Si la sede del gobierno nacional está frente a la plaza de Mayo, gran parte del poder peronista real está en la plaza de San Justo. Y si la gran mesa del Frente de Todos del jueves por la noche tuvo la sorpresa de juntar a Alberto Fernández con Máximo Kirchner después de un año sin hablarse, la postal de la treintena de participantes dejó otra apostilla política significativa. A solo cinco sillas de distancia se sentaron Fernando Espinoza y Fernando “Chino” Navarro, dos de los protagonistas de una de las peleas más descarnadas que tendrá la temporada electoral oficialista.
Es que el Movimiento Evita está dispuesto a desafiar al intendente de La Matanza en su propio territorio, y ya se prepara para lanzar su propio partido político con el que buscará ir a las PASO locales: La Patria de los Comunes.
La jugada de la organización que conducen Navarro y Emilio Pérsico quedará cristalizada a mediados de marzo, con un acto en una cancha de fútbol porteña. El sello político del Evita tiene el apoyo de Somos-Barrios de Pie, la agrupación que conduce Daniel “Chucky” Menéndez que, al igual que sus aliados, tiene un pie en el territorio y otro en la función pública. Son las dos organizaciones piqueteras más importantes del oficialismo.
La intención declarada de Pérsico y compañía es pelear en diez distritos comandados por peronistas, aunque siempre dentro del variopinto FdT. También tienen ambición en ocho que responden a Juntos por el Cambio. Con nombres propios, en el WhatsApp de la agrupación ya circula un listado de los municipios de PBA a conquistar.
En La Matanza, La Patria de los Comunes será la agrupación que lleve al frente la candidatura de Patricia “Colo” Cubría, diputada bonaerense y pareja de Pérsico. Es quizás la candidatura más firme, junto a la del legislador nacional Leo Grosso en San Martín, partido gobernado hoy por Fernando Moreira, en reemplazo del ministro Gabriel Katopodis. Otra prioridad es mantener la intendencia de Moreno –único bastión propio– con Mariel Fernández, la segunda cara del Evita que estuvo en la sede del PJ el jueves.
La Matanza, Máximo y Grabois
La interna matancera con Espinoza está al rojo vivo luego del desplante en las legislativas de 2021, cuando el PJ local –dominado por el intendente– bajó la lista del Evita por supuestas irregularidades legales. La disputa escaló a fines del año pasado, cuando una patota vinculada a la barra de Almirante Brown atacó a balazos a una cuadrilla que realizaba pintadas callejeras por la “Colo” Cubría.
Ese violento episodio involucró en la trama a Máximo Kirchner, quien se ofreció para mediar entre Espinoza y Pérsico. “No quiere que haya quilombo porque sabe que el apoyo de los vecinos al intendente está cayendo y que nosotros tenemos poder de daño”, aseguró a elDiarioAR una fuente evitera al tanto de la realidad en el territorio.
“Si el FdT está en 45 o 50 puntos en La Matanza, Espinoza solo llega al 30 por ciento”, pronosticó un dirigente territorial, que aseguró que aunque hay diferencias claras con el jefe comunal, el Evita no va a romper con el oficialismo: “Todos nos necesitamos, hay que construir”.
Las conversaciones aceitadas entre Pérsico y Máximo fueron una consecuencia de la visita del líder piquetero a Cristina Kirchner en el Senado. Esa cumbre bajó la tensión que existía en el kirchnerismo por los planes sociales y parece haberse trasladado al plano electoral. “Hay un aval explícito de Máximo de nuestras candidaturas”, dijo una importante voz territorial, dando a entender que la boleta de Cubría tiene el apoyo de La Cámpora local.
Cerca de Espinoza asumen que la pelea local está abierta y aseguran que la definición de que haya primarias locales estará atada a la estrategia nacional de todo el dispositivo del FdT.
Otro nombre de peso que se metió en la pelea matancera fue Juan Grabois, quien se ofreció como abogado ad honorem de los militantes del Evita atacados. Aunque el dirigente cercano a la vice tiene su propio partido –el Frente Patria Grande–, también acompaña los intereses electorales de sus socios en la UTEP, el gremio de la economía popular. Ya elDiarioAR publicó la postal en San Martín entre Grosso y sus pares Federico Fagioli y Natalia Zaracho.
El Evita también quiere pelearle Lomas de Zamora a Martín Insaurralde (el anotado ahí es Juan Francisco Navarro, hijo del “Chino), Tigre (a Julio Zamora), Marcos Paz (Ricardo Curuchet), Ituzaingó (Alberto Descalzo), Berazategui (Patricio Mussi), Presidente Perón (Blanca Cantero), Navarro (Facundo Diz, en reemplazo de Santiago Maggiotti) y Partido de La Costa (Cristian Cardozo).
A la oposición –corriendo a priori desde atrás– le intentará arrebatar Vicente López (terruño de Jorge Macri), Lanús (del macrista Néstor Grindetti), Suipacha (del radical Alejandro Federico), Lobos (Jorge Echeverry), Rojas (Román Bouvier), San Nicolás (Ismael Passaglia), Tandil (Miguel Ángel Lunghi). También hay una pelea por Tres de Febrero, que comanda el larretista Diego Valenzuela, por parte de “Chucky” Menéndez. Ahí el FdT lo encabeza el camporista Juan Debandi, que ya perdió en las últimas elecciones.
La ambición política del Evita parece circunscribirse a las intendencias bonaerense. Hay en principio un acuerdo interno para que Axel Kicillof sea reelecto, pese a que hubo coqueteos con Insaurralde que también sueña con La Plata. A su vez, tiene anotados dos dirigentes en otras provincias: el diputado Eduardo Toniolli es su candidato para gobernador en Santa Fe, donde seguramente hay internas; y en Río Negro ya tienen definida la postulación de Silvia Horne, pese a que el panorama político lo domina Alberto Weretilneck.
¿Planes por votos?
La presentación formal de La Patria de los Comunes está agendada para el 17 de marzo, con un acto en un estadio de fútbol por ahora incierto. En un principio era la cancha de San Lorenzo, pero distintas fuentes eviteras confirmaron que será otro el espacio: entre las posibilidades está Ferro, en Caballito, o Deportivo Español, en el Bajo Flores. La decisión de la orga de lanzarse formalmente en política se votó ya el año pasado, en un congreso nacional en Argentinos Juniors.
Lo cierto es que el organigrama del partido ya está definido. Pérsico será el presidente y Menéndez su vice. Además de ellos y de Navarro, en el armado también participan otros referentes del Evita, como Alejandro Gramajo –subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local del Ministerio de Desarrollo Social–, Gildo Onorato –quien se pidió licencia como secretario gremial de la UTEP– y el ex senador y jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina.
“Pensamos el lanzamiento como una instancia de participación política de los movimientos, que tiene como objetivo definir un programa productivo, económico y social, y tener claro desde dónde hablamos hacia el futuro”, planteó Onorato a elDiarioAR. El Evita busca sumar acciones propias en la mesa del FdT desde su base territorial, a partir de la extensión de su influencia que tiene en la llamada economía popular, que agrupa a unos diez millones de personas que trabajan en la informalidad.
La organización tiene el desafío de administrar los planes sociales, una política hasta cuestionada por el propio Pérsico, que es el secretario de Economía Social de la Nación, la ventanilla en Desarrollo Social a cargo del programa Potenciar Trabajo. Los tironeos con la ministra Victoria Tolosa Paz son permanentes. De los casi 1,3 millones de beneficiarios, se estima que al Evite responden unos 120 mil planes. Esa masa no se traduciría automáticamente en votos, más en el clima anti-político reinante: ya no es novedad que en las barriadas se escuchen apoyos a Javier Milei, incluso en las filas de las agrupaciones piqueteras más duras, como es el Polo Obrero.
“Es un desafío para los movimientos populares no solamente captar el voto, sino impulsar estrategias de desarrollo político-electoral. Existe un enorme vacío de nuestra democracia que está desprestigiada, con una ausencia de representatividad enorme”, admitió Onorato, y en un tiro por elevación a la propia estructura del PJ, que justamente tiene en Espinoza en La Matanza a su máxima expresión, agregó: “Tenemos que plantear una propuesta desde los sectores populares para aportar volumen electoral en aquellos lugares donde los sectores tradicionales del Frente de Todos han perdido prestigio, representación y territorialidad”.
MC