Este domingo, además de votar candidatos presidenciales, los argentinos vamos a elegir los representantes de la Cámara de Diputados, que se renueva al 50%, como cada dos años: 130 de 257 bancas están en juego y son ocupadas por personas que no solamente pertenecen a distintos partidos políticos y tienen distintas formas de pensar sino que forman parte de distintas generaciones..
Los nacidos entre 1946 y 1964 son los que más ponen en riesgo en estos comicios. Se trata de 56 diputados babyboomers, como se conoce a quienes nacieron en ese rango de años, deberán dejar su banca el 10 de diciembre en caso de no ser reelectos o reemplazados por alguien de su misma generación.
La Generación X es la segunda que más bancas pone en juego: 47 legisladores nacidos entre 1965 y 1980. En tanto, de la Generación Silenciosa, como se conoce a la de los nacidos entre 1928 y 1945, solo se renuevan dos bancas. De los millennials âaquellos nacidos entre 1981 y 1997â, a su vez, se renuevan 25 bancas en la Cámara baja.
Los datos pertenecen a un informe elaborado por la ONG DeQuéSeTrata, que se dedica a estudiar en detalle el Congreso argentino.
Se van más varones que mujeres, pero porque hay más diputados que diputadas
Cuando se la analiza en materia de género, la mayoría de las bancas en juego pertenecen a diputados varones: ellos arriesgan 74 bancas mientras que solo 56 corresponden a mujeres. Esto responde directamente a que hay 142 diputados y 115 diputadas, es decir que el 55% de los integrantes de la Cámara baja son varones.
El impacto de la renovación se vuelve más heterogéneo nuevamente si se tiene en cuenta cuántas bancas pone en juego cada espacio político en esta elección. De acuerdo con el informe presentado por DeQuéSeTrata, dada la elevada polarización de los comicios de 2019 âen los que se votaron las bancas que este domingo deben ser renovadasâ, casi la totalidad de los diputados que se ponen en juego pertenecen a las dos coaliciones mayoritarias, es decir, el Frente de Todos (actualmente renombrado Unión por la Patria) y Juntos por el Cambio. Estos dos espacios concentran el 94,6% de los puestos legislativos que deben renovarse.
Así, de las 123 que representan en conjunto, al bloque oficialista le corresponde poner en juego 68 bancas mientras que en el caso de Juntos por el Cambio la cifra desciende a 55. Las 7 bancas restantes pertenecen al Interbloque Federal (4) âintegrado por Identidad Bonaerense, Córdoba Federal y los Socialistasâ, el Interbloque Provincias Unidas (2) y el Bloque SER (1).
Por otro lado, en una campaña en la que la principal coalición opositora puso énfasis en su capacidad para penetrar en provincias de tradicional dominio peronista como Chaco, San Juan, San Luis y Chubut âdonde Juntos por el Cambio ganó las gobernacionesâ, no resulta menor considerar, además, cómo se distribuyen las bancas en juego a nivel subnacional.
En este sentido, no es menor el hecho de que el Frente de Todos arriesgue bancas en todas las provincias ni tampoco el hecho de que en 3 de los 4 distritos mencionados sea el espacio que más diputados ponga en juego. En particular, en Chaco se deberán renovar 3 bancas y 2 de ellas pertenecen al oficialismo nacional, situación que se repite en Chubut y San Juan.
ACM/JJD