Martín Menem tragó bronca cuando tuvo que dar por caída la sesión en Diputados de este miércoles al mediodía y su primer gesto fue agarrar el celular. No tenía el mejor humor. Llamó una, dos, varias veces a Miguel Pichetto, pero el titular del ahora espacio Encuentro Federal (hasta hace un día Hacemos Coalición Federal) no lo atendió. Tampoco Oscar Agost Carreño, otro diputado clave y secretario parlamentario del bloque federal. El desaire que sentía el presidente de la Cámara baja era total: por culpa del faltazo de los legisladores del heterogéneo espacio centrista, fracasó la sesión en la que el oficialismo quería avanzar en una serie de leyes sobre seguridad y defensa, y donde además quería intentar darle un cierre al escándalo por la visita de seis libertarios a Alfredo Astiz y otros represores en la cárcel de Ezeiza.
Por eso durante la tarde del miércoles en La Libertad Avanza comenzó a conjurarse una explicación con tintes conspiracionistas: Pichetto “se vengó” porque no obtuvo un lugar en la estratégica comisión bicameral de Inteligencia, fue la explicación que se recogía en la bancada de Milei. Pero la hipótesis tiene un problema: el propio oficialismo, a su vez, dilata la conformación de esa comisión. En el Gobierno no terminan de contentarse con que el senador del PRO por Misiones Martín Goerling Lara quede como titular de un cuerpo en el que los libertarios tienen muy pocas sillas. De algún modo significaría darle un resorte clave de poder a Mauricio Macri.
Ayer se sumó otro elemento en contra de las intenciones oficialistas: Nicolás Massot, el miembro de EF en la bicameral de Tratamiento Legislativo, votó junto con el kirchnerismo para que esa comisión se abocara este jueves mismo por la tarde a discutir los recientes DNU sobre el retorno de la SIDE (el 614/24) y su polémico fondeo sin control con $100.000 millones (656/24). La jugada finalmente quedó obturada porque LLA logró imponer una mayoría junto con el PRO y la UCR. Definieron que el tratamiento de esos decretos tan sensibles se pateen hacia adelante.
Así el Gobierno logró ganar tiempo, pero no con mucho margen político. La demora en la conformación de la bicameral de Inteligencia y la negativa a abrir la discusión de los decretos sobre la SIDE en la bicameral de DNU acercó más a los bloques de UxP y EF. Ambas fuerzas están tejiendo una estrategia subterránea para voltear los decretos sobre la agencia de inteligencia en Diputados. Por eso anoche convocaron a una sesión especial para el jueves 15 de agosto a las 10. La fecha no es casual porque es cuando se cumplen los diez días de plazo que tiene la bicameral de Tratamiento Legislativo como ámbito exclusivo para discutir los decretos. Superado ese tiempo, las cámaras pueden discutirlos cuando quieran.
La jugada contemplóa que la sesión la pida el espacio de Pichetto y no el peronismo, que carga con el mote de ser una “mancha venenosa” para el resto de la oposición. “Nosotros no vamos a forzar una convocatoria para pinchar una posible sesión que nos beneficie”, reconocieron en el bloque peronista de Diputados. EF avanzó con la firma también de la Coalición Cívica de Elisa Carrió y algunos radicales disidentes ligados a Facundo Manes. Junto al kirchnerismo y la izquierda, más algunas fuerzas provinciales, los opositores están tranquilos de que en el poroteo suman más de los 129 votos necesarios. El detalle del temario indica que solo buscarían voltear el DNU que le otorgó presupuesto reservado a la SIDE –UxP también quiere avanzar el de la creación de la agencia–.
Pero si en Diputados el pronóstico es que la oposición está cerca de rechazar el DNU, en el Senado la discusión parece más incierta. Los DNU tienen la particularidad de que son vigentes hasta que ambas cámaras del Congreso lo rechazan. Y es una bala de plata, porque si la votación sale favorable al oficialismo, el decreto queda definitivamente ratificado. Es lo que sucede con el megadecreto 70/23 de desregulación económica que firmó Milei en diciembre: fue rechazado por la Cámara alta pero sigue en pie porque la oposición en la Cámara baja aún no logró conformar una mayoría para hacerlo caer del todo.
Una importante espada legislativa del kirchnerismo en el Senado admitió a elDiarioAR que aún no tienen los votos para esa arremetida sobre los DNU de la SIDE. UxP tiene 33 de los 37 votos necesarios para esa ofensiva, pero al parece tiene dificultades para pescar apoyos entre los radicales que en su momento acompañaron el rechazo al megadecreto 70/23: tal fue el caso de Martín Lousteau (CABA), Pablo Blanco (Tierra del Fuego) y Edith Terenzi (Chubut), que es radical pero no integra el bloque de la UCR. En esa votación el kirchnerismo tuvo el acompañamiento además de dos peronistas disidentes y de cuatro representantes de fuerzas locales. “No creo que la UCR nos acompañe a voltear la SIDE porque ahí detrás está el Coti Nosiglia”, aventuró una explicación la voz consultada por este medio, en referencia al histórico operador radical que es mentor de Lousteau.
Ayer desde UxP comenzaron a abonar una narrativa pública para empezar a juntar apoyos en el Senado: buscaron alertar que la Casa Rosada –fundamentalmente vía Santiago Caputo como hombre fuerte detrás del director de la agencia, Sergio Neiffert– ya está usufructuando de los fondos reservados para los espías. “La plata ya la están gastando para el ejército de trolls”, afirmó el senador Oscar Parrilli durante la discusión en la bicameral.
El contraargumento que usaron LLA y sus aliados del PRO y la UCR es que el tema del DNU es tan sensible que debería discutirse en el ámbito de la bicameral de Inteligencia. “Tenemos que tratar estos dos decretos. Que la semana que viene se conforme la bicameral de Inteligencia”, reclamó el senador radical Víctor Zimmerman (Chaco), que igualmente acompañó a los libertarios a patear la pelota para adelante. “Los decretos son constitucionales. Los 100.000 millones no nos parecen alarmantes a juzgar por la inflación que hay y que en otras oportunidades se le ha otorgado a la AFI unos $20.000”, justificó el libertario Bartolomé Abdala (San Luis). Que algunos radicales voten en Diputados dejará expuesto a sus correligionarios.
Mientras tanto, sigue demorada la comisión bicameral de Seguimiento de los Organismos de Seguridad e Inteligencia. A casi ocho meses de la asunción de Milei todavía no está conformada porque Caputo no quiere que el amarillo Goerling que al frente. Como la titularidad tiene que ser de un senador, pero el oficialismo no tiene peso para poner a ninguno de los suyos, el asesor quiere en ese lugar al peronista disidente Gustavo Kueider (Entre Ríos). El debate sigue abierto.
LLA sí tendrá como representantes a los diputados Gabriel Bornoroni y César Treffinger. Del PRO, además de Goerling, estará el diputado Cristian Ritondo, mientras que la UCR contará con dos lugares: uno para la diputada Mariela Coletta y otro que se dirime entre los senadores Lousteau y la mendocina Mariana Juri. Por el kirchnerismo fueron nombrados los diputados Leopoldo Moreau, Germán Martínez y Paula Penacca, y los senadores Parrilli, Wado De Pedro y Florencia López. Definitivamente ya quedó afuera, por decisión de Menem, Emilio Monzó, del espacio de Pichetto. Esa sería la cuestión de fondo de porqué fracasó la sesión del miércoles.
DM/MC