La nueva gira internacional que emprenderá Javier Milei a partir de este miércoles y que volverá a llevarlo a Europa no será una más dentro del itinerario oficial. Tras los sucesivos viajes a los Estados Unidos, mediante los que buscó forjarse una imagen de “profeta” anarcocapitalista, esta vez el Presidente se verá obligado al roce con líderes de otros países, en una lógica de intercambio más tradicional, propia de las relaciones exteriores. En ese marco, la incertidumbre que por estas horas cruza al gabinete libertario tampoco deja indemne a una figura de relevancia en el organigrama gubernamental: la canciller Diana Mondino, envuelta en rumores luego de que se confirmara que no acompañará a Milei a la cumbre del G7 a celebrarse esta semana en la ciudad de Bari, Italia.
“Cuestión de cupos”, se limitaron a señalar fuentes de Cancillería ante la consulta de elDiarioAR. El mismo argumento utilizó este martes el vocero presidencial, Manuel Adorni, al deslizar que “no tiene sentido” que más funcionarios vuelen a tierras italianas ya que es la propia organización del evento la que les impide participar. “Originalmente este viaje estaba planeado con parte del gabinete, pero no se pudo dar porque hay una cuestión de acreditación de los diferentes anillos”, señaló el portavoz, en su afán por explicar la insólita ausencia de Mondino de la comitiva.
Las versiones acerca de un posible desplazamiento de la economista de su cargo al frente de la Cancillería comenzaron a circular el viernes. El desplante de Milei a los miembros del Consejo de Embajadores de los grupos árabe e islámico, a cuya reunión desistió de ir al enterarse que figuraba entre los presentes el representante de Palestina, alimentó los primeros rumores acerca de un de enojo del Presidente con quién fuera su candidata a diputada el año pasado.
Pero ese runrún no hizo más que acrecentarse cuando este lunes se supo que Mondino debió ceder la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Internacional, un área clave del comercio internacional que se encontraba bajo su órbita, a la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Karina Milei. “El traspaso se hace porque creemos que va a ser más eficiente dependiendo de Presidencia de la Nación, porque de allí dependerá todo lo que depende de la marca país y de vender a Argentina al mundo”, intentó justificar Adorni tras ser consultado por la decisión publicada en el Boletín Oficial.
A pesar de a haber sido una pieza central de la campaña electoral que llevó a Milei al poder, Mondino está lejos de pertenecer al círculo de confianza del Presidente y muchas veces sus movimientos no responden a un alineamiento automático con los designios de la Casa Rosada. Al menos, así lo dan a entender en las filas oficialistas, cuyo núcleo duro está más preocupado en dar la “batalla cultural” a escala global que en consolidar una política exterior más o menos equilibrada.
Esa contradicción pudo escenificarse en marzo, durante la visita a la Argentina de la generala norteamericana Laura Richardson. A lo largo de su estadía, llamó la atención la poca participación de Mondino en las actividades oficiales junto a la jefa del Comando Sur. Días más tarde, no fue sino la propia ministra de Relaciones Exteriores la que le bajó el tono a las nuevas “relaciones carnales” de Milei con los Estados Unidos. Durante una charla en la Bolsa de Comercio de Córdoba, Mondino cruzó a su interlocutor cuando éste insinuó que había un “alineamiento” casi exclusivo de la Argentina con el país del norte. “Con las democracias liberales, que no es lo mismo”, lo corrigió.
Viaje a Suiza
Luego de varios idas y vueltas, Milei decidió participar de la cumbre del G7 invitado por la primera ministra italiana Giorgia Meloni, con quien se cree que mantendrá una reunión bilateral. Sin la presencia de Mondino, la acotada delegación que partirá a Europa este miércoles por la noche está compuesta por la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei y el jefe del Consejo de Asesores Económicos, Demian Reidel, de estrechísima confianza del hoy expectante Federico Sturzenegger.
Sin embargo, la Canciller sí estará presente junto al Presidente en la ciudad de Bürgenstock, Suiza, donde el sábado se realizará una “cumbre por la paz” encabezada por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Milei y Mondino mantuvieron en mayo una reunión virtual con el mandatario europeo, que participó en diciembre del acto de asunción de Milei, que fue leída como un gesto más en el alineamiento geopolítico del líder de La Libertad Avanza con Occidente, en el marco de la guerra con Rusia.
Milei regresará al país el domingo, pero el 21 de junio volverá a volar a Europa para recibir, en Madrid, el premio del instituto de estudios liberales Juan de Mariana. Al día siguiente de ese evento, en tanto, tiene previsto pisar Alemania para ser galardonado con otro premio: la medalla Hayek, que se otorga en honor al Nobel de economía Frederic von Hayek, entregada a Milei por “la lucha por la noble causa de la libertad, en el plano académico y ahora en el plano político”.
En su medio año al frente del gobierno, el libertario ya lleva casi un mes fuera del país: hasta este miércoles, Milei acumulaba 30 días de gira por el extranjero. Realizó siete viajes, cuatro de ellos a Estados Unidos, donde en su agenda no figuró ninguna reunión con miembros del gobierno de Joe Biden. Esta semana, se supo que el fiscal Ramiro González lo investiga por el uso de fondos públicos para presuntos viajes particulares. La denuncia, sin embargo, fue radicada en el Juzgado Federal N°4 que tiene al frente al cuestionado Ariel Lijo, uno de los candidatos del oficialismo para ocupar un lugar en la Corte Suprema.
PL/MG