Milei sumó en redes con una campaña “paralela” y “no oficial” sin argumentos, pero con miles de seguidores

21 de agosto de 2023 00:02 h

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Las comunidades digitales en torno a la figura de Javier Milei nacieron y crecieron antes que las redes sociales oficiales del candidato a presidente de La Libertad Avanza. Mueve Argentina, una organización integrada por investigadores en comunicación política que forman parte de la comisión de Comunicación del Instituto Patria, analizó la presencia en territorio digital de Milei. Edición casera, argumentos cerrados, bronca y fe religiosa son el combustible que usaron los usuarios y usuarias de Internet para activar motores virtuales. ¿Virtuales? No: hubo un desplazamiento al mundo físico, al mundo real. Esa “campaña paralela” explica, en parte, el 30% de votos que coronó al economista como el más votado y a su fuerza, como la primera del país.

El estudio, al que tuvo acceso elDiarioAR, analizó las publicaciones de Javier Milei durante un mes, desde el 12 de mayo y el 11 de junio, en plena campaña de cara a la PASO. Entre Facebook, Instagram, Twitter, Youtube y TikTok alcanzó una audiencia de 4,1 millones con 505 contenidos. Las redes no oficiales en apoyo al candidato superan esas cifras: un vertical editado de una exposición de Milei en la Cámara de Diputados -en la que no presentó ningún proyecto propio en los dos años que ocupa la banca- juntó 20 millones de views. Es un posteo en TikTok de la cuenta @unpatriotaargentino. Otro viral en esa plataforma es “Milei destrozó a periodista pro delincuentes…”: llegó a las 18 millones de vistas y es una edición publicada en la cuenta @elpelucademilei. El candidato suma más con esta mano de obra digital.

TikTok calentó y entró

La “campaña paralela” sucedió, sobre todo, en TikTok, la red social de origen chino para compartir videos cortos y verticales. Según el monitoreo de Mueve Argentina, esa plataforma tuvo un crecimiento exponencial en Argentina. Pasó de 16,22 millones de usuarios mayores de 18 años a principios de este año a 21,1 millones: un 43% más en muy poco tiempo. Para enero de este año, las personas le dedican 20 horas en promedio al mes, tres horas más que Instagram. Por lo pronto, TikTok es la red más usada en términos de tiempo.

“TikTok tuvo un fuerte crecimiento durante la pandemia. Esa red social tiene algo particular que no quiero dejar pasar: a diferencia de otras, permite editar dentro de una plataforma. Es decir, no es necesaria otra aplicación. Eso la popularizó e hizo que YouTube saliera a competirle con sus shorts e Instagram, con los reels. Pero eso no es todo. TitkTok permite descargar los videos en el teléfono con lo cual es posible repostearlos en otras redes sociales”, explica Giselle Rodríguez, especialista en Comunicación Digital e integrante de Mueve Argentina, la organización que hizo el monitoreo. 

Hay más. “Según analizamos, los contenidos de las cuentas no oficiales toman las apariciones que Milei hace en los medios tradicionales de comunicación y los editan de tal manera que parece que al candidato no le cuesta argumentar cuando lo entrevistan. Son cortes súper limpios. Con esa herramienta de edición y esa manera de editar, se construye una narrativa que se traslada a otras plataformas”, agrega Rodríguez. 

En esta entrevista con elDiarioAR, Agustín Romo, director de Comunicación Digital de La Libertad Avanza, contó que la organización virtual de la campaña es dispersa porque muchos usuarios y usuarias colaboran, y que no hubo un diseño específico. Se dice que algo es “órganico” cuando no hay pauta atrás, lo que no quiere decir que no haya dinero para articular las colaboraciones. “Notamos que las acciones en redes son órganicas. Pero que no exista una diseño es, también, una estrategia”, apunta Rodríguez.

Emociones, poco debate y un temario “subterráneo”

“Su enunciación busca centralmente dos empatías: una virilidad virulenta y asertiva (”No vine a guiar corderos sino a despertar leones“), y una rebeldía contrapolítica (paradójicamente, dentro de la política)”: es una de las conclusiones del informe. Con un discurso de alto impacto, capacidad de síntesis y un manejo sobresaliente de la atención de sus comunidades, los usuarios interactúan en las plataformas “no oficiales”. Los reúnen, además, distintos sentimientos: la fe, el hartazgo, la devoción, la confianza y, también, el miedo. 

“Cuando temas como la pena de muerte o la justicia por mano propia no estaban presentes en la agenda política ni mediática ya circulaban en el discurso de estas comunidades. Era una circulación subterránea. Y mucho del discurso de Milei respondió a ese temario”, observa Rodríguez. Esto lo advirtieron leyendo los comentarios que los usuarios dejaban en las publicaciones de las cuentas “no oficiales” en apoyo al candidato. Esos comentarios también podían encontrarse debajo de las notas periodísticas en los portales de noticias. También entre los comentarios debajo de los posteos que hacen los medios de comunicación tradicionales en sus redes sociales. Es decir que con los mismos argumentos podían interpelar una noticia o un posteo, e incluso provocar a un usuario que asegurar que la dolarización es inviable.

 “Vemos comentarios con tinte religioso. Posiblemente haya un voto bronca, pero también hay un voto asociado a la esperanza, a ”el salvador“, que tiene un vínculo con lo mesiánico. La palabra ‘camino’, por ejemplo, aparece en la nube con claridad. Son discursos poco argumentativos y por eso es difícil oponerse”, suma Rodríguez. ¿Twitter? Los análisis de Twitter no sirven, agregará la especialista. Es una plataforma altamente politizada, poco representativa de la sociedad. Cierra la investigadora: “Con lo digital aparecieron nuevos soportes y una nueva territorialidad, pero no es solo eso: trastocó todo el universo de la comunicación. Hay una nueva forma de hacer comunicación con nuevos soportes y nuevas narrativas. Porque es evidente que la virtualidad tiene un correlato con el mundo físico”. Política y comunicación ya no van por caminos separados. ¿Alcanzarán dos meses para darlo vuelta?

VDM/MF