Para el papá de Justina, la donación de órganos es un “acto de amor” que “nada tiene que ver con transacciones comerciales”

elDiarioAR

1 de noviembre de 2023 21:38 h

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La polémica por la venta de órganos regresó al centro de la agenda pública. Si bien se la ha mencionado para desacreditar a Javier Milei en la campaña para las elecciones del pasado 22 de octubre, en esta oportunidad recuperó protagonismo gracias a las declaraciones de Diana Mondino. La diputada nacional electa de La Libertad Avanza aseguró, en una entrevista con Luis Novaresio para LN+, que desde su espacio se busca impulsar la creación de un “mercado de órganos” para agilizar los plazos necesarios para la concreción de un trasplante en Argentina.

Según indicó, tal iniciativa difiere radicalmente de la venta de órganos que se le atribuye al partido libertario. Mientras esto último implica una transacción comercial por un órgano, la creación de un mercado permitiría que aquellas familias que requieran de un donación puedan realizar un intercambio voluntario ─sin valores monetarios─ generando una extensa “cadena de favores”. De esta manera, prevén eliminar la regulación del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) ─entidad que hoy interviene en el proceso de donación de órganos─ y, así, garantizar que cada persona reciba su órgano a tiempo a través de “mecanismos de mercado”.

Ezequiel Lo Cane, padre de Justina ─la niña de 12 años que falleció en 2017 a la espera de un trasplante de corazón─ e impulsor de la ley que lleva el nombre de su hija, rechazó esta propuesta. En diálogo con elDiarioAR, explicó que la donación de órganos no debe estar atravesada por la lógica economicista dado que es un acto que se realiza “por amor”. “Hay decisiones en la vida que se toman por diferentes criterios, la donación de órganos se toma por amor. Entonces, hay un proceso complejo que hay que mejorar, pero que de ninguna manera tiene que ver con transacciones relacionadas con el órgano”, aseguró.

En este sentido, afirmó que se debe continuar trabajando sobre los pilares que sentó la Ley Justina y aquellos puntos establecidos en la normativa que aún no se cumplen como que las terapias intensivas informen rápidamente sobre la muerte de un paciente o la posibilidad de concientizar respecto de la donación de órganos en los colegios. Además, recordó la importancia de “pagarle a los médicos que hacen los trasplantes y los profesionales de la salud que cuidan a quienes están esperando la donación”.

Las campañas de difusión, aunque no son suficientes por sí solas, también cumplen un rol fundamental. Una de ellas es la campaña impulsada por Lo Cane “MultiplicateX7” cuyo nombre hace referencia a los siete principales órganos que se pueden donar sin contar tejidos y córnea: riñones, corazón, hígado, páncreas, intestinos, pulmones y médula ósea. “Empezamos con esa campaña de concientización y, en ese momento, el INCUCAI nos felicitaba. Nos decía 'sigan con la campaña porque se están generando registros históricos récord de gente que quiere ser donante'”, contó el padre de Justina a elDiarioAR.

Lo Cane no fue el único en rechazar el planteo de la legisladora electa de La Libertad Avanza. Por el lado de la política, el diputado nacional electo Juan Brügge, que fue uno de los impulsores de la ley Justina, dijo a elDiarioAR que Mondino, al ser preguntada por la venta de órganos aprobada por Milei “cometió un error de apreciación y brindó una opinión liviana” sobre un asunto delicado y complejo, “que a su criterio supone mercantilizar la vida misma del ser humano”. “Esto no tiene vinculación alguna con la realidad ni con el esquema constitucional y normativo”, dijo Brügge, que ─además de ser legislador nacional por Córdoba, y por lo tanto compartirá el cuerpo con Mondino─ es abogado especialista en derecho constitucional.

“Para mí quiso justificar lo que había dicho en su momento Milei sobre la 'libertad' para vender órganos utilizando un concepto de mercado que para mí es economicista. La donación y el trasplante de órganos, que en la Argentina funciona a través del INCUCAI desde hace muchos años, está fuera de todo comercio, y así está expresamente establecido en la ley Justina, donde todos somos donantes, y por lo tanto no hay transacción posible, salvo que expresemos por voluntad escrita que no queremos serlo”, dijo Brügge.

En línea con lo expresado por Lo Cane, el legislador electo de Hacemos por Nuestro País, el espacio liderado por el gobernador Juan Schiaretti, sostuvo que en la Argentina “cuando hay donación de órganos no se recibe nada a cambio porque es un acto de humanidad” y que justamente por eso la ley Justina cambió el paradigma.

El 30 de mayo de 2018 el Senado le dio media sanción a la Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, conocida como “ley Justina”. Fue por unanimidad, 68 votos afirmativos. El 4 de julio del mismo año, la Cámara de Diputados le dio sanción definitiva, también por unanimidad, 202 votos afirmativos. La iniciativa, elaborada en conjunto con el INCUCAI, dispone que todas las personas mayores de edad pasen a ser donantes, a menos que dejen constancia expresa de lo contrario.

Además, en su artículo 23, la normativa habilita la realización de trasplantes cruzados, otro de los puntos abordados por Mondino durante la entrevista con Novaresio. Por este motivo, la exdiputada Carmen Polledo (PRO), quien al momento del debate de la ley Justina era la presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara, subrayó que esta posibilidad “no es novedad y forma parte de la ley Justina”.

La exlegisladora nacional del PRO sostuvo en diálogo con elDiarioAR que le molesta “que se hable de mercado” de órganos cuando está en juego la sensibilidad de las personas involucradas en una donación y en un eventual trasplante, y afirmó que “nadie en la Argentina discute la trayectoria impecable del INCUCAI”.

“Han pasado gobiernos y es una institución que ha trabajado de manera eficiente y proba. INCUCAI, ANMAT, CONAIN... hay instituciones en nuestro país a las que no las podría discutir nadie”, sostuvo Polledo.

El INCUCAI no es la primera institución pública que recibió críticas de La Libertad Avanza. El Banco Central y el CONICET ya han sido blancos de este partido que busca restringir la intervención estatal. Más allá de esto último, Mondino justificó la creación de un “mercado de órganos” en base a la investigación de Alvin Roth, premio Nobel de Economía. Según su argumento, se inicia una “cadena” cuando alguien dona un riñón a un paciente cuyo donante original es saludable, pero inmunológicamente incompatible. Esta persona, a su vez, dona su órgano sano a otra persona con la que es compatible. Se genera, así, una sucesión en la que participan cada vez más donantes y se alcanza a un número creciente de pacientes.

Si bien este mecanismo no hace referencia a la venta de órganos, Roth sí se expresó sobre el tema en 2014. En aquella oportunidad, el economista había reparado en que la comercialización de órganos está prohibida en todo el mundo, salvo en Irán, país donde no había escasez de riñones (órgano sobre el que enfocó su investigación). “Esto me parece un dato importante que ignoramos a nuestro propio riesgo. Posiblemente, si explicáramos bien cómo un mercado bien regulado podría beneficiar el intercambio voluntario y consensuado entre adultos, podríamos avanzar en esa dirección”, había afirmado.

ACM/JJD