Axel Kicillof dará una nueva muestra de autonomía esta tarde en su acto por el Día de la Lealtad en Berisso, donde será el único orador. El objetivo principal de los organizadores es que sea un evento “bisagra” para mostrar el resultado del objetivo para el que trabajan hace meses: el nacimiento de un espacio político propio, independiente del Instituto Patria.
La idea es que el acto sea leído como la fecha oficial del nacimiento del “axelismo”. Para eso están convocados los intendentes, legisladores, funcionarios y militantes cuya máxima referencia hoy es la figura del gobernador. El grupo todavía no tiene un nombre definido, pero empezó a tomar forma su identidad.
“Hay que mirar presencias y ausencias. Hasta ahora, algunos intendentes y funcionarios oscilaron entre actos de Axel y de Máximo Kirchner. Acá la situación es divisoria de aguas, se va a blanquear quién está de cada lado”, confió a elDiarioAR uno de los principales armadores del evento. Pese al clima en torno del acto, hasta este jueves no estaba previsto que el gobernador hiciera una referencia a la interna. Tal como viene marcando en sus últimos discursos, el principal destinatario de sus críticas será Milei.
Los preparativos del acto generaron irritación en el cristinismo. La intendenta de Quilmes, la camporista Mayra Mendoza, reflejó el malestar durante una entrevista en la que fue demoledora con el gobernador: “Me llama la atención que el gobernador luego de las oportunidades que tuvo en su vida por la confianza de Cristina y por ser parte de este proyecto político, todavía no se haya manifestado en función de la candidatura de Cristina a presidir el PJ”, expresó.
La estrategia de disciplinamiento se extendió entre figuras cercanas a Cristina, en la previa de la reunión planificada para el martes entre la expresidenta y Kicillof, de la que todavía quedan dudas de que se haya concretado. Las segundas líneas del Instituto Patria aseguraron que el encuentro se hizo, mientras que desde el entorno más cercano al gobernador primero la negaron de modo tajante y luego optaron por el silencio. Esa actitud hace pensar —incluso a intendentes alineados con Kicillof en la Provincia— que el encuentro existió, pero que no se alcanzaron los acuerdos esperados.
En ambos bandos hubo un hermetismo total, lo que incrementó las versiones de distancia. No sería nuevo que Cristina y Kicillof hablen, en rigor lo hicieron hace algunas semanas, antes de que él viajara a México a la asunción de Claudia Sheinbaum, cuando la expresidenta lo llamó para saludarlo por su cumpleaños. La novedad, entonces, es que el gobernador considere que tiene que esconder ese diálogo y que —a dos días del cierre de listas— todavía no haya definido apoyar la candidatura de Cristina al PJ nacional.
El futuro del PJ: ¿habrá lista de unidad?
Más allá del episodio del martes y sus distintas versiones, las charlas existen y es probable que haya un acuerdo entre Kicillof y Cristina. Pero algo se rompió entre ambos. La confianza no es la misma y ya no hay una obediencia automática del gobernador a su mentora política. El hecho de que Kicillof no haya salido a apoyar a Cristina es una muestra de que hay negociaciones, pero no sometimiento.
Mientras el riojano Ricardo Quintela insiste en su candidatura, en ambos bandos admiten que no ven viable la realización de una interna. “No hay ninguna posibilidad de que se haga. Los costos los paga el Estado. Y acá está claro que no sólo Javier Milei se negará a darnos la plata sino que además va a aprovecharlo para hacer campaña contra el peronismo”, confió a elDiarioAR un dirigente que trabaja para el gobernador.
Quintela pregona la unidad y se reunirá con Cristina el viernes. Hasta este miércoles, sostenía firmemente su candidatura, una actitud que refleja que buscará tensionar hasta último momento. “Kicillof es uno de los pocos hombres que no está manchado por corrupción. Hay que cuidarlo”, provocó el riojano e insistió: “Se le puede achacar cualquier cosa menos corrupción”.
Los organizadores de Berisso apostaban a que Quintela no estará presente en el acto. “No nos convendría porque si viene hay que mostrarlo y hacerlo hablar, sería entendido como una declaración de guerra contra Cristina”, confió uno de ellos. En ese juego de equilibrios, no descartan una lista de unidad con Cristina al frente, aunque se regocijan con que el operativo clamor “no prendió como ella esperaba” y apuestan a que el Kicillof se moverá en tándem con el resto de los gobernadores del espacio.
LA/JJD