La Marcha Federal Universitaria finalizó este martes poco antes de las 7 de la tarde con un acto de cierre en el que se leyó un crudo diagnóstico sobre la situación económica que sufren las universidades públicas como consecuencia de las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei. La lectura del documento final estuvo a cargo de Piera Fernandez de Piccoli, secretaria general de la Federación Universitaria Argentina (FUA), organización estudiantil creada hace 106 años.
“No queremos que nos arrebaten nuestros sueños. Nuestro futuro no les pertenece. Somos orgullosos hijos e hijas de la universidad pública argentina. Somos la universidad pública gratuita e irrestricta en el ingreso de excelencia con libertad y equidad. Somos la universidad pública para el gran pueblo argentino. Por eso lucharemos en una irrenunciable resistencia democrática y pacífica por la educación que queremos y por el país que anhelamos”, dijo Fernández de Piccoli, en un encendido discurso.
La dirigente de 27 años, oriunda de Río Cuarto, Córdoba, señaló que “la universidad pública argentina atraviesa un periodo crítico como consecuencia de las políticas implementadas por el Gobierno nacional”, pese a ser “uno de los motores de la democracia, la producción y los lazos sociales”.
En tal sentido, describió que las casas de altos estudios públicas en todo el país “han sufrido un fuerte ajuste en términos reales en los denominados gastos de funcionamiento, la partida que mes a mes el Poder Ejecutivo envía a las universidades para que puedan funcionar, es decir, mantener los edificios, realizar las obras, sostener las becas, las residencias y comedores, investigar el desarrollo científico, financiar hospitales, laboratorios, los servicios básicos, alquileres”. “Todo fue congelado”, señaló.
Frente a una multitud congregada en Plaza de Mayo, la dirigente sostuvo que las instituciones educativas “llegan a marzo de 2024 con un presupuesto de gastos a valores para septiembre de 2022”, por lo cual “el incremento del 70% de estas partidas dispuestos para el mes de marzo” por el Ministerio de Capital Humano, que conduce Sandra Pettovello, “más el reciente anuncio en el marco de esta convocatoria, son absolutamente insuficientes”.
Subrayó que las obrras del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria están “paralizadas y no hay certezas ni información respecto a su continuidad” y que “más del 90% de lo que el Estado invierte en la educación superior se destina al pago de salarios”, que en los últimos meses “han perdido el 50% respecto de la inflación”
También destacó la importancia de “las políticas de becas”, a las que calificó de “fundamentales para democratizar” pese a lo cual “su recorte es alarmante” y destacó que “los sectores científicos, tecnológicos y de investigación nacionales atraviesan uno de los momentos más críticos de la historia”.
Otros oradores del acto de cierre
Minutos antes de las 18, cuando había empezado el acto, la primera en hablar fue la referente de Madres de Plaza de Mayo Taty Almeida, quien se preocupó por resaltar que “por supuesto, la marcha es política, pero no partidista”, aunque después dijo, al parecer refiriéndose a la militancia kirchnerista: “Si bien perdimos una elección, no nos han vencido”.
Después, el activista Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, recordó que con un grupo de dirigentes kirchneristas presentó el lunes un pedido de juicio político contra el presidente Milei porque, según dijo, “no puede ser que destruya el país”. De inmediato, se escuchó al público cantar: “Que se vaya, que se vaya”.
“Esto no es sólo la defensa de la universidad pública, es la defensa del derecho del pueblo a vivir dignamente, a que no se nos mueran los niños de hambre, a que no sigan echando empleados, a que no se afanen las obras públicas, a que atiendan la salud porque hay varios muertos oncológicos por la falta de medicamentos. ¿Ustedes saben que este gobierno compró 24 aviones de combate? No hay plata para la educación, para la salud, para los campesinos, pero hay plata para comprar aviones de combate”, señaló Pérez Esquivel, en alusión a los cazas adquiridos por la Argentina a Dinamarca.
No hay plata para la educación, no hay plata para la salud, no hay plata para los campesinos, pero hay plata para comprar aviones de combate
El arqueólogo Carlos de Feo, secretario general de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), protestó contra lo que consideró “una pandilla de fascinerosos que dicen que hay que terminar con el Estado” y sostuvo que los universitarios están “decididos a llevar esta pelea adelante”.
A De Feo le siguieron la secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), Sonia Alesso; el secretario general de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), y el secretario general de la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (FAGDUT), Norberto Heyaca, quien sostuvo: “La universidad pública no es parte del problema, es parte de la solución. Está en todas las provincias, creando condiciones de arraigo para los jóvenes de cada lugar. Y lo digo con conocimiento de causa, pues la universidad donde trabajo, la UTN, está en 14 provincias y en algunas ciudades es la única opción universitaria. Y no pequeñas ciudades, como en Venado Tuerto, por ejemplo”.
Después siguieron el secretario adjunto de la Conadu Histórica, Oscar Vallejos; secretario general de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN, del sector no docente), Walter Merkis; y el secretario general de la Federación de Docentes Universitarios (Fedun), Daniel Ricci, quien dijo que “los hijos de los trabajadores sólo pueden ascender gracias a la universidad pública”. “Señor Presidente, no dialogue sólo con Conan sino con las expresiones de todos los argentinos. La patria se construye con todos”, dijo Ricci.
JJD