Bullrich y Larreta concentran su disputa en el AMBA, ¿mientras Vidal se suma a la temporada de renunciamientos?

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En el universo de Patricia Bullrich hay una serie de Netflix que atrae la atención todas las noches. La épica de “The Last Kingdom”, ambientada en la Inglaterra del siglo IX, narra la historia del sajón Uhtred, que luego de ser secuestrado por los vikingos –y criado como uno de ellos– enfrenta el dilema de tener que elegir entre el reino de sus ancestros o de quienes le son leales. La historia, una adaptación de las novelas de Bernard Cornwell, parece decir mucho de la política vernácula.

“La serie muestra una pelea entre el viejo régimen, que muere, y el nuevo, que está naciendo pero no lo dejan. En el PRO, y también en la Argentina, estamos en un escenario así. Discutimos los próximos 15 años”, analizó ante elDiarioAR un televidente amarillo que opera en la campaña de la ex ministra de Seguridad. Sin animarse a spoilear cómo va a terminar la película opositora, ponderó a su jefa en esa trama: “Patricia y Horacio son dos liderazgos fuertes, pero ella tiene un carácter propio, que es de toda su vida. A Larreta lo inventó Mauricio”. 

Cada vez parece estar más claro que quienes irán a las PASO serán la ex ministra y el alcalde porteño. Ella intenta encarnar el legado histórico de Mauricio Macri, él quiere ser el nuevo jefe del partido. En una posición intermedia –o indefinida– está María Eugenia Vidal, que pidió a sus correligionarios “barajar y dar de nuevo”. 

No tuvo eco y la interna se metió en la visita que los tres precandidatos hicieron al Llao Llao de Bariloche a comienzos de semana. La ex gobernadora fue la única que no se quedó a dormir en el lujoso hotel patagónico. Bullrich y Larreta, por diferencia de 24 horas, se alojaron en la misma suite del complejo de Eduardo Elsztain: la presidencial. ¿Algo que ver con sus aspiraciones políticas?

En temporada alta de “renunciamientos” –casi todo Juntos por el Cambio salió a opinar la decisión de Alberto Fernández– Vidal va a definir en las próximas horas cuál será su rol en la carrera electoral. Ella misma se puso como plazo fin de este mes. Cómo mucho será apenas después del Día del Trabajo. Cotizan altas las posibilidades de que finalmente dé un paso al costado, pensando más en 2027 que en este 2023. También esquivaría una postulación en la Capital Federal. 

“Yo ya he dicho que voy a tomar la decisión de si voy a ser candidata a presidenta en las próximas semanas”, le respondió a elDiarioAR el martes, en el marco del foro de empresarios. Cuando la pregunta específica fue si buscará ser jefa de Gobierno, acotó: “No especulo con nada más”. Entre líneas puede visualizarse su futuro. 

En su entorno mantienen la incógnita electoral con el argumento de que las encuestas la ubican acechando a Larreta. En febrero, según ARESCO, Vidal sumaba 7% de intención de votos, quedando por poco rezagada del alcalde –10%–. Encabezaba la ex funcionaria nacional –12%–. Hace una semana, Management & Fit sacó otra foto donde ni siquiera aparece: Larreta gana cómodo la interna con 19,4 puntos, muy adelante de Bullrich, con 8%. El equipo porteño paseó esos números con orgullo por los pasillos del Llao Llao.

Qué hará o no Vidal parece tener sin cuidado a sus rivales internos. “No sé qué hará, todos los días cambia. Es confusa. A esta altura, que haga lo que quiera”, se explayaron en el búnker de Bullrich, quien en vano buscó durante los primeros meses del año una foto compartida. Tampoco le sostienen la vela operadores larretistas que se entusiasmaban, en su momento, con que la ex mandataria bonaerense se lance en CABA –“gana caminando”, decían–. El único que admitió tener “debilidad” por ella es Macri, que se corrió de la interna unos días para dar una conferencia en República Dominicana.

Pero si el corrimiento del ex presidente develó una incógnita amarilla y empezó a acomodar las fichas en el tablero nacional, la decisión final de Vidal también tendría cierto efecto interno. Además de reforzar la polarización Larreta-Bullrich, clarificará el escenario en Buenos Aires y la Capital Federal.

El “Colo” en PBA

En PBA corre con ventaja Larreta, gracias al posicionamiento de Diego Santilli, quien ya demostró caudal de votos en las legislativas 2021. Bullrich tiene tres pretendientes paladar negro –Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel– cuya suma en conjunto no llegaría a un tercio de los 39,81 puntos que sacó “el Colo” en las elecciones pasadas. 

Sin Vidal, quedaría huérfano Cristian Ritondo, su principal armador y jefe del bloque del PRO en Diputados. El ex ministro bonaerense tiene una conversación subterránea con Bullrich, pero dos fuentes distintas entre los halcones ya le bajaron el pulgar. “Nunca estuvo con nosotros, no sabemos qué va a hacer”, dijo un armador bullrichista. “Tengo que poner como candidato a alguien no radiactivo. Ritondo me da Aníbal Fernández”, lo comparó sin medias tintas otro operador de la ex ministra. 

Con semejante cancha inclinada, la discusión en la que realmente está enfrascado el PRO bonaerense es si Santilli va a ser sólo el precandidato a gobernador de Larreta o si irá colgado al jefe de Gobierno y a la ex funcionaria. Como en la provincia no hay segunda vuelta, el diputado nacional quiere ir con los dos. La famosa “V”, y no la de Vidal. 

¿Pero por qué Larreta le daría a su archirrival su carta que ya demostró ser ganadora en el conurbano? “Es un debate que nos tenemos que dar”, admitieron en Uspallata. Se deben una discusión los dos amigos. En la vereda de Bullrich tienen otro argumento para también estar en contra: “En la provincia arrastra el candidato a presidente. Si estamos encabezando las encuestas, ¿por qué voy a dejar que se cuelgue de mí el Colo, que es Horacio?”.

Hay amarillos que aseguran que pese a la crisis del Gobierno, la disputa con Axel Kicillof está muy competitiva y dan por descontado un escenario en el que va a sacar arriba de los 30 puntos. Los más pesimistas le calculan 40% de los votos, si finalmente Cristina Fernández de Kirchner decide salir a jugar.

Los tironeos entre Larreta y Bullrich en la provincia también se dan en los municipios. El alcalde todavía no digirió el reciente fichaje bullrichista del intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia. Pronto podría perder otra ficha de renombre: Julio Garro, jefe municipal de La Plata. “Está a medio milímetro de dar el salto, pero tiene que venir de rodillas”, confió un halcón, que explicó el engorde de sus filas por la caída en las encuestas de Larreta: “La sangría es total”. 

¿Es Jorge en CABA?

Para contrarrestar los movimientos en el TEG electoral, Larreta hace valer su peso en CABA. Por eso está haciendo sudar a Jorge Macri, quien pensaba que era cuestión de días que sería ungido por el jefe de Gobierno como su reemplazante. Fue la lectura mayoritaria sobre su declaración pública, hace tres semanas, de que habrá un solo candidato del PRO en la Capital. 

“Ya vamos a definir quién es, todavía falta tiempo”, esquivó la definición el propio alcalde cuando elDiarioAR lo consultó en el Llao Llao. Sin verle chances en las encuestas a Soledad Acuña, le puso fichas a Fernán Quirós. El ministro de Salud no solo cuenta con el apoyo explícito de Elisa Carriño, sino que ahora cuenta con el larretista Álvaro González como jefe de campaña. Lo que haga –o deje de hacer– Vidal aportaría condimento al escenario porteño.

Recién arribado de Nueva York, el primo de Mauricio intentó autoconvencerse en público que las elecciones porteñas concurrentes –el mismo día que las nacionales, pero con voto electrónico– eran una buena opción. “Con el sistema de boleta única electrónica estoy absolutamente cómodo”, dijo en TN y repitió en radio Mitre. Quedó en una posición incómoda, siendo que es el candidato de Bullrich, que acusó a Larreta de “cambiar las reglas de juego”.

“La entrevista con Lanata es una catástrofe. Se la pasa dando explicaciones diez minutos seguidos”, criticaron desde Uspallata al intendente de Vicente López en uso de licencia. Él también tuvo que aclarar que tiene “los papeles en regla” para ser candidato porteño. Además anunció que renunció al PRO bonaerense y explicitó que el órgano que tiene que llevar adelante las elecciones porteñas –el Instituto de Gestión Electoral– será quitado de su cartera, el Ministerio de Gobierno. “Jorge no tuvo un solo gesto de amor para con Horacio”, abundaron en la Ciudad. 

El jueves el primo Macri pareció acusar recibo de esa crítica: se mostró muy indulgente con el jefe de Gobierno al compartir un anuncio en la sede del Registro Civil. Y, rápido de reflejos, cuando notó que Larreta perdía la voz por una disfonía que arrastró toda la semana, le entregó un caramelo. El diablo, y la política, están en los detalles.

MC