A dos semanas de las PASO y en línea con el endurecimiento del discurso de campaña para evitar la pérdida de votos por derecha, Juntos por el Cambio subió al ring electoral el “conflicto mapuche” y la disputa territorial en el sur.
Dos hechos ocurridos esta semana en Bariloche abonan esta lectura: la organización del Foro Consenso Bariloche y la denuncia por supuesta agresión sufrida por Diego Frutos, referente de la ex ministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich en la zona, a manos de integrantes de la comunidad Lafken Winkul Mapu, en Villa Masacardi.
Este último caso obligó el jueves por la noche al despliegue judicial y policial, ya que allegados a Frutos promocionaron a través de las redes sociales la supuesta “desaparición” del hombre, cuya propiedad linda con la comunidad con la que mantiene un conflicto y que se instaló allí en 2017 reclamando derechos ancestrales. Luego de más de tres horas de tensión en la zona ubicada a unos 35 kilómetros del centro de Bariloche, Frutos reapareció para protagonizar, el viernes, un raid mediático de denuncia de la situación. Mientras Frutos era buscado, una alta fuente del Gobierno rionegrino descartó dar trascendencia política al caso y resumió consultada por ElDiarioAr: “Es un hecho policial”. El caso está siendo investigado por el Ministerio Público Fiscal.
Un día antes, se realizó en el céntrico hotel Inakayal, el foro Consenso Bariloche, organizado por un espacio que, con el mismo nombre, reúne a diversas organizaciones empresariales, turísticas, hoteleras, un puñado de Juntas Vecinales del oeste de la ciudad (la más rica) y clubes. El núcleo duro empresario de Consenso Bariloche mantiene vínculos estrechos con Juntos por el Cambio y el partido Juntos Somos Río Negro que gobierna la Provincia.
“Consenso Bariloche, por una Patagonia sustentable y en paz” fue el nombre del encuentro que reunió, entre otros, al ex senador y compañero de fórmula de Mauricio Macri en 2019, Miguel Ángel Pichetto, la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, el ministro de Seguridad de Chubut, Federico Massoni, el Intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, el constitucionalista Daniel Sabsay, precandidatos a diputado nacional por la Provincia, abogados, empresarios y vecinos que se presentaron como “damnificados por las tomas”. Declinaron participar el ex gobernador de Río Negro y actual senador, Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), y la senadora Silvina García Larraburu (Frente de Todos). Ningún funcionario ni dirigente del oficialismo nacional se sumó al convite, y desde la organización no se transparentó si fueron convocados.
El grupo Consenso Bariloche se presenta como “un espacio de diálogo, de compartir experiencias, información, análisis y trabajo para construir consensos que posibiliten arribar, en el mediano y largo plazo, a una solución pacífica para todos los involucrados”.
El temario del evento giró en torno a “las causas y consecuencias jurídicas de la problemática, el estado actual de los conflictos por tierras públicas y privadas y el impacto ambiental, económico y en la convivencia pacífica de la ciudad y de la región”. El discurso más duro y que más aplausos se llevó fue el de Pichetto, actual integrante de la Sindicatura General de la Nación, quien caracterizó a los mapuches como “grupos denominados originarios, que utilizan el mecanismo de la ocupación ilegal y que van avanzando permanentemente sobre el Parque Nacional, que es patrimonio de todos los argentinos”.
A través de un video de 12 minutos enviado desde Buenos Aires, dijo además que los mapuches “tienen un elemento adicional que es importante que los argentinos sepan: no reconocen al Estado argentino, no reconocen a las autoridades nacionales, exigen todo del gobierno, pero no les reconocen ningún tipo de autoridad”. “Yo diría que tienen una visión separatista -amplió Pichetto-, de la conformación de un Estado independiente mapuche, de pueblos originarios, y avanzan peligrosamente, incluso con gestiones oficiosas del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas) que es un organismo del Estado federal, sobre tierras que son el verdadero colchón ambiental de Bariloche, las tierras del Ejército Argentino”.
Esta última referencia de Pichetto a las tierras que ocupa el Ejército refieren a un punto central del “conflicto” territorial en la región: el proyecto de construcción del Parque Central de Bariloche. Se trata de una iniciativa de la gobernadora Carreras para la creación de un “pulmón verde” en la zona oeste de Bariloche, que es rechazada por tres comunidades mapuche que habitan en el lugar desde hace décadas.
Carreras pretende destinar un predio de 3.500 hectáreas para la construcción de áreas de recreación, paseo e interpretación ambiental, y que también incluiría zonas intangibles.
Las comunidades Lillalonko Ranquehue, Celestino Quijada y Tambo Báez plantearon su rechazo al proyecto y, fundamentalmente, a que se avance sin el cumplimiento de la consulta previa, libre e informada a los integrantes de los pueblos originarios, según lo establecen las leyes nacionales.
“Racistas, fascistas”
“Quiero aprovechar a reivindicar a un hombre que siempre ha sido despreciado y que su monumento está en el Centro Cívico de Bariloche, que es el General (Julio Argentino) Roca, uno de los grandes presidentes de Argentina y creador del Estado moderno. Cuando asume su presidencia la mitad de la Patagonia no estaba bajo la bandera argentina. Este es un debate de tipo cultural, ideológico y de defensa del interés nacional”, dijo Pichetto al defender a uno de los principales responsables de la denominada Campaña al Desierto que desde 1878 supuso el ataque sobre los pueblos originarios del sur y que hoy el pueblo mapuche encuadra como un genocidio.
“Los mapuches fueron un pueblo invasor proveniente de Chile, que además asolaba la pampa argentina, robaba ganado y también mujeres, y tenían cobertura de bandidos y delincuentes chilenos”, aseguró el ex candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, y cargó contra el Gobierno de Alberto Fernández y la Iglesia: “Lamentablemente el Estado nacional en este momento no está interviniendo con las fuerzas de seguridad (…) Hay actitudes muy pasivas de la Iglesia Católica Argentina, a la que le ocuparon todas las tierras en Mascardi (por un predio del Obispado de San Isidro), que usaban chicos de todo el país como centro recreativo, espiritual. Lugares ocupados, quemados y saqueados. La justicia dispuso el desalojo (pero) seguramente la Iglesia argentina y algún lineamiento del Vaticano haya establecido que no era bueno un desalojo violento, lo que consolida la violencia de los otros. No hay restablecimiento de la legalidad”, planteó.
Al mediodía del miércoles, algunos integrantes de comunidades y de la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro llegaron hasta la puerta del hotel donde se realizaba el evento, y cantaron y gritaron consignas de reivindicación. “Racistas” y “fascistas” les dijeron a los integrantes del Foro y a los participantes del encuentro. Unos 20 policías custodiaban la puerta del lugar, y sólo se produjeron algunos encontronazos verbales con jóvenes que, con banderas argentinas, se habían apostado en el lugar para apoyar el polémico Foro.
Desde la Coordinadora del Parlamento Mapuche de Río Negro se expresó el rechazo al evento organizado por “Consenso Bariloche”, entendiendo que fue una “reedición del Comando Unificado”, en referencia a la política represiva impulsada por la ex ministra Bullrich, junto a los gobiernos de Río Negro, Chubut y Neuquén, que “instaló el clima social para llevar adelante una segunda campaña del desierto”, y que “terminó con persecución política de integrantes, referentes y autoridades del Pueblo Mapuche”. Recordaron, en ese sentido, el caso de la desaparición seguida de muerte, según las denuncias, de Santiago Maldonado y el asesinato de Rafael Nahuel a manos de integrantes del grupo Albatros de la Prefectura Naval Argentina.
“No vamos a permitir que en nuestro territorio ancestral nos vengan a criminalizar, violentar y estigmatizar, sabiendo que la mayoría de la sociedad en esta parte del territorio es Mapuche Tehuelche”, afirmaron desde la Coordinadora del Parlamento Mapuche en un comunicado.
Advirtieron que el encuentro se dará en el marco de una “radicalización del discurso racista”, reflejado en la aparición de folletería en Viedma y Bariloche, que llama a “aniquilar el accionar del terrorismo separatista de los anarco mapuches de la RAM, enemigos de la nación y el pueblo argentino”. La firma de la agrupación “Alerta Nacional” estaba acompañada por la esvástica y el águila del partido Nacional Socialista alemán.
En la misma línea que Pichetto, expuso el ministro de Seguridad de Chubut, Federico Massoni, aunque en este caso no apuntó a la responsabilidad de los mapuches en el conflicto territorial, sino a la promoción de las tomas por parte del Gobierno nacional. Dijo que en la Comarca Andina -conformada por los municipios de Lago Puelo y El Hoyo de Chubut y El Bolsón de Río Negro- se estaba “gestando un conurbano bonaerense” y que por ese motivo intervinieron con las fuerzas de seguridad. “Acá no estamos hablando de comunidades de pueblos originarios, hablamos de gente que delinque”, planteó el también precandidato a Diputado Nacional por el oficialismo chubutense, y arriesgó que cuando se produjeron los incendios forestales en la zona en marzo pasado, el fuego “avanzó sobre tierras que habían sido usurpadas en su momento”, pero que “no había más de 200 pobladores”. Sin embargo, explicó que gracias a la ayuda que “bajó el Gobierno nacional” y que manejó directamente con los intendentes del Frente de Todos de Lago Puelo y El Hoyo “cuando se hizo un censo, había más de mil familias en el lugar”. Aseguró que las tomas están “avaladas” por los Intendentes y el Gobierno nacional.
Por un debate “abierto”
La gobernadora Carreras y el Intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, buscaron bajar el tono a la disputa. La mandataria cuestionó que no “estuvieran todos” en el espacio de diálogo convocado por Consenso Bariloche, en referencia a las propias comunidades mapuches, y pidió un debate abierto. Si bien cuestionó el accionar del INAI, evitó criticar otros aspectos de las políticas nacionales relacionadas con la conflictividad en la zona.
Más allá fue el Intendente Gennuso, quien a pesar de protagonizar en las últimas semanas un enfrentamiento y ser denunciado ante el INADI por la comunidad Quijada, por “desconocer” la presencia ancestral y efectiva en la zona, aseguró ante la mirada impávida de los asistentes que “no va a haber consenso mientras no haya reparación”.
En ese sentido, dijo que “necesitamos sentarnos con tres principios: respeto, justicia y reparación.
Respeto por la identidad de todos los que estemos en esa mesa. Justicia porque vivimos en una sociedad injusta: los sectores de los pueblos originarios han sido invisibilizados. Son los que no lograron, muchas veces, tener lo necesario para vivir. Viven en un mundo injusto. (…) No va a haber consenso mientras no haya reparación, mientras no podamos mirarnos los unos a los otros sabiendo que somos pares, que tenemos las mismas oportunidades. Y los pueblos originarios no han tenido las mismas oportunidades“, repasó.
El cierre del discurso supuso la finalización del evento realizado en el hotel que lleva el nombre de uno de los longkos (jefe político) más emblemáticos para el pueblo mapuche. Para entender la profundidad del debate histórico en la zona, se puede recurrir a las palabras que Orlando Carriqueo, vocero de la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche dijo a ElDiarioAr: “Inakayal combatió la invasión winka (blanca), cayó prisionero en 1884 en el contexto de la Campaña del Desierto, y murió en los sótanos del Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Es una ofensa para el pueblo mapuche que un evento racista se realice en un hotel que lleva su nombre”.
SR