La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner declaró ante la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo cómo percibió el intento de matarla el jueves 1° de septiembre por la noche, luego de que Fernando Sabag Montiel le apuntara y gatillara una pistola cargada con cinco proyectiles calibre 32 cerca de la cara. El relato casi completo de su testimonial surge del procesamiento del acusado y su principal cómplice, Brenda Uriarte, dictado este jueves por la magistrada.
El texto expuesto en el escrito reproduce una pregunta que le realizó el fiscal Rívolo sobre el rol de la custodia y una respuesta evasiva en la que la vicepresidenta evitó dar detalles sobre si la custodia logró percatarse de lo que había sucedido. La fiscalía intenta determinar si los custodios incumplieron su deber como funcionarios públicos de proteger la vida de la funcionaria y adecuarse a los protocolos que le exige su función.
“Cuando vine acá, luego de salir del Senado -comenzó su testimonio la vicepresidenta-, la gente me estaba esperando a la salida de casa con cánticos, apoyo y libros para firmar. Cuando bajo (del auto), hago un trayecto y la gente se forma en un semicírculo sobre la calle Juncal. Yo comienzo a caminar, saludo a la gente y muchos de ellos traen libros para que se los firme”, dijo ante la jueza y el fiscal.
Fernández de Kirchner continuó relatando el hecho: “Cuando estaba dando la vuelta por la calle Juncal, veo que alguien revolea un libro. Es la primera vez que me pasa desde que presenté el libro. Nunca me pasó que revoleen un libro”. Inmediatamente después, agregó: “Cuando pasa eso, me agacho a agarrarlo. Cuando me levanto, veo que se arma un tumulto de personas que agarran a una persona. Ahí recordé que el día anterior un repartidor había agredido a una persona de mi custodia y pensé que era un caso similar”.
“Luego, termino el círculo, firmo unos libros más y entro a mi domicilio. Cuando venía en el ascensor, mi secretario Diego Bermúdez estaba muy nervioso y me dijo que creía que había habido un arma porque había escuchado un clic”, afirmó Fernández de Kirchner.
La vicepresidente declaró a continuación: “Cuando llegamos al domicilio, nos sentamos en el comedor diario, vimos las imágenes y constatamos lo que había ocurrido. Ahí me empiezo a enterar lo que había pasado, que esta persona es brasilero y seguí obteniendo información de esa manera, es decir, a medida de lo que iba surgiendo”.
Cuando el fiscal Rívolo le preguntó si al momento del tumulto escuchó algún comentario del círculo de la custodia que le indicara alguna actividad a seguir, Fernández de Kirchner respondió: “En ese momento, personal de mi custodia me dijo ‘vamos, vamos’, porque me quería alejar del túmulo y ahí terminé el círculo, firmo los últimos libros y subo. Reitero, solo me di cuenta del hecho cuando lo vi por televisión”.
ED