El ministro Luis Caputo logró sortear la presión para dar la cara ante los diputados y defender el Presupuesto 2025 y este martes la primera audiencia sobre el proyecto de gastos para el año que viene tendrá como protagonistas a funcionarios de segunda línea. El secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, darán el puntapié inicial al debate sobre la iniciativa de Ley de Leyes que presentó Javier Milei como inédita, a partir de la “regla” del déficit cero que rige el texto.
Los representantes de Economía expondrán desde las 14 en el marco de la comisión de Presupuesto, que preside el libertario José Luis Espert. La agenda oficial prevé al menos ocho encuentros, entre audiencias con invitados y debates entre los legisladores, que se extenderían al menos por dos meses. El cronograma de máxima del oficialismo es obtener media sanción para fines de noviembre, principios de diciembre.
Teniendo en cuenta que luego tiene que haber una instancia de revisión en el Senado, los tiempos se acortan para los libertarios. De hecho el debate ya viene demorado una semana, porque la presentación de los funcionarios se esperaba para el 1 de octubre, día en que la Cámara baja sancionó la Boleta Única de Papel.
La discusión por el Presupuesto 2025 quedó relegada por la profundización de la crisis entre el Gobierno y las universidades nacionales. El veto de Milei a la ley de financiamiento motorizó a la oposición para buscar saltear el boicot presidencial y votar la insistencia de la norma mañana mismo. Pero a lo que compete a la audiencia de comisión de hoy, la novedad es que la polémica seguramente se meta en la exposición de los funcionarios. Se espera que los funcionarios de Economía hagan un guiño al sector para descomprimir la tensión, luego de que anoche se conociera la oferta oficial de un 6,8% de aumento al personal universitario.
Según supo elDiarioAR de fuentes parlamentarias, la expectativa está en que Guberman y Quirno expliciten que habrá una mejora en las partidas presupuestarias para las universidades dentro de la Ley de Leyes. Actualmente el proyecto de Presupuesto apenas otorga un aumento del 28% con respecto a este año para las 60 casas de altos estudios en todo el país, muy por debajo de la inflación. Mientras que el Consejo Interuniversitario Nacional estimó que necesitan $7,2 billones, Economía le otorgó en el texto de la iniciativa 3,8 billones, es decir casi la mitad.
Esa estrategia va en línea con la actitud del Gobierno de la que dio cuenta ayer este medio: como el rechazo al veto es posible, el Ejecutivo explora como alternativa la reasignación de partidas previstas para Salud o proyectos de obra pública en las provincias. Según cálculos oficiales, la norma universitaria –que garantiza recomponer la pérdida salarial de este año y garantiza un piso sobre la inflación hacia adelante– compromete el 0,14% del PBI.
El PRO, el máximo aliado de La Libertad Avanza, ya instaló ayer la necesidad de que el tema de las universidades esté en la agenda del Presupuesto 2025. En su comunicado, el partido de Mauricio Macri garantizó su apoyo al veto a la ley pero instó al Gobierno a que “incluya las necesidades de las universidades en el proyecto de presupuesto 2025 de manera prioritaria”. Por la tarde las espadas legislativas amarillas se lo plantearon directamente a Martín Menem y a funcionarios como el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el secretario de Interior, Lisandro Catalán. “Esperamos una pronta respuesta del Gobierno”, le marcaron la cancha vía Twitter. Por la noche la Oficina del Presidente anunció una suba de los salarios para descomprimir la paritaria, pero el conflicto aún parece lejos de clausurarse.
Pese a los gestos que ensayaría el Ejecutivo, la verdad es que la educación no es una prioridad para Milei, porque así como le recortó a las universidades, en lo que respecta a la educación inicial y media, el proyecto libertario suspende el Artículo 9° de la Ley de Financiamiento Educativo que garantizaba el financiamiento del sistema. Como contrapartida, por ejemplo, le otorgó a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) el doble del presupuesto que el actual: de $101.816 millones a $197.238 millones para el año próximo, lo que representa un aumento del 94%.
Más allá del tema educativo, Guberman y Quirno serán los pararrayos del sinfín de cuestionamientos que prepara la oposición sobre el Presupuesto. La principal crítica del peronismo y gran parte del resto del arco opositor será contra la “regla” mileísta que limita el aumento del gasto por encima de lo presupuestado. El pilar del déficit cero lleva al extremo el uso de la billetera del Estado, porque si los ingresos son menores a los pronosticados, entonces también se reducirán los gastos. La única partida que Milei decidió que no se reducirá será la de los vencimientos de la deuda.
En el texto –que está accesible al público en la web de Diputados– el Gobierno plantea como prioridades de su gestión tres puntos: ordenar la macroeconomía, aumentar la seguridad y fortalecer la defensa. Las demás cuentas son ajustables –sin importar su impacto social– y deberían correr por cuenta del mercado o los gobiernos provinciales y municipales. En líneas generales el Presupuesto calcula una estrepitosa caída de la inflación a un 18,3% interanual en diciembre 2025, un dólar oficial en esa misma línea de flotación a $1.207 para fin del año que viene.
Se plantean subas de impuestos porque habrá más recortes de subsidios a la luz, el gas, el agua y el transporte y es una duda aún sin saldar si el Gobierno subirá las retenciones al agro. Los cálculos avizoran un aumento del 100% en la recaudación de los derechos de exportación, pero para los especialistas es un número que no cuaja con el supuesto de que las exportaciones crezcan 9% y el dólar oficial suba 23%. La motosierra de Milei también alcanzaría al mundo del trabajo, porque se deroga la movilidad por inflación de las asignaciones familiares, mientras el texto instaura como ley en un artículo la modificación que se hizo vía DNU a la fórmula de movilidad jubilatoria.
El Presupuesto expondrá el grado de negociación al que esté dispuesto a llegar el oficialismo, porque en la comisión tiene una franca minoría. Unión por la Patria, más la Izquierda, suman 21 de las 48 firmas en el cuerpo de trabajo que conduce Espert. El kirchnerismo exigió que den la cara todos los ministros del Gabinete y también el titular del Banco Central, Santiago Bausilis. Por ahora no serán de la partida. Los libertarios esperan abrir las conversaciones al menos con los dialoguistas del radicalismo, el espacio de Miguel Pichetto y las fuerzas provinciales y de los gobernadores, para que pueda avanzar su proyecto de ajuste permanente que comienza a discutirse desde hoy.
MC/JJD