La madre de Fabiola Yañez, Miriam Verónica Verdugo, declara este jueves en la causa contra el ex presidente Alberto Fernández, quien es investigado por violencia de género hacia la ex primera dama.
Verdugo fue citada a las 10 en los tribunales de Comodoro Py para declarar como testigo en la fiscalía que lleva el caso, a pedido de la querella de su hija.
Según trascendió, la madre de Yañez fue una de las primeras personas en ser convocadas como testigo por la Fiscalía desde el inicio de la investigación, pero su testimonio se retrasó.
Verdugo debía declarar desde España por videoconferencia bajo exhorto internacional, pero la querella que representa a Yañez, a cargo de la abogada Mariana Gallego, confirmó que lo haría de forma presencial en los tribunales. Horas antes de esta presentación en Comodoro Py, Fernández filtró chats de diálogos con Verónica Verdugo donde expresa su preocupación por la cantidad de ingesta de alcohol de Yañez y pide ayuda a la madre de la ex Primera Dama. La estrategia legal de Fernández apuntaría a desacreditar a su expareja y su versión sobre los golpes que habría recibido de parte del exmandatario.
El expresidente está imputado en la causa que lo investiga por violencia de género hacia la ex primera dama y su defensa aportó cinco testimonios de exempleadas que hablaron en una escribanía para negar las acusaciones al exmandatario.
Cuatro de ellas ya fueron convocadas por el fiscal a declarar bajo juramento de verdad en la última semana de septiembre y primera de octubre próximos.
En la causa se sumaron audios de conversaciones entre Fernández y Yañez, además de fotografías y otras evidencias aportadas por la querella, ante las cuales el fiscal federal Ramiro González tendrá que definir si lo cita a declaración indagatoria.
Una de estas evidencias es la grabación de una conversación que ambos mantuvieron en su habitación de la residencia de Olivos y trascendió el miércoles a la prensa.
En el audio entregado al fiscal por la querella y que forma parte de la causa judicial el entonces presidente le dice a Yañez frases como “andá a la puta que te parió, vos y todas tus crías, boluda!” o “la concha de tu madre”, entre otros insultos.
Testigos que presentó Fernández
El fiscal federal Ramiro González citó este martes a declarar como testigos a las amas de llaves y niñeras propuestas por el expresidente Alberto Fernández. Las cuatro mujeres deberán declarar en la causa por supuesta violencia de género contra la ex primera dama Fabiola Yáñez.
Se trata de Cintia Romina Tonietti y Amalia Tereza Moreno, quienes deberán declarar en los tribunales de Comodoro Py 2002 el jueves 26 de septiembre; y Karina Daniela González y Noelia Del Valle Gómez, ambas citadas para el jueves 3 de octubre.
Las testigos propuestas por Fernández habrían declarado ante escribano público y sus dichos permanecían resguardados por la fiscalía, tras la presentación de la defensa del expresidente. Sin embargo, las cuatro serán escuchadas ante el fiscal para poder incorporar las declaraciones formalmente al expediente.
La estrategia legal de Fernández apuntaría a desacreditar a Yáñez y su versión sobre los golpes que habría recibido de parte del exmandatario. La defensa presentó copia certificada de una quinta testigo de parte, una mujer denominada “Testigo B” y que habría manifestado ante un escribano que Yañez “estaba desequilibrada, tenían problemas por el consumo excesivo de alcohol, se golpeaba en estado de ebriedad y mantenía relaciones a escondidas con otros hombres mientras vivía en la quinta de Olivos”.
La declaración de Tamara, hermana de Yañez
En tanto, este lunes declaró como testigo una hermana de Yáñez, Tamara, quien aseguró al fiscal González que hasta 2016, la ex primera dama tenía “una vida normal”, pero que ese año le contó que estaba embarazada y que quería tener a su hijo. Sin embargo, días más tarde, le dijo que “no iba a poder ser” porque Fernández le informó que “lo tenía que suspender”.
“Ellos no se cuidaban, sabíamos que podía pasar el embarazo”, declaró la excuñada de Fernández. La mujer también sostuvo que los malos tratos a Yáñez eran evidentes desde el inicio de la relación y que llamó al expresidente para recriminárselo. La respuesta de Fernández: “Sos una pendeja impertinente, con vos no hablo”, le dijo antes de cortarle el teléfono.
“Habíamos estado intentado por años sacarla de ese lugar. Nosotros sabíamos cómo era la cuestión, como él se manejaba, que él la menospreciaba”, afirmó Tamara Yáñez.
La testigo también aseguró que en junio de 2021, mientras vivía en Misiones, la ex primera dama fue a su casa por la noche, después de una actividad oficial. Al día siguiente, cuando entró a la habitación le vio el ojo morado, que todavía no estaba de color negro. Le preguntó qué había pasado. “Discutí con Alberto, era de noche y estaba en la cama. Alberto me pegó un manotazo”, respondió Yáñez. Luego, se maquilló para salir sin que se le notara el ojo morado.
La excuñada de Fernández afirmó que la violencia era habitual, especialmente porque siempre la hacía callar. Además del episodio en Misiones, Tamara Yáñez contó otro supuesto hecho en el chalet presidencial, en el que presenció gritos muy fuertes de Alberto, “la agarra del brazo y se la lleva a su habitación”. Fabiola se encerraba en la habitación que fue de Francisco, hijo de la pareja, y Alberto le gritaba desde afuera. Tamara dijo que lo escuchó por teléfono “Alberto estaba como loco”, aseguró a la fiscalía.
Tras la filtración de la foto de la fiesta en Olivos durante la pandemia, la situación se agravó, dijo la testigo. “La tenían encerrada”, “le cortaron actividades”. “Ahí es cuando empeora su cuestión personal porque se la pasaba encerrada”, dijo sobre su hermana.
Además, de responsabilizarla por la filtración de las fotos, Fernández le atribuyó a su entonces pareja la derrota en las elecciones de 2021, según la excuñada.
Fabiola Yáñez no se podía ir de la Quinta de Olivos por lo que decidió trasladarse a la casa de huéspedes. “En la casa principal era insostenible”, dijo su hermana.
Tamara y la madre tenían miedo, aseveró. “Mamá me decía: nos tenemos que cuidar” porque Fernández siempre se jactó de su poder como presidente y no le podía decir nada. “Siempre había que darle la razón”, aseguró.
ED/JJD