Con el último antecedente de Cristina Fernández de Kirchner en 1997, cuando fue corrida del bloque del PJ, este martes otro oficialismo expulsará a un miembro de su propia bancada parlamentaria. Será la suerte de la diputada libertaria Lourdes Arrieta, que llegó a denunciar judicialmente a varios de sus compañeros por la visita del 11 de julio pasado a Alfredo Astiz y una decena más de genocidas de la última dictadura encarcelados por delitos de lesa humanidad en el penal de Ezeiza.
La decisión se terminó de cerrar ayer en la cúpula de La Libertad Avanza en Diputados, que integran el titular de la Cámara baja, Martín Menem, y el jefe de bloque, Gabriel Bornoroni. Era una medida que ya había trascendido el jueves luego de la escandalosa reunión del día anterior, en la que Arrieta salió a los gritos y envuelta en llantos acusando por maltrato a sus compañeros. El pulgar hacia abajo del Gobierno contra la legisladora terminó de decantar por sus manifestaciones públicas en las últimas 48 horas.
Sabiéndose alejada del oficialismo, Arrieta aceleró su estrategia de confrontación. El domingo en su cuenta de Twitter publicó los chats sobre cómo la visita a Ezeiza era parte de un plan para que se concrete un proyecto de ley que saque a los represores mayores de 70 años de la cárcel. Y ayer habló por primera vez en un medio nacional y no solo apuntó directamente con Menem y Bornoroni, sino que nombró a otros pares, desde Beltrán Benedit, quien organizó el encuentro con los represores, a Lisandro Almirón, a quien acusó de haberla “zamarreado” en la reunión de bloque. “No voy a renunciar a mi banca”, desafió la mendocina.
“Arrieta ya no responde políticamente al espacio”, dijo ayer un vocero libertario a este medio. La cumbre que definirá la expulsión de Arrieta está agendada para las 20.30, pero podría correrse hacia las 22 por la sobrecarga de reuniones de comisiones de trabajo que hay durante la jornada. Menem no va a ser parte de la reunión, supo elDiarioAR de fuentes oficialistas. Será conducida por Bornoroni, que propondría una votación entre los presentes, aunque ya hay un consenso interno de correr a la mendocina para intentar encapsular el escándalo.
Sin embargo no hay voces en la bancada violeta que quieran asumir públicamente el costo de admitir que votarán la expulsión de la colega, aunque todas las fuentes consultadas coinciden en que la salida es inminente. “Lo que pasa en el bloque queda en el bloque”, planteó un legislador que quiere a Arrieta afuera. “No pienso votar ni sí ni no. Me parece muy bajo. Quedaría un bloque pro-liberar represores”, dijo una voz interna disidente.
Ayer en el despacho de Menem hubo una frenética actividad en la previa al cónclave de hoy. Entre los oficialistas no tardó en propagarse la entrevista que dio bien temprano Arrieta en Radio Con Vos. Por la tarde en la misma emisora salió Rocío Bonacci, otra de las legisladoras que afirmó haber ido “engañada” a Ezeiza, pero por ahora tiene su banca asegurada porque –entienden en LLA– “no cruzó el límite” de Arrieta; esto es, ir a la Justicia por la polémica entrevista con los genocidas.
Si bien Bonacci se cuidó más en sus expresiones mediáticas y tiene cierta construcción política propia en Santa Fe que aún la hace conveniente para el armado territorial de Javier Milei, está en la mira del oficialismo. “Opera con lógica similar a Lourdes”, dijo un operador. “Con Bonacci todavía no está claro el panorama, pero obviamente si empieza a salir públicamente como hizo Arrieta no ayuda”, manifestó otro vocero. El padre de la legisladora, José Bonacci, excarapintada allegado a Aldo Rico, posee el partido UNITE que le sirvió al Presidente como “sello de goma” para tener una lista libertaria en el distrito. Ahora en la provincia la construcción oficialista la quiere conducir la diputada Romina Diez, que tiene la venia de Karina Milei.
Arrieta quedará excluida de LLA aunque no abandonará su banca ni hay muchas precisiones sobre cómo será el procedimiento interno de su expulsión. “Políticamente ya está 100% definido, pero administrativamente no se sabe”, admitió un vocero. Una de las explicaciones técnicas sobre esa incertidumbre es que no existe en Diputados la figura de “monobloque”. Tampoco está definido que la diputada se sume a otros espacios. Una de las especulaciones es que podría ser abrazada por el bloque MID (Movimiento de Integración y Desarrollo), de Oscar Zago, quien en su momento fue corrido como jefe de la bancada libertaria.
Lo concreto es que la fuerza de Milei quedará con 37 miembros, la misma cantidad que tiene el PRO. Esa parda puede derivar a futuro en una discusión sobre cómo se traducen los pesos de las fuerzas en los distintos resortes internos, por ejemplo las comisiones. Arrieta no preside ningún cuerpo de trabajo, pero tiene firma en siete, principalmente en tres sensibles para el Gobierno: Seguridad Interior, Defensa Nacional y Relaciones Exteriores.
LLA podría expulsarla también de esas comisiones: fue lo que le pasó a Cristina Kirchner en 1997, ante su negativa a apoyar la ley de creación del Consejo de la Magistratura. Antes de que se vaya, el entonces oficialismo menemista la vació de su poder relativo, corriéndola de una decena de comisiones que integraba como senadora.
En Mendoza Arrieta ya sufrió un primer revés político. Karina Milei la desplazó ayer como presidenta de la Junta Promotora de La Libertad Avanza y también apoderada, al igual que a su hermano Martín, consignó el diario Los Andes. El oficialismo la sostuvo bastante, porque hace meses el armado político de Arrieta quedó envuelto en escándalo desde que se supo que entre los avales para su candidatura había usado la identidad de personas fallecidas.
Con la expulsión de Arrieta, Menem busca ofrendarle a Milei que el escándalo interno en Diputados ya está cerrado. Igualmente la polémica quedará latente porque el miércoles está convocada otra reunión de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, de la macrista Silvia Lospennato, que discute cómo tramitar una posible comisión investigadora sobre el episodio.
Mientras tanto, pese al ruido mediático originado por Arrieta y Bonacci, sigue en un silencio sugestivo Benedit, así como el resto de los diputados que participaron del encuentro con Astiz: Guillermo Montenegro –ex mano derecha de Victoria Villarruel–, María Fernanda Araujo –hermana de un caído en Malvinas– y Alida Ferreyra –con quien el entrerriano ya había visitado en marzo a represores encarcelados en Campo de Mayo–. “Yo quiero que den explicaciones”, se quejó internamente una voz oficialista. Benedit dijo internamente que asumía la responsabilidad de haber sido el organizador del viaje a Ezeiza–reconstruyó elDiarioAR–, pero no estima dar explicaciones públicas. Recibió enfáticamente la orden de guardar silencio, según metaforeó un conocedor de los rincones libertarios: “Va a hacer como Bernardo, el mudo del Zorro”.
MC/JJD