Los primeros 100 días de gobierno de Javier Milei estuvieron marcados por un frenético sube y baja de funcionarios que le dieron a la gestión libertaria un vértigo inédito. Mientras que varias figuras importantes de La Libertad Avanza sufrieron un prematuro desplante cuando aspiraban a contar con una injerencia mayor en el gabinete —la vicepresidenta Victoria Villarruel, el legislador porteño Ramiro Marra y la diputada Carolina Píparo son claros ejemplos—, muchos otros que sí llegaron a asumir en cargos de relevancia y creían estar lo suficientemente respaldados vieron rodar sus cabezas por el piso de los despachos sin comprender demasiado los motivos, al menos en un principio.
En este último grupo se encuentra el exministro de Infraestructura Guillermo Ferraro, uno de los casos más resonantes debido al alto rango que ostentaba en el organigrama del Gobierno. Una supuesta filtración de información reservada durante una reunión en Casa Rosada se convirtió en la excusa perfecta para eyectarlo. “Los voy a dejar sin plata, los voy a fundir a todos”, habría dicho Milei, en secreto, en referencia a los gobernadores, a quienes acusó de ser los culpables por no haber logrado aprobar la Ley Bases en el Congreso. “Al día siguiente [del despido], el jefe de Gabinete [Nicolás Posse] vino a mi casa a pedirme disculpas pero ya el daño estaba ocasionado”, contó Ferraro en una entrevista en Radio con Vos, y denunció que fue víctima de la “mala intención” de alguien del entorno del Presidente.
¿Qué hubo detrás de la decisión de deshacerse de Ferraro? Su salida, que recién fue oficializada en el Boletín Oficial el 5 de marzo, no tuvo que ver con alguna impugnación concreta hacia su gestión. Más bien, según pudo constatar elDiarioAR de varias fuentes consultadas, se debió a los intereses directos de Posse en el manejo de un área clave: la política de telecomunicaciones.
Horacio Pitrau y Omar Yasin
Uno de los primeros desplazamientos de peso de la administración libertaria fue el de Horacio Pitrau, virtual subsecretario de Trabajo (todavía no había sido formalizado en el cargo) dentro del Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello. Pese a que fuentes oficiales señalaron que Pitrau dejó el Gobierno “como una decisión consensuada”, lo cierto es que su salida tuvo que ver con los ruidos que habían generado los diálogos con el titular del sindicato de Comercio, Armando Cavalieri. Tras una reunión que tuvo lugar a fines de diciembre, de la que participó también la ministra Pettovello, Cavalieri había dicho que el oficialismo estaba dispuesto a modificar el artículo del DNU que le quita las cuotas solidarias a los gremios.
Sin embargo, esa información fue desmentida tajantemente por la Casa Rosada. “El diálogo con los gremios está abierto, pero la decisión sobre las cuotas solidarias está tomada”, sostuvieron fuentes del Gobierno, en una señal de dureza hacia adentro y hacia afuera de la gestión nacional. La situación se dio en un contexto en el que la cúpula libertaria no quería ceder terreno en la confrontación abierta que tenía con la CGT por la reforma laboral incluida en el mega-DNU y cuya discusión está hoy judicializada.
Otro caso resonante vinculado a la cartera que conduce Pettovello fue el de Omar Yasin, desplazado de la Secretaría de Trabajo tras haber sido responsabilizado por el Presidente del escándalo por la suba del 48% de su sueldo. El abogado laboralista, con pasado en el gobierno de Mauricio Macri y estrecho vínculo con la ministra de Capital Humano, fue apuntado públicamente por el propio Milei como el único responsable del aumento que, según lo estipulado, debía recibir en su bolsillo. “Al secretario de Trabajo lo he despedido, en este momento lo están notificando”, anunció el mandatario en medio de una entrevista con LN+.
Pero el decreto que habilitó la suba salarial de la planta política del Ejecutivo no estaba firmado por Yasin sino por Milei, Pettovello y el propio Posse. Sí llevaba la firma del laboralista la homologación de la paritaria estatal que luego fue extendida al Presidente y sus colaboradores, pero no sólo la suya. También figuraba la rúbrica del secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y del subsecretario de Transformación y Reforma del Estado, Armando Guibert, un exmenemista cercano al jefe de Gabinete que había negociado y cerrado las paritarias con los gremios estatales.
Sin embargo, pocos días más tarde, Guibert también renunciaría a su cargo al aducir “motivos estrictamente personales”. Fue justo cuando en él iba a recaer la responsabilidad de firmar los despidos en el Estado que se efectuarán el 31 de marzo, día en que vencen miles de contratos de empleados públicos.
Lo sucedido con Yasin tuvo aires de familia con lo que le había ocurrido un mes antes al exsuperintendente de Servicios de Salud, Enrique Rodríguez Chiantore. El exfuncionario calificó como “poco profesionales” las formas que utilizó el Gobierno para su remoción al asegurar que se enteró de que ya no formaba parte del organismo a través de mensajes de WhatsApp y atribuyó la medida a la supuesta intención de Posse de poner gente de su cercanía en el cargo. “Entiendo que quieran poner a personas de más confianza. Es sabido que yo provengo de los equipos de Juntos por el Cambio, con lo cual es probable que hayan buscado gente del riñón del jefe de Gabinete para reemplazarme”, deslizó en su momento en diálogo con Radio Rivadavia.
Osvaldo Giordano y Flavia Royón
El fallido tratamiento en el Congreso de la Ley Bases durante el verano también motivó la salida intempestiva de varios funcionarios. El pasado 9 de febrero, Milei le solicitó la renuncia a Osvaldo Giordano, quien fuera el titular de la Anses desde el 10 de diciembre. ¿La razón? Su esposa, la diputada cordobesa Alejandra Torres, había votado en contra del proyecto que, aunque reducido, La Libertad Avanza volverá a enviar a la Cámara Baja en las próximas semanas.
“¿Acaso la mujer de Giordano no votó en contra de la ley? ¿Cómo votó la mujer? Votó en contra. Bueno, es un problema de él si duerme con el enemigo, está durmiendo con un traidor. Es la vida”, dijo Milei en una entrevista con LN+. Fue después de que a través de un comunicado, difundido en la cuenta oficial de la Oficina del Presidente en la red social X, el Gobierno justificara la salida de Giordano al señalar que “la crisis económica heredada y el momento histórico actual requieren funcionarios públicos comprometidos con la modernización, simplificación y desburocratización del Estado”.
Además de Giordano, Milei solicitó también la renuncia de la secretaria de Energía, Flavia Royón. Se debió a que el Presidente acusó de “traidor” al gobernador Gustavo Sáenz, de Salta, de quien Royón había sido secretaria de Energía y Minería provincial, ya que diputados nacionales de esa provincia habían votado contra artículos e incisos de la malhadada Ley Bases. La exfuncionaria llamó al ministro de Economía, Luis Caputo, de quien dependía como secretaria de Minería, y le dijo que tenía la renuncia a su disposición, según ella misma reconoció a comienzos de febrero en declaraciones a Radio Mitre. Royón relató que Caputo le había dicho que estaba haciendo “un excelente trabajo”, pero que había “cuestiones políticas” que impedían su continuidad en el cargo.
Otras bajas
Apenas iniciada la gestión libertaria, Eduardo Roust, quien iba a asumir como subsecretario de Medios y Prensa designado por el presidente Milei dio un paso al costado y aseguró que no iba a formar parte del equipo de comunicación por motivos “estrictamente personales”, según un mensaje enviado a periodistas. Roust, vinculado al peronismo, sostuvo que “el vértigo que tiene el territorio digital o el mundo moderno de las comunicaciones (...) hacen que el trabajo resulte para mí un poco 'inhumano' y me aparte de cuestiones esenciales de mi vida”.
Hace dos semanas, en tanto, otra salida que generó ruido fue la del jefe de la Casa Militar, Alejandro Guglielmi. El coronel llevaba siete años en la Casa Rosada y había atravesado con éxito las administraciones de Mauricio Macri y Alberto Fernández. Con Milei había entablado un vínculo correcto, y también gozaba de la simpatía de su hermana, la secretaria general de Presidencia, Karina Milei. Pero algo se quebró en esta relación y Guglielmi fue reemplazado por Sebastián Ignacio Ibañez.
Por otra parte, en los primeros días de enero, el joven militante libertario Iñaki Gutiérrez dejó el manejo de la cuenta de la Casa Rosada luego de que desde allí posteara una foto suya junto a su pareja, Eugenia Rolón, quien al igual que él también se desempeña en el equipo de Comunicación del Gobierno. Gutiérrez subió un mensaje de Año Nuevo desde su cuenta personal, que luego fue retuiteada por la de Casa Rosada, lo que generó múltiples críticas. Así y todo, continúa ocupándose del TikTok del presidente Milei.
El 27 de febrero pasado, Sebastián García de Luca, quien trabajaba junto a Patricia Bullrich en el Ministerio de Seguridad como secretario de Articulación Federal, encargado del diálogo con las provincias, presentó su renuncia. “Un placer acompañarte hasta acá @patobullrich (Patricia Bullrich). Gracias por tu confianza. Sos una gran dirigente y mejor persona”, escribió el exfuncionario en su cuenta de X, quien habría tomado la decisión en desacuerdo a la decisión del presidente Milei de hacer escalar el conflicto con los gobernadores.
En tanto, el día anterior a la salida de García de Luca se había producido otra salida del gabinete: la del subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa, Daniel Mariano Ibáñez, quien presentó su renuncia apenas 20 días después de haber asumido el cargo. En la misiva que dirigió al ministro de Economía, Luis Caputo, y al secretario de Industria, Juan Pazo, el funcionario saliente aseguró que la decisión se debió a “cuestiones de índole estrictamente personal”.
Distinta habría sido la situación de Ricardo Schlieper, quien el 31 de enero debió dejar el cargo de subsecretario de Deportes luego de que Daniel Scioli desembarcara en la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes, promovido por su amigo, el ministro del Interior Guillermo Francos. La decisión fue motivada para “darle la libertad de elegir su gente” al exgobernador bonaerense, adujeron por entonces en el Gobierno.
En las últimas horas, y luego del fin de semana extra large, tomó cuerpo el corrimiento de Mariano de los Heros como titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). De perfil técnico, el funcionario nunca tuvo ni voz ni voto en la confección de los lineamientos políticos del organismo previsional, al que accedió en febrero tras la caída en desgracia del cordobés Osvaldo Giordano. Quien tiene más chances de reemplazarlo es : Eduardo “Lule” Menem, de estrechísimo vínculo con Karina Milei.
PL/MG