La expansión de la actividad petrolera y gasífera en el mar Argentino está pasando límites en nombre de la “soberanía energética” y la búsqueda de divisas, según la denuncia de organizaciones y expertos en medio ambiente que advierten sobre la última autorización del ministro de Ambiente, Juan Cabandie, para la exploración o prospección sísmica a 200 millas marítimas de las costas del sur de la provincia de Buenos Aires. Cristian De Haro es uno de los especialistas que ayudó a desarrollar un protocolo para mitigar el impacto de la actividad en ballenas, delfines, tortugas, lobos marinos y peces que deberá ser aplicado en las próximas exploraciones sísmicas.
De Haro es licenciado en Ciencias del Ambiente, investigador y docente del Grupo de Ecología del Paisaje y Medio Ambiente de la Universidad de Buenos Aires (GEPAMA-UBA). Se especializa en el estudio y conservación de cetáceos en la Patagonia y en el impacto de la actividad petrolera en ambientes marinos y costeros desde hace 30 años.
“Este proyecto de prospección sísmica -que aprobó Cabandie- es uno de varios que se irán presentando. En 2017, hubo una apertura muy grande de permisos y ofertas de bloques de exploración que no se realizaban desde hacía muchos años. Se adjudicaron 18 bloques, de los cuales, ocho, son en la Cuenca Argentina Norte, en el Talud Continental, donde nunca se explotaron hidrocarburos. Otros 10 bloques están en la Cuenca Austral y Cuenca Malvinas Oeste, que ya son explotadas pero buscan extender la exploración allí”, explicó De Haro.
La exploración sísmica es realizada desde buques que transportan una cola de cañones que disparan aire comprimido en el mar y provocan lo que Greenpeace llamó “bombardeos acústicos”. El sonido que generan estos disparos sonoros viaja hasta el lecho marino y permite identificar la presencia de gas o petróleo. Esa información es obtenida y procesada por compañías especializadas que luego venden los datos a las petroleras para que realicen la extracción.
De Haro explicó a elDiarioAR que estos disparos sonoros se realizan en Argentina desde 1957, con tecnologías que fueron modificándose con el avance del tiempo.
El protocolo que ayudó a elaborar junto a especialistas del ministerio de Ambiente fue aprobado oficialmente en 2021, pero el experto advierte que “es una medida concreta, una piecita”. “Si se cumple, minimiza el riesgo de esta actividad, pero no es función de este protocolo ordenar el impacto de las actividades marítimas. No es que con este protocolo se va a poder expandir la frontera hidrocarburífera sin riesgos”, advierte en diálogo con elDiarioAR.
Es lo que más le preocupa, aclara: “La expansión de la barrera hidrocarburífera no puede crecer indiscriminadamente” y está avanzando sobre áreas que deberían estar protegidas por el Estado.
La tendencia indica que la exploración de hidrocarburos se superpone con áreas que deben estar protegidas.
¿Cómo afectan estos disparos en el mar a los mamíferos marinos y a otras especies del mar?
Pueden modificar el comportamiento habitual, enmascarar la comunicación, dificultar la percepción del entorno, desplazarlos de hábitats relevantes, provocar reacciones de estrés, interferir con sus funciones vitales, reducir la disponibilidad de presas y, en casos extremos de exposición al ruido puede causar lesiones directas y hasta afectar su supervivencia. Puede afectar tanto a mamíferos como tortugas, aves marinas y peces.
¿Cómo surgió el protocolo para la exploración sísmica?
Hace bastante tiempo que vengo planteando la necesidad de un protocolo unificado pero surgió en función de la resolución conjunta de Energía y Ambiente de 2019. Ambiente empezó a tener un papel protagónico en el proceso de análisis del impacto ambiental de esta actividad. Fue un avance importante. Antes ni siquiera intervenía, todo era manejado por Energía. Es lógico que Energía promueva la producción hidrocarburífera y que Ambiente quiera conservar los recursos naturales, pero lo que no puede pasar es que funcionen como compartimentos estancos o como dos Estados distintos.
Sin embargo, a pesar de que participó Ambiente, las organizaciones ambientalistas fueron muy críticas con Cabandie por haber aprobado el informe de impacto ambiental sin explicar los argumentos.
Decisiones tan relevantes es mejor tomarlas en otras épocas, cuando la gente no esté de vacaciones o distraída.
¿Está de acuerdo con la decisión que tomó el ministro Cabandie?
Se supone que Ambiente recibió alguna presentación solicitada a la empresa que le permitió autorizar la prospección pero no sé qué presentaron, qué pidieron. No lo sabemos y por eso hay sectores que reclaman la documentación respaldatoria que hizo que el ministerio cambiara su posición.
¿Estos bloques en los que se autorizó la exploración sísmica están ubicados muy cerca de zonas protegidas?
Sí. La tendencia indica que la exploración se superpone con áreas que deben estar protegidas, y no sólo en el Talud Continental sino también en la zona austral, están cerca de Cabo Vírgenes. Las torres de petróleo ya están a 20 millas ó 40 kilómetros. Y los bloques de la zona austral están cerca de las áreas marinas protegidas, como Yaganes (al sur de Tierra del Fuego) y Namuncurá (Banco Burdwood, a la altura de Ushuaia). También hay áreas protegidas costeras y marinas provinciales de mucha riqueza. El ministerio de Ambiente incluso sacó un documento con áreas relevantes del mar Argentino sugeridas para la creación de nuevas áreas marinas protegidas.
Las críticas a Cabandie por la autorización de estas exploraciones en la Cuenca Argentina Norte abrieron también réplicas de sectores que opinan que el cuidado del medio ambiente frenaría el desarrollo económico o la “soberanía energética” de la que habla el Gobierno. ¿Es real la supuesta dicotomía entre ambientalismo y progreso económico?
La discusión de ambientalismo versus progreso económico es arcaica. La conservación y protección del ambiente no va en contra del desarrollo. Todo lo contrario. El tema es cómo un país piensa el aprovechamiento de esos recursos. Si los va a extraer y explotar para generar divisas rápido o si va a planificar a mediano y largo plazo. O cómo vamos a consumir y demandar recursos naturales. Si no diversificamos la matriz energética, la actividad petrolera y gasífera va a tender a expandirse. Tenemos que tomar medidas integrales, buscar alternativas. La expansión de la barrera hidrocarburífera no puede crecer indiscriminadamente. Hay que ordenar las actividades en el mar. Si el Estado decide hacer una prospección sísmica se tienen que aplicar los máximos estándares, seguimientos y controles y contar con información. Está claro que los hidrocarburos son recursos estratégicos pero también son estratégicos el agua, la diversidad, los bienes y servicios ecosistémicos.
¿Cuál sería el límite?
Hay que exigir una evaluación ambiental estratégica, hasta dónde van a llegar los proyectos hidrocarburíferos y qué impacto van a tener en sus distintas etapas. Es urgente hacer una planificación espacial marina donde se ordenen las actividades socio económicas y de conservación. Eso implica también aumentar las áreas marina protegidas y la eficiencia de las que ya están.
¿Cómo elaboraron el protocolo?
Está basado en experiencias internacionales. Se aplica una vez que el Estado aprobó la actividad sísmica y le exige a las empresas que contraten expertos en vida marina como observadores en los buques. Determina además las medidas para los observadores marinos a bordo, que tienen que tomar datos y están vinculados a medidas de mitigación. Eleva los estándares y exigencias. La industria también tiene sus estándares y a veces las casas matrices tienen estándares que superan lo que les exige un país. Pero este nuevo protocolo es obligatorio para aguas nacionales y estandariza el procedimiento para todas las empresas.
La expansión de la barrera hidrocarburífera no puede crecer indiscriminadamente.
¿En qué consiste el procedimiento?
Establece cuántos observadores mínimos tienen que llevar las empresas en los buques y exige que sean no sólo observadores visuales sino también acústicos. Cuando no hay visibilidad en el mar o cuando la prospección sísmica se realiza durante horas nocturnas, los observadores acústicos pueden detectar si hay individuos -ballenas, lobos marinos, tortugas, delfines- en la zona. Además, el protocolo amplía el área de exclusión de 500 a 1.000 metros mínimos.
¿Pueden los observadores ordenar a la empresa que frene la actividad sísmica?
Los observadores marinos además de tomar datos de las especies tienen que estar observando si aparece al menos un cetáceo, una tortuga, un lobo marino dentro de esa área de exclusión y tiene que avisar a quienes manejan los cañones para evitar que disparen, para que corten la actividad. Lo tienen que hacer. Los observadores luego tienen que informar a la autoridad de control, en este caso Energía, pero sería muy importante que sea en conjunto con Ambiente.
Pueden generarse situaciones de tensión entre los observadores y los empleados de la empresa a bordo del buque…
No te quepa la menor duda. Por eso es importante que los observadores trabajen en equipo, que haya un seguimiento de ambos ministerios y articulación con la empresa.
¿Cómo se garantiza la independencia de estos observadores con respecto a las empresas que van a tener que contratarlos?
Son independientes pero los contrata la empresa y tiene que pagarles, es su obligación. Eso no significa que hagan cualquier cosa. Cuanto mejores profesionales e investigadores de las universidades se capaciten, más eficiente va a hacer su trabajo. Es importantísimo que en la aplicación del protocolo se involucre el ministerio de Ambiente, que capacite a los observadores marinos a bordo y que se priorice a los especialistas argentinos.
¿Si se cumple este protocolo se minimiza el riesgo para la fauna marina?
Sí, el protocolo también tiene en cuenta esto: uno de los problemas de las explosiones en el mar es lo repentino y sorpresivo, y eso puede provocar daño físico grave en los individuos. Ese tiempo de corte para ver si finalmente los individuos siguen en el área de exclusión es central. Si se observa que en 20 minutos no aparece, se supone que se alejó, pero en áreas de mucha profundidad se asume que hay buceadores y entonces el corte se lleva a 40 minutos de espera.
¿Qué se establece sobre los cañones?
El protocolo establece que los cañones se inician con arranque suave, a mínima potencia y van aumentando progresivamente la potencia hasta llegar al máximo permitido por el estudio de impacto ambiental. Esto busca que el sonido se vaya incrementando durante determinado tiempo, una media hora o 40 minutos, y que los individuos tengan un alerta para alejarse de la fuente de sonido. Este procedimiento no es perfecto, tiene cuestionamientos pero es parte de lo que está estipulado internacionalmente. Los buques también arrastran el equipamiento y pueden tener 8 mil metros, es como una cola de novia de cañones. Cuando pega la vuelta, tiene que hacer un giro importante y sale del área permitida. El protocolo indica que cuando hace esa vuelta los cañones no sigan funcionando.
¿Qué datos deben tomar los observadores?
Datos de los individuos, de comportamiento ante el efecto del ruido y la invasión del área. Puede haber especies que reaccionen distinto a otras. En el protocolo se agregó la obligación de registrar y observar tortugas, mamíferos marinos y aves buceadoras (pingüinos principalmente), que no estaban contempladas antes.
¿Quiénes van a procesar esos datos?
Los datos tienen que volver a Energía y Ambiente. Toda la información y los datos sirven para poder tener un informe anual en el que se plasmen y se analicen. Si lo hubiésemos hecho hace diez años, hoy tendríamos un bagaje de información propia que retroalimentaría alertas y medidas, y sobre los niveles de cumplimiento. Este protocolo es una piecita para eso. Es importante que el control y el seguimiento lo hagan en tiempo real Energía y Ambiente. Por ahora, lo hace Energía pero es esencial que sea conjunto y esto existe como posibilidad en la reglamentación.
Evidentemente el Gobierno no quiere que Ambiente controle esta actividad de la secretaría de Energía. ¿Por qué sucede esto?
Pasa con todos los ministerios. A Ambiente le vengo insistiendo hace años que tienen que estar involucrados. La resolución de 2019 permite que participe.
ED