Ante unas 20.000 personas movilizadas por los sindicatos en la cancha del Defensores de Belgrano, la Confederación General del Trabajo se reunió por el Día del Trabajador, pidió un acuerdo político y la reducción de la jornada laboral, además de respaldar la renegociación con el Fondo Monetario Internacional y apuntar contra el libertario Javier Milei.
Héctor Daer, Carlos Acuña fueron los oradores del evento, que se desarrolló en el Club Defensores de Belgrano, del barrio porteño de Núñez, y al que fue invitado el ministro de Economía, Sergio Massa, pero que no asistió porque viajó a Brasil con el presidente Alberto Fernández. Sobresalieron las ausencias: no estuvieron el cotitular de la CGT Pablo Moyano, del gremio de Camioneros; Abel Furlán, de la UOM; Mario Manrique de Smata y el canillita Omar Plaini, referentes del sindicalismo cristinista.
“Estamos conviviendo con un proceso de inflación producto de la macroeconomía, pero también producto de los vivos que se aprovechan, remarcan y no permiten la recuperación del salario”, dijo Daer, orador central del acto. Fue una manera de quitarle presión al Sergio Massa, ministro de Economía, el candidato que apoyan los gremios, por los resultados económicos. “Les decimos basta los irresponsables que hablan de dinamitar todo o que hay que dinamitar un poco. Les pedimos que dejen de actuar irresponsablemente”, sostuvo, en alusión al expresidente Mauricio Macri. No dejó dudas la referencia a Javier Milei: acusó al dirigente libertario de impulsar “recetas de salida con el empobrecimiento de todo el pueblo argentino: basta de hablar de dolarizar”.
“Tanto para el presente como para el futuro tienen un denominador común: poner en marcha un gran acuerdo político, económico y social que promueva y fortalezca una verdadera y permanente alianza entre la producción y el trabajo, única fórmula sustentable para garantizar un crecimiento inclusivo con justicia social”, indica un documento dado a conocer por la central obrera.
Con respecto a la reforma laboral que pretende la entidad, el escrito sostiene: “El sindicalismo en general y el argentino en particular se pone al frente de discutir un modelo de relaciones laborales que nos coloquen en un mundo que debate la reducción de la jornada de trabajo como medio de generar más empleo y distribuir mejor el beneficio extraordinario del capital”.
Para la CGT, son “falsas” las afirmaciones que dicen que los “convenios colectivos de trabajo son anacrónicos y estáticos” y agrega: “Gracias a la dinámica de la negociación colectiva, trabajadores y empresarios tenemos un espacio de concertación sectorial que ha dado muestras de razonabilidad y evolución de las condiciones de trabajo, pero también de producción”.
Sobre la inminente renegociación entre el Gobierno y el FMI, la CGT pidió por la recreación del diálogo para construir “diez políticas de estado destinadas a dinamizar los potenciales económicas productivos que tiene la Argentina” y sostuvo: “Todos sabemos que la foto de la situación actual es bien distinta de la radiografía de nuestro país”.
“Nadie puede resignarse a creer que las condiciones materiales de Argentina sean el 40% de pobreza y niveles de desigualdad que conspiran contra la necesaria cohesión social. Diseñar un modelo de desarrollo sostenible y llevarlo a cabo, requiere hoy de una condición de primer orden”, argumenta la CGT.
En esa línea, el comunicado resalta: “Es urgente una rediscusión de plazos y pautas de las condiciones sobre los servicios de la deuda comprometidos con el FMI. Variables económicas fundamentales, exógenas a la actual administración, sufrieron cambios que alteraron las condiciones que inspiraran las negociaciones originales”.
Con información de NA/Luciano Delmonte
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