, el exreducidor de autos ya tiene una condena a tres años y seis meses de prisión por el delito de peculado, en el marco del juicio AMIA II, por el desvío de la primera investigación del atentado.
El primer juicio por la voladura fue anulado por el tribunal que intervenía en 2004, en base a irregularidades en la investigación que desencadenaron en una acusación por encubrimiento contra quienes investigaron el caso en los 90. Telleldín había estado preso en el marco de esa investigación y su defensora oficial solicitó que el acusado sea absuelto y que este nuevo juicio sea anulado porque consideró que ya había sido juzgado por la entrega de la camioneta en el primer proceso.
En febrero de 2019, el primer juez de la causa, Juan José Galeano, fue condenado a seis años por “peculado, privación ilegal de la libertad, prevaricato, encubrimiento por favorecimiento personal y violación de medios de prueba”.
El entonces jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, recibió una condena de cuatro años y seis meses de prisión por “peculado y encubrimiento por favorecimiento personal” por el pago a Telleldín. Entre otros de los condenados estaban también los exfiscales federales Eamon Müllen y José Barbaccia fueron condenados a dos años de prisión de ejecución condicional e inhabilitación especial por cuatro años.
ED