ESCENARIO

“Argentina está adentro”, el llamado de Lula a Alberto que anticipó el ingreso a los BRICS

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- Estamos avanzando con la ampliación y Argentina está adentro.

Desde Johannesburgo, Sudáfrica, el miércoles Lula Da Silva le trasmitió la novedad, reservadísima, a Alberto Fernández. Era el mediodía argentino y el anticipo del presidente de Brasil fue acompañado sobre una advertencia: pidió que el dato no se filtre porque, aunque estaba avanzado, la discusión en la mesa de los BRICS todavía no estaba cerrada: faltaba definir qué otros países, además de Argentina, ingresarían al grupo y cuánto se haría el anuncio.

Dicho y hecho: cuando Lula le contó a Fernández, se hablaba de que junto a Argentina ingresarían Indonesia, Egipto, Emiratos y Arabia Saudita pero cuando se acordó el documento final, que incluyó la incorporación a partir del 1 de enero del 2024, Indonesia se había caído mientras, contra reloj, ingresaron Irán y Etiopia. Un diplomático que conoce la dinámica del bloque graficó, en modo peronismo, que el formato de negociación del grupo tiene un protocolo particular que permitió pasar de que el tema de la ampliación no esté en la agenda a que, al final, se sumen seis países.

El miércoles, Fernández cerró el día con la certeza de que en la madrugada se confirmaría lo que le había anunciado Lula: de hecho, grabó el mensaje, difundido el jueves por la mañana, donde informó la aceptación de los BRICS a la incorporación de Argentina. Horas después, en el Council of Americas, Patricia Bullrich y Javier Milei, rechazaron esa decisión.

A simple vista, es una negativa extraña: China, Brasil y la India son las tres economías que están entre los cinco principales socios comerciales de Argentina -los otros dos son EEUU y Chile-. Para cuatro provincias, el principal socio comercial y el primer destino de las ventas al exterior es Brasil, para otras ocho provincias es China mientras que provincias como Santa Fe y San Juan tienen un socio comercial clave en la India.

El camino al grupo BRICS

Desde la creación en 2009, y luego con el ingreso de Sudáfrica en el 2010, Argentina miró al bloque como un destino potencial. Cristina Kirchner, enfocada en las relaciones sur-sur, siempre lo planteó como un aliado y en más de una ocasión se habló de gestionar el ingreso. Con Fernández, existió un capítulo cero que no queda lejos en el tiempo pero refiere a otro mundo, un mundo preguerra de Ucrania. En febrero de 2022, el presidente argentino inició una gira que lo llevó a Moscú y a Beijing. En la cumbre que tuvo en el Kremlin con Vladimir Putin, hizo un pedido expreso para que Rusia apoye el planteo argentino del ingreso a los BRICS. Días después, en Beijing, lo mismo le trasmitió a su par chino Xi Jinping. En marzo de ese año, el canciller Santiago Cafiero viajó e India y fue recibido por el primer ministro, Narendra Modi. En paralelo, hubo gestiones con el gobierno de Sudáfrica.

Pero el problema era Brasil, gobernado por Jair Bolsonaro. En el gobierno argentino afirman que Itamaraty, la cancillería brasileña, siempre apoyó la incorporación de Argentina pero que la orden de Bolsonaro era frenar ese proceso. “Todos los países miembros habían dado el OK para Argentina pero la traba era que Bolsonaro no lo dejaba avanzar. Por eso todo cambió cuando ganó Lula”, explicó a elDiarioAR una fuente diplomática interiorizada en las negociaciones. En agosto del 2022, con China a cargo de la presidencia del grupo, Fernández le mandó una carta a Xi Jinping para solicitarle formalmente el ingreso.

Esta semana, entre el lunes y el miércoles, Lula y Xi fueron actores determinantes para que el ingreso de Argentina. Fernández, dijeron en Olivos, decidió no viajar a la cumbre por varios motivos: en la previa, la agenda no incluía el tema ampliación de los BRICS, había cuarenta países invitados y, además, existía un componente local: las recientes elecciones en Argentina, con el tercer lugar de Unión por la Patria (UP), hizo que el Presidente entienda inconveniente un viaje al exterior en ese marco cuando, además, estaba en curso la negociación de Sergio Massa con el FMI.

Activaron, en simultaneo, Brasil y China. Además de la comunicación Lula-Fernández, estuvieron online Cafiero con el canciller de Brasil, Mauro Vieyra, mientras que el embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, estuvo activo con el gobierno chino, además de una comunicación fluida con Massa que estaba, por esas horas, en Washington DC. En el Gobierno creen que el rol de Lula Da Silva fue central para impulsar y mencionan que fue el primero en insistir, en la cumbre en Sudáfrica, en la ampliación -que no estaba pautada en la previa- y luego en que se avance cuando antes con la misma. El riesgo, sobre todo a partir de las posteriores declaraciones de candidatos presidenciales, era “perder la oportunidad”.

Se abre, ahora, un compás de espera: formalmente Argentina solicitó el ingreso y el bloque BRICS lo aceptó con fecha de instrumentación a partir del 1 de enero del 2024 cuando haya otro presidente en la Casa Rosada.

PI/MG