Patricia Bullrich había pactado el lunes pasado en una reunión con el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, que el bloque del PRO en Diputados iba a acompañar la creación de una universidad nacional para la localidad del centro cordobés. El acuerdo significaba un refuerzo de la relación con la facción Evolución de la UCR, referenciados en Martín Lousteau, que jugó para Horacio Rodríguez Larreta en las PASO. La armonía se rompió en menos de 24 horas, cuando cuatro legisladores radicales, encabezados por Emiliano Yacobitti, habilitaron el quórum al kirchnerismo para eliminar el impuesto a las Ganancias. El enojo de la candidata presidencial significó que el partido amarillo votó esa noche en contra de la nueva casa de altos estudios.
La nueva cuña en Juntos por el Cambio fue forzada hasta por Mauricio Macri –“el populismo es contagioso”, diagnóstico–, como si la oposición no tuviera la cancha inclinada hacia el 22 de octubre. Bullrich es la tercera en discordia en una polarización que ella mismo denunció entre Javier Milei y Sergio Massa. La pelea alimentó, además, esa hipótesis de que sería inevitable la ruptura de la coalición cambiemita si no vuelve a la Rosada.
“Yo soy cortoplacista. A mí me sirve que Patricia gane y trabajo para eso: ella es un avión, un tractor, es buenísima para liderar el proceso que viene para la Argentina. El objetivo es entrar al balotaje y después ganarlo. Ahora, si eso no pasa, obvio habrá que hacer autocrítica, tanto de Juntos por el Cambio como de la UCR”, recogió elDiarioAR de una de las voces de Evolución que se sentó anticipadamente el martes en el hemiciclo de la Cámara baja. La fuente minimizó el costo político: “Que diga lo que quiera Mauricio. Son hartas conocidas, y ya están resueltas, las disidencias con el PRO”, remató.
El frente abierto con el eje Lousteau-Yacobitti se extiende radialmente a Gerardo Morales –titular nacional del partido– y también a Larreta. El jefe de Gobierno vive su propia penuria: se convirtió en el Alberto Fernández de JxC: se fue de gira al exterior sin impacto mediático y lleva una agenda inocua. No le hace daño a Bullrich, pero tampoco le aporta.
La descoordinación en el Parlamento chocó con los favores que en las últimas semanas recibió Bullrich de la UCR. Maximiliano Pullaro –que reporta a Lousteau, pero tiene vuelo propio– le dio un lugar central a candidata cuando festejó su contundente victoria en Santa Fe hace dos domingos. Ella también se acopló siete días atrás al batacazo en Chaco de Leandro Zdero –cuya mentor es el correntino Gustavo Valdés–. Y esta noche Bullrich estará en Mendoza junto a Alfredo Cornejo y su posible retorno a la gobernación provincial. ¿Cómo hacer valer ese “aparato” federal el 22-O? Ni los radicales saben.
Mendoza y hat-trick provincial
Con Mendoza, Bullrich espera conectar un hat-trick , un triplete de victorias provinciales para apuntalar sus chances presidenciales. “El margen va a ser menor al esperado, pero se va a ganar”, afirmó un confidente suyo antes de volar con ella desde Buenos Aires a la ciudad capital. La ex ministra de Macri está convencida de que el triplete Santa Fe-Chaco-Mendoza la vuelve a poner en carrera. “Son victorias importantes que hace que se vuelva a hablar de uno. Venimos entusiasmados”, dijo el vocero.
Cornejo tiene como retador principal a un conocido de Bullrich: se trata de Omar de Marchi, diputado del PRO, ex larretista y quien tejió una alianza subterránea con Milei. “No estamos preocupados, pero a las elecciones hay que ganarlas”, apuntaron cerca del actual senador.
En las PASO provinciales la disputa Cornejo-Luis Petri recogió para JxC 420 mil votos y De Marchi sumó 200 mil. En las presidenciales, se dio vuelta la Taba: Milei capturó 466 mil y Bullrich-Larreta, 290 mil. Es decir que entre una elección y otra, la marca cambiemita perdió 127 mil votos. La provincia es importante: representa el 4,22% del padrón nacional.
Por eso hay expectativa por el factor libertario esta noche. En el bullrichismo especulan que el mileísmo se hará presente en Mendoza en el búnker de De Marchi a través de Ramiro Marra. A Bullrich le dicen en su entorno que Milei “ya no crece”. El problema es que ese estancamiento libertario no necesariamente le reporta más votos a JxC.
El confidente de la ex ministra vaticina una postal parecida a las PASO: que ninguno de los tres candidatos va a superar los 35 puntos en la primera vuelta, pero que tampoco habrá quien se ubique debajo del 25%. “Milei está arriba, pero planchado. Nosotros somos un electrocardiograma. Estamos peleando cabeza a cabeza con Massa”, dijo un dirigente de mucha llegada a Bullrich.
El veredicto de Mendoza también alimentará la flamante interna en la UCR. “Todo demuestra que hay una reivindicación del Grupo Malbec”, apuntó a este medio un operador desde la provincia cuyana, en referencia a qué facción quedó mejor posicionada tras las PASO. Es la trinchera que blindó a Bullrich en la última Vendimia, con Cornejo a la cabeza, pero con la figura de Ernesto Sanz recortando por detrás. De ahí salió ungido Petri como candidato a vice.
Esta noche será el último trampolín provincial de Bullrich para alimentar su campaña. Luego deberá apostar a todo o nada a los debates presidenciales de los próximos dos domingos. En el medio, buscará golpes de efecto: está explorando una foto con el influencer Santiago Maratea para captar el voto jóven, hoy más identificado con Milei, además del kirchnerismo. Y, para justamente dar por cerrada la herida política abierta esta semana, quiere acomodar su agenda para mostrarse con el propio Lousteau.
MC/MG