ARC Energy se convirtió en el único oferente y, por lo tanto, en el nuevo propietario de IMPSA. La empresa estadounidense, especializada en el sector energético, presentó la única propuesta formal para adquirir las acciones estatales de la histórica firma mendocina.
Con esta adquisición, ARC Energy se compromete a inyectar 25 millones de dólares en la compañía para garantizar su continuidad y crecimiento, y a desarrollar nuevos proyectos en el sector energético.
La licitación para la venta de IMPSA arrojó un resultado inesperado: ARC Energy fue la única empresa en presentar una oferta formal.
A pesar de que varias compañías internacionales habían mostrado interés y adquirido los pliegos, solo la empresa estadounidense decidió avanzar con su propuesta. Este desenlace genera interrogantes sobre las expectativas del mercado y las condiciones de la licitación.
IMPSA realiza trabajos en el país para la represa Yacyretá, YPF, otras petroleras que operan en Vaca Muerta, así como grandes compañías a nivel local e internacional, y emplea a unos 720 trabajadores. De acuerdo con lo que plantean desde el Ministerio de Economía, la empresa es deficitaria y arrastra una deuda de US$566 millones.
La metalúrgica, que tiene un siglo de historia, llegó en su apogeo a exportar tecnología a decenas de países, pero actualmente se encuentra muy endeudada, ya que debe renegociar unos US$ 500 millones.
Una de las principales razones de su endeudamiento es que Venezuela nunca le pagó una deuda que ronda los US$ 300 millones.
Para ARC Energy, IMPSA es clave porque produce tecnología y equipamiento de generación hidroeléctrica, y hasta componentes nucleares.
Entre los principales activos de la empresa es que cuenta con unos 700 trabajadores calificados, con un capital humano de “altísima formación”.
El problema de IMPSA, compañía creada en 1907 por la familia Pescarmona, y que llegó a operar en más de 30 países, es que se encuentra sobre endeudada. Tiene pasivos por u$s 500 millones, que los compradores deberán salir a negociar con los acreedores.
El 63,7% de las acciones son propiedad de un fondo fiduciario del Estado (el FONDEP), que controla la Secretaría de Industria, mientras que el 21,2% de las acciones pertenecen a Mendoza. El porcentaje restante de su capital social (15,1%) es de propiedad privada: el 9,8% está en manos de un fondo de capital controlado por los acreedores de la Compañía y el 5,3% pertenece a un fideicomiso de capital controlado por los accionistas originales y fundadores de IMPSA.
La historia de IMPSA
1907
Los orígenes de IMPSA se remontan al año 1907, cuando Enrique Epaminondas Pescarmona funda sus Talleres Metalúrgicos en Mendoza (Argentina) para la fabricación de piezas de repuestos de material de fundición de hierro, equipos para la industria vitivinícola y compuertas para los canales de irrigación.
1946
Se crea Construcciones Metálicas Pescarmona S.R.L. (“CMP”) con el propósito de emprender el diseño y la construcción de estructuras metálicas, compuertas para irrigación, así como otros equipos electromecánicos.
1965
Se adopta la denominación IMPSA, acrónimo de Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A.I.C. y F, con la cual se da continuidad a la empresa fundada a principios de siglo y se emprende el diseño y construcción de grandes estructuras de acero y equipos electromecánicos.
Años 70
Se inicia un proceso de notable desarrollo tecnológico que le otorga a IMPSA el perfil de empresa innovadora, convirtiéndola en líder en generación hidroeléctrica en Argentina.
Años 80
La empresa se convierte en un referente mundial en la construcción de grúas portuarias y centrales hidroeléctricas bajo modalidad “llave en mano”, llevando adelante una política agresiva de Investigación y Desarrollo con la construcción de un Centro de Investigaciones Tecnológicas propio.
Años 90
IMPSA se consolida en el mercado de la energía como desarrollador de proyectos hidroeléctricos, obteniendo dos importantes contratos bajo la modalidad B.O.T. (Build Operate and Transfer): Potrerillos, en Argentina, y CBK, en Filipinas. Comienzan las investigaciones sobre energía eólica.
2000
Nace la unidad de negocios Wind con la que IMPSA apuesta fuertemente a la energía eólica con aerogeneradores de alta tecnología.
IMPSA es adjudicada con el contrato para construir la Central Hidroeléctrica Tocoma, en Venezuela, las turbinas Kaplan de mayor potencia jamás construidas.
Se suministran las grúas para el puerto PTP en Malasia.
Se firman contratos con la Provincia de la Rioja, bajo modalidad EPC, para proveer doce aerogeneradores con diseño IMPSA del tipo IWP-83 de 2,1 MW clase II, para el proyecto Arauco I. En este proyecto, IMPSA también tiene a su cargo la operación y mantenimiento del parque.
2010-actualidad
Se obtiene la adjudicación de Arauco Etapa III, correspondiente a 12 equipos adicionales, incorporando una capacidad instalada de 25,2 MW la que, posteriormente, es ampliada a 52 MW con la contratación de IMPSA para la Etapa IV que consta de 26 aerogeneradores IWP-100.
Se inaugura la Sala Limpia de IMPSA, en donde se construyeron los cuatro Generadores de Vapor para el reemplazo y extensión de vida de la Central Nuclear Embalse Río III. Se obtiene también la contratación del diseño, fabricación, transporte y montaje del conjunto del recipiente de presión del Reactor Nuclear Carem 25 M, primer Reactor Nuclear argentino para generación de energía.
Se instala la nave Wind destinada a la producción de aerogeneradores en la Planta de IMPSA.
En enero de 2017, IMPSA obtiene la adjudicación para la rehabilitación con nuevo diseño hidráulico y mecánico de 2 turbinas Kaplan de 154 MW cada una y provisión de tuberías internas del rodete, para la Central Hidroeléctrica Yacyretá.
El día 27 de abril de 2018, como consecuencia de la modificación de su estatuto La Compañía modifica su denominación social, la que quedará bajo el nombre de “IMPSA” (en lugar de su anterior denominación INDUSTRIAS METALURGICAS PESCARMONA “IMPSA” SAICF) como resultado del inicio del proceso de cierre de la reestructuración financiera de la compañía.
MM con información de agencias.