Santa Fe: triunfo de Juntos y victoria de Perotti en la interna peronista
La elección de medio término arrojó un resultado impensado en la provincia de Santa Fe, lejano a lo aportado por todas las encuestas, pero con una tendencia muy consolidada que vale la pena entender.
Juntos por el Cambio acredita más de 600.000 votos, 40.15% del total, con una participación que se acerca al 65% del electorado. La sorpresa es de un crecimiento considerable de las listas de Maxi Pullaro y Carolina Losada que disputan voto a voto quién se queda con la medalla de oro en la interna.
El gobernador Omar Perotti que disputó junto a su grupo una interna contra Agustín Rossi y Alejandra Rodenas impuso con el periodista Marcelo Lewandowski su proyecto de gobierno poniendo coto a las ideas de otros espacios integrantes del Frente de Todos en Santa Fe. Logra así ser la segunda fuerza más votada con más de 400.000 votos, un 29.21 % del total.
El Frente Progresista con Clara García haciendo una excelente elección, imponiéndose sobre la lista del intendente Pablo Javkin y compañía por más del doble, ostenta 160 mil votos (más del 10 %) del total.
Llegó a Santa Fe la polarización del país, lo que hasta la elección de 2019 no había llegado terminó profundizando una elección entre dos modelos y demuele esa expectativa tripartita que tuvo la invencible durante los últimos años.
Pero, ¿qué se puso en juego en Santa Fe?
La provincia argentina que hasta ahora contaba con la particularidad de tres fuerzas consolidadas (Frente de Todos, Juntos por el Cambio, Frente Progresista) definió en esta contienda de medio término nuevos liderazgos y en algunos casos la existencia o fusión de ciertos espacios.
El Frente de Todos llevó a Perotti a convertirse en el gobernador de la provincia de Santa Fe después de 12 años de gobierno socialista, y consiguiendo que el peronismo recupere este bastión de la Argentina. Ahora en la derrota debe resolver puertas adentro cómo continuará la gestión actual.
Perotti logró en la previa al cierre de listas el acompañamiento de algún sector K no tan feliz con el “rossismo” y otras fuerzas como el Movimiento Evita. El rafaelino, con el ex periodista Marcelo Lewandowski encabezando su lista a senadores, se está jugando el nacimiento o no de lo que podríamos llamar “perottismo” y algunas otras cosas de mayor importancia.
Cuando recién asumía su cargo de gobernador, Omar Perotti tomó la decisión de romper vínculos con el sector liderado por el senador departamental Armando Traferri, imputado por la justicia, sospechado de ser líder de una estructura de juego clandestino en toda la provincia. Probablemente Traferri, parte fundamental de la llegada de Perotti a la Casa Gris, sea el dueño del poder real dentro del peronismo santafesino, ya que legisladores y referentes de todos los espacios responden hasta esta noche a sus intereses. La fisura mencionada, le valió al gobernador más diferencias con otros integrantes de la coalición gobernante, al punto de dirimir eso en esta interna.
En Juntos por el Cambio las cosas están más claras pero también más atomizadas. Fieles a su estilo, los republicanos integrantes de esta fuerza resuelven sus diferencias con candidatos e internas. El Pro iba solito en una lista que sólo incorporó a la afamada Amalia Granata, quien ostentaba 300 mil votos en su última elección. En este caso es Federico Angelini, vicepresidente del Pro, quien encabezó la lista para senadores quedando en un magro tercer puesto.
La competencia al tándem Angelini-Granata se la disputaron Carolina Losada, panelista de TV y modelo, acompañada por otra exfigura de los medios rosarinos como es Anita Martínez, junto a Mario Barletta. Por otra parte, el radical ex ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, hombre que esta última semana sonó fuerte en los medios nacionales luego de que Martín Lousteau no escatimara halagos para este candidato. Están ambas listas se debaten quién se lleva la cucarda de Juntos por el Cambio.
El Frente Amplio Progresista hace 4 meses presenta un escenario de disputa de liderazgo tras la muerte de Miguel Lischitz. Víctima del COVID, decidió no saltarse la fila, su turno de vacunación llegó cuando ya estaba internado. El ex gobernador de Santa Fe, y hasta entonces, presidente de la Cámara de Diputados de esa provincia, era el dueño de los votos del FAP, el armador y también el ordenador de cómo funcionaban las cosas dentro del espacio. Muerto Lifschitz, el intendente de Rosario, Pablo Javkin, salió a disputarle el rol dentro de este frente a la socialista Clara García, viuda de Lifschitz, quien encabeza una de las listas a senadores y compite con Rubén Giustiniani quien jugó el partido en representación del propio Javkin. Al intendente de Rosario no le alcanzó, con el magro 11% que se lleva el Frente Progresista, su candidato perdió doblado por los votos de García.
En Santa Fe cada integrante de esta competencia representa una mirada y un rumbo a tomar en los partidos o coaliciones que integran. No están pujando por el lugar que ocuparán en la lista de noviembre para una banca, sino por un modelo dentro de cada estructura partidaria.
RI
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