A días del operativo clamor, cuando varios dirigentes del ultrakirchnerismo salieron en una acción coordiada a promoverlo, este lunes finalmente la propia Cristina Fernández de Kirchner se lanzó como candidata a presidenta del Partido Justicialista (PJ). Lo hizo por medio de un extenso texto, al que llamó carta abierta, en el que realizó una reflexión sobre el estado del país y la crisis actual, y criticó con dureza al gobierno de Javier Milei, destacando la violencia creciente y la falta de respuestas reales a los problemas económicos y sociales que atraviesa la Argentina.
“Quiero agradecer a todos los compañeros y compañeras las muestras de cariño y los mensajes de apoyo para ser la presidenta de nuestro partido. Nunca he ocupado un lugar sin tener la certeza de estar capacitada para la tarea encomendada; sin miedo ni presiones. Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también, es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes. Lograr ello no es un objetivo en sí mismo sino concebir a nuestro partido como el instrumento que debe dar el primer paso para reagrupar a todas las fuerzas políticas y sociales detrás de un programa de gobierno que devuelva a esta Argentina sumida en la crueldad y el odio de los necios, la esperanza y el orgullo de ser argentinos. Los abrazo con el afecto y el cariño de siempre”, dijo la exmandataria nacional en su carta de cinco páginas.
La presidencia del PJ está en discusión tras la renuncia de su excompañero de fórmula, Alberto Fernández, como consecuencia de la denuncia por violencia de género contra Fabiola Yáñez que enfrenta en la Justicia.
Cristina no es la única postulante a la presidencia del partido fundado por Juan Domingo Perón: también se candidateó, meses antes que ella, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. El mandatario provincial, inclusive, sabiendo que un grupo de dirigentes kirchneristas venía impulsando la llegada de CFK a ese puesto partidario, lejos de retirar su postulación la confirmó y dijo que al partido le viene bien una votación interna.
En su carta, Fernández de Kirchner subrayó que nunca presenció un momento tan crítico para el país y el peronismo. Acusó a Milei de ser un “showman economista” que convirtió su gestión en un espectáculo degradante, con promesas incumplidas como la dolarización, mientras el ajuste recaía sobre los sectores más vulnerables, incluyendo jubilados y hospitales de salud mental, en alusión al cierre del hospital público Laura Bonaparte, decidido tras la asunción de Mario Lugones como ministro de Salud de la Nación.
“¿Cómo llegamos a este momento inédito? ¿Es solo por el fracaso de los dos últimos gobiernos democráticos? ¿O es que una parte de nuestra sociedad está dispuesta a soportar cualquier cosa antes de que gobierne un peronista? ¿Es una casualidad que los únicos dos presidentes con fuerte impronta antiperonista o antikirchnerista —como más te guste— sólo hayan podido llegar a la Casa Rosada a través del balotaje, como fueron los casos de Macri y Milei? ¿Es el ADN del enfrentamiento que anida en los argentinos, como afirmó un importante prelado de la iglesia en la procesión a Luján el pasado día sábado?”, se preguntó CFK.
Sin embargo, Cristina también sorprendió en su texto al realizar una autocrítica: reconoció que en el último gobierno peronista, del que ella fue vicepresidenta, con Alberto Fernández de presidente de la Nación, se cometieron errores que llevaron al desorden y la pérdida de apoyo popular, lo que contribuyó a la victoria de Milei en 2023.
Sin embargo, reafirmó la necesidad de enderezar el rumbo del peronismo, fortaleciendo la organización interna del partido y creando un espacio de discusión y participación que hoy está ausente. Para Fernández, es fundamental abordar nuevas demandas sociales y reconstruir el partido con un liderazgo claro que guíe a sus miembros hacia un proyecto común.
En su carta, Fernández también señaló que el principal problema del país es el alto nivel de endeudamiento en moneda extranjera. Retomó lo planteado en su documento de septiembre, donde alertó sobre la economía bimonetaria y los desafíos que esto plantea para la Argentina.
También expresó su esperanza en las nuevas generaciones de peronistas, destacando la reciente victoria en los centros de estudiantes de cuatro facultades de la UBA, incluyendo la histórica conquista de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU). Y llamó a profundizar este trasvasamiento generacional, incorporando jóvenes de escuelas secundarias, universidades, sindicatos y movimientos sociales, para reforzar la presencia del peronismo en los barrios populares.
Finalmente, agradeció a los compañeros y compañeras peronistas por las muestras de apoyo en este nuevo desafío y reafirmó su compromiso de liderar el partido en unidad.
JJD