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El voto fueguino en la mira

Tierra del Fuego: de reelegir a un gobernador nacional y popular a votar a Milei sin escalas

Newsan, la fabricante de electrodomésticos más importante del país, tiene su sede en Ushuaia, donde los habitantes oscilan entre las políticas estatistas del gobernador Gustavo Melella y el libertario Javier Milei, quien propone terminar con el régimen de promoción industrial de la provincia.

Gabriel Ramonet

Tierra del Fuego —

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El 14 de mayo de este año, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, fue reelecto en el cargo con el 51,3% de los votos. Melella le sacó 40 puntos de diferencia a Héctor Stefani del PRO, que obtuvo el 11,1% y 44 puntos a Laura Andrea Almirón, la candidata de Javier Milei en la provincia, que quedó en tercer lugar con el 7,5%.

Melella, un radical K, integrante del ex Frente de Todos y ahora de Unión Por la Patria, es un dirigente autodefinido como “nacional y popular”, que amplió el Estado provincial hasta límites pocas veces visto y que cerró filas con los sindicatos y con la oposición, a tal punto que incorporó como primer candidato a la Legislatura a un referente de Juntos por el Cambio, como el radical Federico Sciurano.

Impulsor de “la paz social” y de “terminar con la grieta”, el gobernador hizo campaña con la “recuperación salarial” en el sector público como bandera, y con la defensa irrestricta del subrégimen industrial que les permite a las fábricas electrónicas, de autopartes y de textiles instaladas en la provincia producir bajo un sistema de exenciones impositivas.

Tres meses más tarde, el último 13 de agosto, el mismo electorado que avaló por abrumadora mayoría la gestión estatista y de consenso prebendario impulsada por Melella, convirtió en la fuerza más votada de las PASO a Milei, la antítesis de la incorporación de más empleados públicos, el enemigo de la “casta política” y de todo lo que se parezca al kirchnerismo.

¿Qué pasó? ¿Cómo dibujar al votante fueguino medio? ¿con la cara de Melella con forma de Estado explotado de funcionarios y asesores, o con la de Milei de rostro adusto, despotricando contra el déficit fiscal?

El primer dato lo aporta Luis Castelli, titular de la consultora Vox Pópuli, quien poco después de los comicios de mayo había adelantado que “gran parte” del numeroso voto en blanco registrado en esa elección (más del 20% en el estamento de gobernador) podía ir a parar a Milei en las PASO.

“Nuestros estudios daban a Milei liderando intención de voto desde por lo menos febrero de este año. Muchos de los votos en blanco que se registraron en las elecciones provinciales para la elección de gobernador fueron ahora a votar por él. El fenómeno está produciéndose, habrá que ver si se confirma y cómo desde aquí a octubre”, analiza el consultor.

Según Castelli, también hay que considerar que muchos fueguinos, aún votantes de Melella, desean un cambio general que modifique un Estado “refugio de ñoquis y de acomodados partidarios, y que encima brinda cada vez menos y peores servicios públicos”.

De esta forma, esa porción del electorado habría votado para mantener sus privilegios en el ámbito local, pero deseando un cambio de base en la estructura general del país.

Otros analistas agregan más indicios: el componente del “voto militar” en una población con presencia de varias instituciones de ese tipo (la Base Naval Ushuaia y el Batallón de Infantería Nº5 de Río Grande, entre ellas). 

También porque “el voto no es racional en muchos casos, y los liderazgos emocionales como el que encarna Milei atraen voluntades más allá de los cálculos de costo-beneficio personales”, completa Castelli.

Industria relativa

El principal empleador privado de la isla es la actividad fabril. A valores de junio de este año, las empresas radicadas en la provincia al amparo de un subrégimen de exenciones impositivas les daban trabajo a 23.184 personas, la mayoría en el rubro electrónico y de la ciudad de Río Grande.

La industria promocionada tuvo un valor imposible de negar en el afianzamiento de la soberanía argentina en el lugar y en el aumento de la población. El presidente Alberto Fernández amplió en 2021 la vigencia del subregimen hasta 2038, con excepción del rubro textil que entró en conflicto a partir de esa decisión, surgida del lobby de los fabricantes de Buenos Aires.

Aun así, aunque la mayoría de los fueguinos defiende la producción local y combate el mito del “ensamble” motorizado desde escritorios porteños, el sistema está muy lejos de tener a todos conformes.

Sectores de la población consideran que “los empresarios industriales promocionados se la llevan toda, y tienen miles de empleados con contratos y salarios basura, viviendo en condiciones precarias”, advierte Castelli.

Esa sensación general de que las empresas radicadas en la provincia no terminan ni invirtiendo en infraestructura ni produciendo otro valor agregado que no sea el empleo (últimamente cuestionado por sus remuneraciones) puede haber influido en el “voto bronca” aglutinado por Milei, no solo en la Isla sino en todo el país.

La postura del líder libertario, acerca de que el subregimen industrial fueguino es una “estafa para los argentinos” y debe ser eliminado, quedó atada a sus declaraciones en un programa de televisión de Buenos Aires y no tuvo amplia difusión durante la campaña para las PASO.

Después de las elecciones de agosto, Milei explicó que en realidad él no estaba de acuerdo con gravar con impuestos a las empresas fueguina, sino que pensaba quitarle los tributos que se pagan por las mismas actividades en el resto del país.

Desde Republicanos Unidos, el partido del “León” en la provincia, interpretaron los dichos de su referente como un aval al sector industrial, cuando en realidad era lo mismo de antes, dicho de otra manera. En definitiva, si Tierra del Fuego pierde sus ventajas impositivas (ya sea porque graven la industria como que le quiten impuestos al resto del país) para cualquier empresario será siempre más ventajoso instalarse en el conurbano bonaerense que en la punta del mapa, donde paga salarios más altos y enfrenta problemas logísticos de toda índole para transportar sus productos más de 3000 mil kilómetros, incluso pasando por Chile.

Así como el empleado estatal (o quienes se benefician del Estado de manera directa o indirecta) puede haber votado en el territorio por la mantención del statu quo, y fuera de él por un cambio de condiciones basado en el hartazgo, respecto del sector industrial pudo haber sucedido algo parecido.

Pastora y candidata

El andamiaje político de Javier Milei en Tierra del Fuego puede explicar, aunque solo en parte, su triunfo en las PASO.

“Republicanos Unidos”, partido que lo representa, es una fuerza política en franco crecimiento que ingresó representantes en la estatuyente municipal de Ushuaia de finales de 2022 (que sirvió para reformar la Carta Orgánica) y que luego realizó una más que digna elección provincial en mayo de este año, logrando legisladores provinciales y obteniendo el tercer puesto en la elección de gobernador.

“Republicanos” tiene su base en la iglesia evangélica “Hay vida en Jesús” instalada en la ciudad de Río Grande.

De hecho, la candidata a la gobernación fue Andrea Almirón, pastora evangélica y una de las líderes espirituales de esa congregación.

Opositora a la ley de aborto y a las regulaciones para garantizar la paridad de género, Almirón hizo campaña recordando la labor social de su iglesia. 

“Me decidió a dar el paso la falta de ideas y de gestión que observo en los gobiernos. Las promesas incumplidas y los silencios de muchos poderes que son funcionales a toda esta situación”, aseguró.

“Nosotros siempre vamos a defender la vida en todas las formas. Y eso incluye al niño por nacer. Es nuestro compromiso y es una de las ideas libertarias. Yo no voy a decir que no voy a cumplir una ley, ni que voy a infringirla. Trabajaremos de distintas formas pero manteniendo nuestra convicción”, advirtió la pastora.

A su vez, en relación a la paridad de género en el ámbito electoral, Almirón consideró que esa práctica “no es necesaria” y “subestima a la mujer”.

“Nosotras tenemos que acceder a lugares por nuestras capacidades. No creo que necesitemos un lugar impuesto por la paridad. Eso es una gran mentira que subestima a la mujer”, opinó.

También aclaró que la iglesia no recibe ningún tipo de subsidio estatal y que “vivimos de nuestros propios ingresos que incluyen el diezmo y las ofrendas”, aunque “el diezmo no es obligatorio”, puntualizó.

Sobre su acercamiento al partido político dirigido por Milei, la mujer consideró que se trata de “un espacio joven que se ha ido posicionando en base a un trabajo tranquilo y perseverante, y que me ha llevado a afiliarme a un partido y a trabajar en política por primera vez”. 

Extremos opuestos

En la elección provincial, cerca de 3 mil votos en favor de los libertarios fueguinos (que le habrían posibilitado acceder a una banca de concejal en cada ciudad) fueron anulados por la Justicia Electoral. El argumento fue la utilización de boletas de una tonalidad distinta a la exigida por las leyes locales. La Justicia no tuvo en cuenta la evidente voluntad de los electores por votar al partido, por encima de las cuestiones formales.

Ese conflicto terminó con un recurso ante el Superior Tribunal de Justicia, que convalidó lo actuado en las instancias anteriores, y con un planteo ante la Suprema Corte de Justicia que todavía se encuentra en pleno trámite.

“Nos robaron tres mil votos y no vamos a parar hasta que así sea reconocido”, avisó Santiago Pauli, apoderado de Republicanos y primer candidato a diputado en las PASO.

Apoyado por el fenómeno Milei, Pauli también se convirtió en el candidato más votado en las primarias y ahora tiene serias chances de acceder a una banca en el Congreso en octubre.

Con un discurso opositor hacia los partidos tradicionales y a las gestiones de los gobiernos provincial y municipales (estos últimos en manos de intendentes de La Cámpora) los libertarios fueguinos capitalizaron el auge de su figura central a la vez que dejaron en evidencia las contradicciones de un electorado difícil de terminar de entender.

Aun con todas las explicaciones expertas, lo cierto es que el votante fueguino medio eligió a los extremos opuestos del arco ideológico en el término de tres meses.

Como en una tensión psicológica entre la realidad y el deseo, el habitante de la provincia austral parece fluctuar entre una autopercepción de lo que es, y otra de lo que cree que es. En una posición acepta los beneficios del Estado de bienestar, y en la otra se considera único artífice de su destino. Todo, en el término de tres meses, y sin que sepa cómo volverá a comportarse en octubre.

GR/MG

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