“Todo esto ocurrió en Santa Cruz”. Néstor Kirchner “me lo presentó (a Lázaro Baéz) como un amigo, como una persona cercana a él”. “A mí me pidieron que sea parte de un gobierno, nadie me pidió que sea cómplice de un delincuente”. “Todo esto me parece que ocurrió después (de) que yo me fui porque en mi época esto yo no lo ví así”. “Yo no puedo decir que los Kirchner no tienen nada que ver con los Báez porque van al mausoleo de Néstor juntos, ¿cómo no van a tener que ver?”. “Yo quisiera que no haya nuevos Lázaros Báez”. Son algunos de los textuales de entrevistas televisivas en los que el ahora presidente Alberto Fernández se refirió al empresario patagónico y a la presunta corrupción en las obras viales adjudicadas a sus empresas durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner.
El Presidente será el testigo estrella en el juicio oral y público por el caso Vialidad, el único en pie contra la vicepresidenta, imputada en este expediente por los presuntos delitos de administración fraudulenta y asociación ilícita en la adjudicación de obras a Báez.
El Presidente integra la lista de exjefes de Gabinete de Fernández de Kirchner citados como testigos a pedido de la defensa de la exmandataria. El abogado Carlos Beraldi lideró los interrogatorios de los tres que ya declararon en lo que va de febrero: Juan Manuel Abal Medina, Jorge “Coqui” Capitanich y Aníbal Fernández. Tras la declaración de Fernández, resta escuchar a Sergio Massa, actual presidente de la Cámara de Diputados.
La verdad es que no lo conocí a Lázaro Báez, no sé si me lo habré cruzado en una reunión. Escuché las cosas que se decían siempre.
Beraldi trajo al juicio el rol de los jefes de Gabinete y su responsabilidad en la ejecución del presupuesto de la obra pública y la reasignación de partidas, uno de los puntos de la acusación.
El archivo de algunas de las entrevistas televisivas que el ahora Presidente realizó entre 2013 y 2018 permite reconstruir sus textuales sobre el empresario Báez, la acusación en el caso Vialidad, la obra pública, el rol de los jefes de Gabinete y la expresidenta -a quien nunca acusó directamente por este caso, como sí lo hizo sobre el memorándum con Irán-. Esos textuales demuestran que, a diferencia del resto de sus compañeros de cargo, Alberto Fernández ha reconocido sus sospechas sobre Báez; ha hablado sobre el estrecho vínculo del dueño de Austral Construcciones con los Kirchner; ha reclamado explicaciones sobre la llamada ruta del dinero K; y ha criticado la gestión del exministro Julio De Vido, otro de los acusados en este juicio.
Aunque ha realizado declaraciones contradictorias sobre el caso a lo largo de este periodo de tiempo (2013-2018), el archivo de algunas entrevistas disponibles en YouTube que analizó elDiarioAR marcan dos periodos claros: entre 2013 y 2017, cuando estaba más cerca de Sergio Massa, se mostraba crítico a Fernández de Kirchner y reclamaba explicaciones a la familia Báez; y en 2018, cuando comenzó a reconocer en los medios que había retomado el diálogo con Fernández de Kirchner y suavizó sus críticas a la exmandataria y sus sospechas sobre Báez.
Presidencia no tiene ningún operativo especial preparado para este martes, confirmó una fuente oficial a elDiarioAR. Fernández deberá presentarse ante el Tribunal Oral Federal número 2 a las 9.30 y declarará ante al menos dos de los jueces de manera presencial (suelen turnarse por protocolo Covid-19, dos presencial y uno virtual), mientras que el fiscal Diego Luciani, los abogados defensores y las querellas de la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera (UIF) -dos organismos que dependen del Ejecutivo- presenciarán la testimonial conectados por Zoom, al igual que la prensa, con acreditación previa del tribunal. El mandatario estará acompañado por su escolta y no habrá seguridad extra a la habitual, informó la fuente oficial.
El Presidente no está obligado legalmente a atenerse a sus propias declaraciones públicas, aunque podría ser interrogado sobre ellas durante la audiencia del martes. Para la Justicia, sólo es válido lo que un testigo declara ante el tribunal y en la medida en la que no se contradiga con otras declaraciones que haya prestado ante la Justicia sobre el caso. En 2018, el periodista Luis Novaresio le preguntó a Fernández por el caso de la exsecretaria de Néstor Kirchner, Miriam Quiroga, y sus declaraciones públicas sobre “bolsos con dinero” en la Casa Rosada. “Miriam Quiroga en la Justicia dijo todo lo contrario (a lo que dijo en los medios)”, lo interrumpió Fernández.
La acusación que lleva adelante el fiscal Luciani tiene un punto central sobre el que el Presidente se ha referido en entrevistas: el vínculo entre Báez y los Kirchner, sus relaciones comerciales y personales, y el crecimiento exponencial de las empresas y negocios del cajero bancario que se convirtió en empresario de la obra pública de la mano del entonces gobernador Néstor Kirchner y más tarde, con la llegada del matrimonio Kirchner-Fernández al poder, según la acusación. Esta relación preexistente, que se extendió a lo largo de las presidencias de CFK, es la base, para los acusadores, de la presunta defraudación y la supuesta asociación ilícita entre los imputados.
“No lo conocí”
El 15 de abril de 2013, horas después de la emisión de Periodismo Para Todos (PPT), en Canal 13, Fernández dio una entrevista telefónica a Todo Noticias (TN) para referirse a las revelaciones de “la ruta del dinero K”. Por primera vez, Leonardo Fariña y el financista Federico Elaskar habían aparecido en cámara relatando el circuito de lavado de dinero de Báez, por el que el empresario terminó condenado en 2021 a 12 años de prisión.
“La verdad es que no lo conocí a Lázaro Báez, no sé si me lo habré cruzado en una reunión. Escuché las cosas que se decían siempre”, dijo Fernández a los periodistas Florencia Etcheves y Guillermo Lobo. “Lo que yo escuché (en PPT) son casos de lavado de dinero muy graves”, agregó el ahora presidente.
No era alguien que venía al Gobierno Nacional, no sé, lo conocerán de Santa Cruz, donde Lázaro hacía sus obras, sus trabajos o su defalco, no sé, como lo llamen.
“Una vez en mi vida”
Tres años más tarde, en distintas entrevistas que realizó durante 2016, Fernández sí reconoció conocer a Báez y dio detalles sobre la única vez en que la dijo haber estado con el exdueño de Austral Construcciones. El 5 de abril de ese año, Báez quedó detenido por orden del juez Sebastián Casanello en el marco de la acusación de lavado, ex expediente distinto al de Vialidad pero extrechamente conectado: en la sentencia de 2021, dos de los jueces sostuvieron que el empresario lavó dinero proveniente de la obra pública.
El 22 de marzo de 2016, en el programa Plan M, conducido por el periodista Maximiliano Montenegro y emitido por Canal 26, Fernández dijo en el piso: “Lo ví una vez en mi vida a Lázaro en (El) Calafate, cuando estaban construyendo Los Sauces, estábamos en la obra. Tampoco lo ví en la casa de Néstor”. Faltaban 14 días para que Casanello ordenara la detención de Báez por el caso de lavado. Restaba un mes para que naciera el caso Vialidad.
Era 2005, dijo Fernández sobre aquel encuentro fortuito con Báez. “No era alguien que venía al Gobierno nacional, no sé, lo conocerán de Santa Cruz, donde Lázaro hacía sus obras, sus trabajos o su defalco, no sé, como lo llamen”, respondió durante la entrevista.
“No era como ahora, no tenía la dimensión de ahora. Los hechos que relatan Elaskar y Fariña son de 2010. Antes se decían cosas, pero tampoco se le puede crédito a todas las cosas que se dicen”, agregó en su defensa.
Ese mismo año, en el programa Animales Sueltos, el periodista Alejandro Fantino le preguntó por el empresario. Néstor Kirchner “me lo presentó como un amigo -dijo Fernández-, como una persona cercana a él, estábamos en Santa Cruz, yo no le presté mucha atención”. Entonces, puso en duda las acusaciones contra el empresario de haber lavado a través de paraísos fiscales, bancos suizos y compra de propiedades casi US$60 millones de la obra pública. Fernández dijo estar preocupado: “Si esto no llega a ser cierto, cómo afecta esto a la memoria de Kirchner es muy grande”. Fantino le recordó: “Esto es cierto”.
El 9 de junio de 2016, Fernández fue entrevistado por los periodistas de La Quinta Pata, en la Televisión Pública. Entonces, la Justicia ya había iniciado el expediente conocido como Vialidad, tras la denuncia del titular de ese organismo en el gobierno de Cambiemos, Javier Iguacel. “Voy a contestar por enésima vez, en mi época yo sabía que Lázaro Báez era un señor que hacía obra pública en Santa Cruz. Lo ví una vez en mi vida, en (El) Calafate, cuando Kirchner estaba construyendo el hotel Los Sauces y él estaba haciendo una obra que consistía en tirar cables de teléfono o de luz para instalar en lo que fue el hotel posteriormente”
Obviamente que hay problemas de sobreprecios.
Esto pasó pero en Santa Cruz
En el programa Plan M, Fernández habló con una pantalla de fondo que reproducía el video de una cámara de seguridad de la financiera SGI en el que se veía a Martín Báez, hijo mayor de Lázaro y ejecutivo de Austral Construcciones, contando fajos de dólares en 2012.
Montenegro le preguntó si lo que se veía había sido parte de un mecanismo sistemático de corrupción para defraudar fondos del Estado. “Esto me parece gravísimo. Es todo lo que te puedo decir. Me asombra que nadie dé una explicación. Si a mí me llegas a imputar algo así, vengo acá, me siento y te explico todo, si es mentira. Y si no, me entrego, qué sé yo”.
“La verdad me parece increíble que nadie explique nada -se extendió Fernández ante las repreguntas-. Olvidate de lo judicial, lo judicial es muy complejo, acá todos graciosamente dicen por qué el juez (Casanello) no avanza, es una cosa difícil de resolver”.
“Desde lo político, lo que digo es que esto hay que explicarlo porque el que calla otorga”, agregó Fernández. Sobre Hotesur, un caso en el que también estaban acusados Fernández de Kirchner, sus hijos y Báez, entre otros, dijo entonces: “Ese es otro expediente que se está tramitando y van a tener que explicar porque es todo muy loco lo que pasó ahí”.
“A mí me pidieron que sea parte de un gobierno, nadie me pidió que sea cómplice de un delincuente. Si alguien hizo esto, pues que responda”, dijo en alusión al video. “Yo quisiera que no haya nuevos Lázaros Báez”, afirmó.
-Ahora esto empezó en 2003, ¿no? - le preguntó el periodista Diego Genoud sobre el crecimiento exponencial de las empresas constructoras de Báez y la adjudicación de obras públicas.
-No… esto es 2012, las denuncias de (Jorge) Lanata, 2010.
-Si, pero Austral Construcciones como empresa y Lázaro Báez como socio de Néstor Kirchner…
-Pero ordenemos un poco las cosas: todo lo que estás hablando, ocurrió en Santa Cruz. No ocurrió en el Gobierno nacional…
-No, las obras las otorgó Vialidad Nacional…
-No, todo ocurrió en Santa Cruz, no ocurrió en el Gobierno Nacional.
-Pero los fondos son de Vialidad nacional…
-Está bien, pero el Gobierno gira los fondos y la provincia es la que licita, no es el Gobierno Nacional.
-La pregunta es si este sistema que ahora se ve (señala el video) acompañó al kirchnerismo desde 2003 - insitió Genoud.
-No, a mí no me consta. A mí me consta que los hechos que denuncia Lanata son de 2010 y que esta filmación data de 2012.
“Yo no puedo decir que los Kirchner no tienen nada que ver con los Báez porque van al mausoleo de Néstor juntos, ¿cómo no van a tener que ver? -afirmó Fernández en la entrevista-. Lo que espero es que alguien diga algo, que alguien explique algo, algo más que decir ‘esto es una persecusión’, porque esto no es una persecución, esto son unos tipos contando plata que no sabemos de dónde salió”, agregó.
A mí me pidieron que sea parte de un gobierno, nadie me pidió que sea cómplice de un delincuente. Si alguien hizo esto, pues que responda.
La obra pública
Juan Villanueva, abogado de Báez, aseguró a elDiarioAR que para la defensa “uno de los puntos de la acusación sostiene que desde la Presidencia se redirgieron partidas presupuestarias para beneficiar a la provincia de Santa Cruz por sobre otras provincias, y en particulas a las empresas de Báez. Pero quedó demostrado -luego de las declaraciones de Abal Medina, Capitanich y Aníbal Fernández- que no fue así porque las leyes de presupuesto y las reasignaciones de partidas son firmadas por los jefes de Gabinete y acreditan una distribución homogénea de obra pública para todas las provincias del país”.
“Otro punto de la acusación -afirmó Villanueva- sostiene que la provincia de Santa Cruz fue beneficiada con más obras de las que debería haber recibido en la distribución del presupuesto porque la provincia tiene pocos habitantes, pero los exjefes de Gabinete explicaron que la decisión no tiene que ver únicamente con la concentración de población, de ser así únicamente se harían obras públicas en la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal, en detrimento del interior del país. Deben analizarse también otras variables, como el desarrollo económico y turístico, factores de soberanía y desarrollo energético, además de la extensión territorial y la cantidad de kilómetros de red vial en cada jurisdicción”, aseguró el abogado del empresario.
Sin embargo, el eje central de la acusación de la fiscalía sigue siendo el vínculo entre los Kirchner y Báez, el supuesto direccionamiento de las obras a sus empresas y su exponencial crecimiento económico a partir de la llegada de los Kirchner al gobierno nacional, según el requerimiento de elevación a juicio. “No puedo desatender el dato de que todo ocurrió en Santa Cruz y que es la provincia de Néstor. Pero hay que poner todo en su exacto punto”, dijo Fernández en marzo de 2016 en Plan M.
En la acusación también se sostiene que las empresas de Báez, en especial, la principal de ellas, Austral Construcciones, fueron montadas con el presunto objetivo de obtener fondos estatales. Todos los acusados han negado en reiteradas oportunidades haber integrado una supuesta asociación ilícita para defraudar al Estado.
En la entrevista en La Quinta Pata, del 9 de junio de 2016, conducido por Damián Glanz y Marcela Pagano, Fernández también respondió preguntas sobre la supuesta corrupción en la obra pública asignada a Baéz y repitió los argumentos que había dado en marzo en Plan M. También aprovechó para despegar su gestión como jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner (mayo 2003-julio 2008) del circuito denunciado. “Todo esto me parece que ocurrió después (de) que yo me fui porque en mi época esto yo no lo ví así”, dijo.
“Si miran mis bienes, tengo menos bienes que en 2003”, afirmó Fernández en la misma entrevista, ante los cuestionamientos de los periodistas. “Hay un presupuesto nacional, que aprueban obras públicas, el gobierno nacional distribuye y cada provincia licita y paga a través de Vialidad provincial”, sostuvo. “Que la obra pública está cartelizada no cabe la menor duda, pero no por Lázaro Báez”, dijo en referencia a las grandes constructoras que históricamente ocuparon el ranking de licitaciones públicas, aunque no las nombró. “Obviamente que hay problemas de sobreprecios”, sostuvo Fernández.
Dos años después, el 14 de agosto de 2018, Fernández dio una explicación similar sobre el rol de los jefes de Gabinete al periodista Luis Novaresio. El periodista le había preguntado por la causa de los cuadernos, que había monopolizado la agenda una semana antes. “Ningún jefe de Gabinete, ningún presidente participa jamás de una licitación”, respondió.
“El sistema de obra pública no es un sistema que resuelve un ministro ni el Presidente, es un sistema que resuelve el Congreso Nacional -dijo en relación a la ley de Presupuesto-. En cada negociación presupuestaria vos tenés que negociar con los diputados de cada provincia qué obras públicas quieren en las provincias”. En esta misma línea, una fuente de la defensa de Julio De Vido afirmó a elDiarioAR que en las declaraciones que ya dieron Abal Medina, Capitanich y Aníbal Fernández “quedaron en claro los múltiples controles que existen en la elaboración del Presupuesto y la imposibilidad que existe de incluir fondos para una obra en un presupuesto sin que nadie se dé cuenta, sin que nadie la chequee”. “Nadie protestó ni antes ni durante ni después y los controles no los ejercen solamente los funcionarios del Ejecutivo sino de otros poderes”, agregó la fuente consultada.
Si hay un problema es el de la cartelización en la obra pública, donde Lázaro Baéz era un cuatro de copas.
El exministro de Infraestructura y Planificación es uno de los acusados en el juicio, junto con el exsecretario de Obras Públicas, José López; quienes junto a Fernández de Kirchner y otros ocho exfuncionarios están imputados por supuestamente haber favorecido a las constructoras de Báez con 51 licitaciones públicas para obras viales en Santa Cruz, que, según la acusación, habrían sido dirigidas a sus compañías, beneficiadas, a su vez, por el supuesto desvío de partidas presupuestarias para el pago de obras que en muchos casos ni siquiera se realizaron, según la fiscalía.
Tanto Abal Medina como Aníbal Fernández y Capitanich dejaron en claro ante el tribunal que los jefes de Gabinete no habrían tenido forma de conocer y controlar si las empresas de Báez efectivamente realizaban las obras para las cuales reasignaban fondos de la obra pública y que la reasignación de partidas, si bien eran firmadas por el jefe de Gabinete, venían solicitadas por el ministerio de De Vido.
“La obra pública empezó a convertirse en un mecanismo espurio por la cartelización de los prestadores que conlleva a comprar voluntades en el Estado y empezó con la dictadura” militar, afirmó Fernández en la entrevista de Novaresio en 2018, y pateó la pelota al macrismo: “No es casualidad que el grupo Socma se haya creado en diciembre del 76”. También fue muy crítico del expediente de los cuadernos, del juez Claudio Bonadio y del fiscal Carlos Stornelli, a quien definió como “su amigo”.
Cristina
Ese 14 de agosto de 2018, Novaresio le preguntó:
-Me admitís la pregunta burda. ¿Para vos Cristina no choreó?
-Yo no estoy en condiciones de afirmar eso. Nunca la vi involucrada en temas económicos.
“Acá se construyó la idea de que Cristina estaba al tanto de todo. Y la verdad es que yo no estoy seguro de que estaba al tanto de todo”, agregó Fernández. “Tal vez tengas razón -dijo al entrevistador- (en) que hay una responsabilidad política, pero estamos hablando de responsabilidad penales”.
En esta misma entrevista, Fernández cuenta que ya había retomado entonces el diálogo con Cristina Kirchner y que habían hablado ese mismo día. Sus declaraciones sobre Báez tomaron otro color.
-¿Como puedo yo creer que una presidenta que se manejaba así no sabía que en su ministerio de Infraestructura pasaba lo que pasaba?-, le preguntó Novaresio sobre el caso cuadernos.
-No lo sé pero es posible.
“Cristina era una máquina de exigir acción, hacer, hacer y conseguir resultados”, afirmó, y sostuvo que en sus gestiones como mandataria se realizó “una cantidad de obra pública impresionante”.
“Todo esto empezó como una suerte de ‘carterizaciones’ entre los Kirchner, los Cristóbal López y los Báez. Y ninguno de ellos aparece en esta historia” (de los cuadernos) ¿Qué investigamos durante todos estos años?“, se diferenció Fernández de declaraciones pasadas. ”Si hay un problema es el de la cartelización en la obra pública, donde Lázaro Baéz era un cuatro de copas“, agregó.
Acá se construyó la idea de que Cristina estaba al tanto de todo. Y la verdad es que yo no estoy seguro de que estaba al tanto de todo.
-Después de todas las pruebas que se acumulan sobre el vínculo de Cristina y Lázaro, ¿usted cree que ella es inocente, por ejemplo en el caso Hotesur? - le preguntó dos años antes el periodista Santiago Fioriti, en La Quinta Pata.
-No, no sé si es inocente y no sé si es culpable -dijo Fernández-. Lo que necesito es que rápidamente se sepa porque, como yo, ha habido mucha gente que abrazó este movimiento político honestamente, creyendo en los postulados políticos que sigo defendiendo hasta el día de hoy, y lo que necesitan es que esto se aclare porque yo partícipe de un proyecto político, no fui cómplice de nadie.
De Vido
-¿El problema era De Vido? -, le preguntó Marcela Pagano en 2016.
-No, no sé quién era el problema..
El jefe de Gabinete no es el que toma la decisión por arriba de todos los ministros. Y el Presidente tampoco.
“Nunca el que delinque anda contando que anda delinquiendo, no se lo cuenta ni a sus compañeros de Gabinete”, dijo Fernández en una de las entrevistas, sin alusión a ningún funcionario.
Sobre su vínculo con De Vido, respondió a Novaresio en 2018: “Nunca fue bueno porque a mí me daba la impresión de que era un ministerio que funcionaba con mucha laxitud en las decisiones”.
En la defensa de De Vido sostienen que “los que están imputados hoy fueron elegidos selectivamente. Está imputado un ministro, una presidenta, pero en la elaboración del presupuesto interviene el Ministerio de Economía y un conjunto de organismos, incluso el jefe de Gabinete y los miembros del Congreso, que no están imputados y tenían la misma intervención casi nula de De Vido”. “Ninguno de ellos debería estar imputado”, aclaró la fuente.
“El que tiene que defender su gestión es De Vido, no soy yo. Yo me fui, tuve diferencias con De Vido sobre el manejo de ministerio y en su momento le aconsejé a Cristina que oxigene su gobierno”, dijo en 2016 en La Quinta Pata.
“El jefe de Gabinete no es el que toma la decisión por arriba de todos los ministros. Y el Presidente tampoco. Muchas decisiones las toman los ministerios sin que nosotros tengamos participación. Yo sólo quiero recordarles que (el exsecretario de Transporte Ricardo) Jaime está procesado en una causa por una compra que hizo y la dividió en tres y según dice el juez -yo me enteré por el fallo- lo hizo para evitar pasar por la Jefatura de Gabinete”, declaró Fernández en aquella entrevista.
La testimonial
El abogado de Báez, Villanueva, dijo a elDiarioAR que para la defensa las declaraciones de los exjefes de Gabinete han ayudado a “rebatir puntos centrales de la acusación” y que en el caso del Presidente “es esperable que su testimonio sea similar al de Abal Medina, Capitanich y Aníbal Fernández porque las preguntas son sobre las leyes, la Constitución Nacional y la práctica de un jefe de Gabinete en torno a la formulación de la Ley de Presupuesto y la reasignación de partidas presupuestarias”.
“La declaración más rica hasta el momento fue la de Abal Medina. Creo que fue la más clara y pedagógica respecto de las leyes y artículos de la Constitución que rigen el cargo y el Presupuesto”, sostuvo el defensor. “Las planillas anexas a la ley de presupuesto y a las decisiones administrativas que las reasignan acreditan que a las empresas de Báez también le quitaron partidas presupuestarias ya asignadas para redirigirlas a otros destinos, lo cual falsea la principal hipótesis de la fiscalía”, afirmó Villanueva.
El juicio del caso Vialidad seguirá en la etapa de testigos por al menos hasta mediados de este año. Luego será el turno de los alegatos. Mientras tanto, las defensas, en especial la de la vicepresidenta, aguardan desde 2019 que la Corte Suprema resuelve una serie de planteos de nulidades que buscan hacer caer este juicio antes del veredicto.
ED