LA PELEA EN LA OPOSICIÓN

El “grupo Malbec” acelera su desafío a Morales y la interna en la UCR ya impacta en la disputa Bullrich-Larreta

El 29 de octubre del año pasado, Gerardo Morales y Martín Lousteau dieron la nota en un homenaje a Alfonsín en Costa Salguero al mostrarse sonrientes junto a Horacio Rodríguez Larreta. La postal cayó como una bomba en JxC: mientras muchos dirigentes de boina blanca vieron ahí una jugada solitaria del gobernador jujeño de cara a las elecciones presidenciales, en el PRO lo tomaron como un desafío a Mauricio Macri y confirmaron sus sospechas de que el jefe de gobierno quiere entregarle la Ciudad al radicalismo, a cambio de la estructura territorial del partido para sostener su candidatura.

La vendetta política tardó apenas poco más de cuatro meses en llegar. El sábado pasado –en plena Vendimia mendocina– sorprendió la foto de Patricia Bullrich rodeada de un sector radical no alineado con Morales. Allí estuvieron los anfitriones, el gobernador Rodolfo Suárez y el senador Alfredo Cornejo, pero también los legisladores Facundo Manes, Luis Naidenoff y Carolina Losada, y el mandatario correntino Gustavo Valdés. A un costado se sumó el peronista Emilio Monzó.

Alguien que los conoce los bautizó el “grupo Malbec”. “De todos esos radicales, los únicos que tienen votos son los mendocinos en Mendoza”, señaló.

“Es un grupo de dirigentes que aglutinan a los que no están de acuerdo con Morales”, explicó un operador que fue testigo de ese encuentro en el hotel Park Hyatt. “La foto fue contundente. Morales se lo merece porque arrastró a todos engañados a Costa Salguero para mostrarse con Larreta”, comentó otro vocero que conoce los pasillos del centenario partido.

Envalentonados, los radicales “disidentes” preparaban en estas horas otro golpe de efecto interno. Este miércoles volverían a mostrarse juntos Cornejo, Naidenoff y Valdés. Esta vez, en CABA, en la Casa de Corrientes, en Maipú al 200. La ubicación parece a propósito: es casi a la vuelta del Gran Rex, donde Morales tiene en agenda su propio lanzamiento como candidato a la presidencia el próximo lunes 13. Buscan marcarle la cancha y el vecindario. 

Aunque fue especialmente invitado, no estará Manes. Según supo elDiarioAR, el médico recibió el convite hace al menos dos semanas, pero se excusó por tener compromisos de antemano en el interior bonaerense. Estará de recorrida en las localidades de Rojas y Arrecifes, parte de su terruño electoral. “Hace dos semanas nos avisaron y ya no podíamos cambiar la agenda”, argumentaron en su entorno. En la cita tampoco participaría Maximiliano Abad, otro dirigente de relativo peso interno: es aliado del neurólogo y jefe de la UCR provincial. Está distanciado de Morales y ayer fue elogiado por Cornejo. Está anotado en la pelea para buscar suceder a Axel Kicillof en La Plata y su cara ya se ve en carteles por el microcentro porteño.

Además de ser anfitrión del grupo Malbec en la casa de su provincia, Valdés daría otra nota política mañana. Larreta viaja a Corrientes. En medio del ruido de estos días, ayer en Uspallata estaban terminando de definir la letra chica del cónclave. Para el alcalde también fue un cimbronazo la postal mendocina, no solo por el músculo que mostró Bullrich, sino porque suma tensión a la que ya genera el diputado larretista Omar de Marchi, que quiere enfrentar a Cornejo en las PASO mendocinas. 

Para Larreta el correntino podría ser un canal de interlocutor equidistante para aceitar su vínculo con la estructura de la UCR. Valdés juega a la rosca electoral con libertad: en su provincia no se vota para gobernador hasta 2025. Por las dudas, para contrarrestar la guerra de fotos, el alcalde y Morales coincidirán este miércoles en Expoagro. En el búnker de Bullrich se frotan las manos: “Hicimos mucho ruido. El Pelado no tiene todo lo que dice”, se jactó un armador de la titular del PRO. 

Acusen a Mauricio

La postal del grupo Malbec fue un cimbronazo puertas adentro del radicalismo de cara a la discusión electoral que tendrá con el PRO al momento del cierre de listas. En público, Morales acusó recibo este martes y apuntó su dedo más allá: culpó directamente a Macri. 

“Todo lo que pueda hacer Mauricio para debilitar al radicalismo y a mi candidatura presidencial lo va a hacer”, afirmó en diálogo con CNN Radio. En una sola frase buscó ningunear a sus correligionarios y a Bullrich. “La política de las fotos no cambia nada. No es claro que ese sea realmente un grupo político”, comentó a elDiarioAR un interlocutor diario del gobernador. 

Todo lo que pueda hacer Mauricio para debilitar al radicalismo y a mi candidatura presidencial lo va a hacer

Morales vende que su acto en el teatro de la calle Corrientes será “distinto” y que su discurso –será el único orador– mostrará un claro “plan de gobierno”. Su lanzamiento busca ganar vidriera para levantar su precio al momento de negociar con Larreta una potencial fórmula mixta. “No queremos ser el furgón de cola del PRO”, fue otra de sus frases públicas. 

Aún está muy fresco el recuerdo del experimento de Cambiemos en 2015, donde la UCR casi fue testimonial. “Tenemos que dejar de ser una coalición parlamentaria para ser un gobierno de coalición”, exigió un ladero del jujeño. Esa promesa es la que Morales hará como ofrenda al resto de sus correligionarios. 

Su lanzamiento no es orgánico. La UCR tendrá su comité nacional recién en los primeros días de junio, pero en ese mitin el partido no discutirá nombres, sino estrategias electorales –como fija su carta orgánica–. La fecha tentativa es el 9 de ese mes, dos semanas antes del cierre de las listas. Sin embargo, en el partido ven esa instancia decisiva: “La definición política electoral del partido se toma en la convención nacional y el grupo Malbec no tiene ni diez convencionales, el hermano del doctor y poco más”, aguijoneó uno operador, en referencia a Gastón Manes, presidente de la convención. 

Las presencias y ausencias en el Gran Rex demostrará el volumen con el que cuenta. A su lado descuentan que no estarán los miembros del grupo Malbec. Tampoco esperan a Larreta. Pero sí hay una figura con la que están conversando los términos de una participación especial: Elisa Carrió.

Ex boina blanca, la líder de la Coalición Cívica también está anotada en la carrera hacia la Casa Rosada y viene tejiendo un contrato aparte con el jujeño. De alguna manera, serían los condicionantes a la candidatura de Larreta para que la repartija en las listas sea equitativa entre los socios. “Garantías”, les gusta decir. “Están como locos los del PRO, hay que bajarles las pretensiones”, desafió un influyente lilito.

Frente a Morales el único radical que tiene aspiraciones presidenciales es Manes, aunque todavía no admitió públicamente que vaya a ser precandidato en las internas de agosto. “Facundo todavía no se lanzó. Es un potencial, pero sí hay mucha gente que le pida que vaya”, avisó alguien que lo conoce bien. 

En Mendoza hizo rancho aparte con Bullrich. Encadenó así sumó su tercer café del año con los popes amarillos: Larreta fue el primero, con Macri se vio hace dos semanas, de donde el ex presidente –aseguran– se llevó “una gran impresión”. Lejos parecen haber quedado las acusaciones de “populismo institucional”. “Si ves las tres fotos armas una película interesante, pero no hay nada de eso. Facundo trabaja por su lado”, explicó el vocero.

Por lo bajo, el médico aprueba el lanzamiento del gobernador jujeño, pese a que semanas atrás le rechazó la posibilidad de hacer una interna partidaria. “Está bien que haya un candidato radical en las PASO de JxC”, dijeron cerca del diputado. Desde Jujuy no le creen las buenas intenciones: “Manes es funcional al macrismo”, lo acusaron. La interna radical se retroalimenta en la interna del PRO. Y viceversa.

MC