El saliente ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, negó ante la Justicia tener conocimiento de supuestos delitos y hechos de corrupción en torno a la construcción del gasoducto Presidente Néstor Kirchner, según confirmó a elDiarioAR una fuente judicial con acceso al expediente.
Ante el juez federal Daniel Rafecas y el fiscal Carlos Stornelli, Kulfas declaró por alrededor de dos horas como testigo y admitió ser el autor del off the record que se filtró el fin de semana y en el cual acusaba a los funcionarios de La Cámpora de haber realizado una licitación a medida de la multinacional ítalo-argentina Techint para la adquisición de los caños del gasoducto. Sin embargo, Kulfas dijo en el juzgado que no le consta el supuesto direccionamiento a favor de Techint y que entendió, después de haber sostenido esos dichos, que la premura de la licitación de las tuberías se debió a la necesidad de comenzar con la megaobra y “ahorrar divisas por imporación de gas”.
Kulfas dijo que sus expresiones no fueron más que discrepancias y discusiones políticas y de políticas públicas, ante lo que consideró un ataque injustificado hacia su Ministerio de parte de la vicepresidenta
“Lo primero que quiero manifestar -afirmó el exfuncionario en su testimonial- es que en ningún momento quise señalar o hacer mención de actos de corrupción”, aseveró Kulfas ante el juez y el fiscal. Mis declaraciones, que están registradas en dos radios, AM 750 y FM La Patriada (...)-aportó un pendrive-, hacían referencia exclusivamente a cuestiones de política pública y política industrial, y tenían que ver con un conjunto de declaraciones que había realizado la señora vicepresidenta de la Nación“ en el acto de YPF, ”las cuales consideré ofrensivas e injustificadas hacia nuestra gestión en el Ministerio de Desarrollo Productivo“, agregó Kulfas, de acuerdo con su declaración.
Kulfas negó así las sospechas de presunta corrupción que habían surgido a partir de los trascendidos del fin de semana, que generaron sus propios dichos. Su testimonio era central para el avance de la causa judicial. El exministro se negó a hablar con la prensa al ingreso de su declaración y buscó evadir a los periodistas al salir velozmente del tercer piso de Comodoro Py 2002. “Si hubiera tenido algún algún elemento que indicara la existencia de posibles actos de corrupción, los habría denunciado en sede judicial”, afirmó ante el juez.
En el marco de esa interna política, Kulfas sostuvo ante la Justicia que redactó un texto similiar al del off the record en el que afirmaba que los funcionarios de la empresa pública Enarsa (también llamada IEASA), cercanos a Fernández de Kirchner, habían realizado la licitación de los caños del gasoducto a medida de Techint y que lo envió a su secretaria de prensa para que tuviera información ante la consulta de periodistas, dijo, pero agregó que nunca tuvo la intención de que se difundiera de manera masiva entre periodistas. “No fue esa la orden que yo emití”, sostuvo.
Sobre los errores técnicos sobre los tubos del gasoducto, que los funcionarios de la empresa pública Enarsa (IEASA) -a cargo de la licitación- le enrostraron -también lo hizo indirectamente Paolo Rocca, de Techint en un discurso público esta semana-, Kulfas los atribuyó al apuro por emitir una respuesta al “ataque” de CFK, informó el juzgado. “Tiene algunas impresiciones, fruto del aputo de su escritura”, declaró. “He tenido muy poca relación directa con la señora vicepresidenta y nunca conversé con ella de este tema”, dijo Kulfas.
“En cuanto a la licitación en cuestión, la misma estuvo en cabeza de la empresa IEASA (Enarsa, empresa pública). El Ministerio de Desarrollo Productivo no tuvo una intervención directa en cuanto a las características técnicas de la licitación, sobre las cuales, naturalmente, no puedo opinar porque las desconozco”, sostuvo Kulfas. Aclaró que la Secretaría de Industria, que dependía de su ministerio, intervenido sólo en el marco del cumplimiento de la ley compre nacional, que obliga a los funcionarios para adquirir productos de origen nacional antes que importados en caso de que sean los adecuados y específicos.
Ante preguntas de Stornelli, Kulfas ratificó el texto de su renuncia, que se materializó en una carta de 14 páginas y respondió que no habló del tema con el presidente Alberto Fernández, a quien, aclaró, le presentó la renuncia informalmente el sábado último y vi por última vez el lunes, cuando dejó el Gobierno. “Dicha situación generó un malestar muy importante dentro de las máximas autoridades del Gobierno, y me pareció pertinente presentar mi renuncia para descomprimir una situación de tensión política”, declaró el exfuncionario. También dijo no tener relación con Agustín Gerez, presidente de IEASA (Enarsa).
Lo primero que quiero manifestar es que en ningún momento quise señalar o hacer mención de actos de corrupción.
El exfuncionario negó presiones para favorecer a determinada empresa o conocer presiones ejercidas sobre otros funcionarios, y dijo que no tenía ninguna participación en las licitaciones bajo investigación. Fue interrogado sobre este punto debido a que la causa se estructura sobre tres hipótesis: el supuesto direccionamiento de la licitación de los caños de acero por más US$490 millones; la adjudicación de la adquisición de válvulas para la megaobra a una empresa extranjera incumpliendo la ley de compre nacional; y supuestas presiones del empresario Cristóbal López para ingresar en el negocio, que habían trascendido en artículos periodísticos.
Kulfas estaba citado como testigo pero el fiscal Stornelli lo había imputado por supuesta omisión de denuncia, ya que los funcionarios públicos están obligados por ley a denunciar la comisión de delitos que sean de su conocimiento. Sin embargo, en el juzgado de Rafecas analizaban este viernes que esa imputación contra el exministro quedaría “doblemente sepultada”: por un lado, porque Kulfas negó conocer la comisión de ilícitos; y por otro, porque de haberlo hecho, los funcionarios no tienen plazo para denunciar. Durante su testimonial, de hecho, el exfuncionario afirmó que si “hubiera conocido un hecho delictivo” lo “hubiese denunciado ante la Justicia”.
Cómo sigue
La causa continuará este lunes con una testimonial central: Antonio Pronsato, también exfuncionario. Pronsato era hasta hace unas dos semanas el titular de la Unidad Ejecutora del proyecto de transporte de gas, hombre clave en la licitación del gasoducto, quien habría presentado su renuncia por la demora en el avance de las licitaciones. Un ingeniero que fue interventor del Enargas en la era de Julio De Vido. En el Ejecutivo, se espera que Pronsato defienda la licitación y la obra, y presente las explicaciones técnicas que destierren un supuesto direccionamiento a Techint.
El martes deberán declarar como testigos expertos de las cuatro petroleras que extraen gas de Vaca Muerta (Pluspetrol, YPF, Total Austral y Tecpetrol, esta última del grupo Techint); y el miércoles, los especialistas de las empresas que transportan el gas (TGS y TGN o Transportadora Gas del Norte y del Sur), por parte del Enargas y un experto de la Facultad de Ingeniería de la UBA.
Las audiencias de martes y miércoles se grabarán en una sala de los tribunales y se harán públicas más tarde por internet, a pedido del juzgado. “Rafecas tiene muy en claro que con este expediente también está en juego la continuidad de un gasoducto que es esencial para el país y lo últimos que quiere es que la causa demore la obra”, dijo a elDiarioAR una fuente cercana al magistrado, de buen diálogo con el presidente Fernández.
Industria nacional
La causa judicial a cargo de Rafecas nació tras una serie de denuncias que se presentaron en los tribunales federales esta semana. Las denuncias se basaron en un texto enviado por el Ministerio de Desarrollo Productivo, que conducía Kulfas. Fue luego de que el viernes último, durante el acto por los 100 años de YPF, la vicepresidenta apuntó contra Techint por su rol en la construcción del primer tramo del gasoducto y le pidió a Fernández que “use la lapicera” pero al revés, contra “los que tienen que darle cosas al país”.
Fernández de Kirchner expuso que el Gobierno debe “pedirle (a Techint) que la chapa laminada que hacen en Brasil la traigan acá, con línea de producción para hacerla acá. Muchachos: no podemos seguirle dando 200 millones de dólares para que se paguen ustedes mismos en la empresa subsidiaria que tienen en Brasil. Pongan la línea de producción de chapa en Argentina, si han ganado fortunas en la Argentina. El balance, Alberto, del 2021, les triplicó lo del 2020”.
“La lapicera la tienen que usar los funcionarios de Cristina que fijaron las condiciones para darle la construcción de las cañerías del gasoducto de Vaca Muerta a Techint”, respondieron esa tarde en Desarrollo Productivo ante las consultas periodísticas. En AM 750, Kulfas aseguró tras el acto de YPF: “La empresa que hace la licitación es IEASA y está conducida por personas que tienen una relación muy cercana con la vicepresidenta. Ahí están establecidas las condiciones. Hace unos días hicimos el anuncio importantísimo de que Argentina vuelve a producir chapa naval. Esa chapa perfectamente se puede utilizar para hacer gasoductos. Entonces, tiene que ver con la manera en la que se establece la licitación y se desarrolla la obra”.
“Los que no usaron la lapicera como corresponde fueron sus funcionarios de IEASA. Ellos armaron un pliego de licitación a la medida de Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 milímetros de espesor. Si en lugar de esa especificación hubieran puesto de 31 milímetros, como son los gasoductos en Europa, se podrían haber provisto caños desde otra firma que produce en Villa Constitución (Santa Fe): Laminados Industriales SA”.
Sobre dichas especificaciones técnicas y el desconocimiento sobre la compleja obra de Vaca Muerta, Rocca dijo en su discurso ante la Asociación Empresaria Argentina (AEA): “No hay que confundir milímetros con pulgadas”. Además, la empresa Laminados Industriales SA sostuvo el lunes último en un comunicado que no está en condiciones de fabricar esas chapas para el gasoducto. Kulfas dijo ante el juzgado de Rafecas que otras empresas nacionales podrían participar en la licitación de los caños pero recién sería en el futuro, “ni semanas ni meses”, aclaró.
ED