“Soy consciente que tengo una responsabilidad adicional por ser mujer. No se confundan, no voy a gobernar con mis hormonas esta Cámara, sino con mi cabeza y mis convicciones políticas”. Con esas palabras, Cecilia Moreau se convirtió en la primera presidenta de la historia de la Cámara de Diputados. La legisladora del Frente de Todos reemplazó este miércoles a Sergio Massa frente al recinto, tras una sesión especial en la que una mayoría del hemiciclo votó a mano alzada la renuncia del tigrense y su nominación como sucesora de quien es su jefe político.
“No es una tarea sencilla estar acá sentada básicamente porque reemplazo a quien me conduce políticamente”, dijo Moreau al subir al estrado principal. Fue el propio Massa quien la propuso puertas adentro del FdT para liderar Diputados. Cerrado el apoyo interno, su ascenso en la Cámara baja no estuvo exento de polémica por la contra de las espadas legislativas de Juntos por el Cambio. Hubo una amplia abstención opositora, que sin embargo no permitió bloquear la designación de la diputada de 45 años e hija del histórico dirigente radical, devenido en kirchnerista, Leopoldo Moreau.
La designación de Moreau fue la coronación de una jornada que estuvo también marcada por la renuncia de Massa, quien asumirá el miércoles como nuevo ministro de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura. Antes de la sesión, el tigrense se despidió entre lágrimas de sus colaboradores parlamentarios y sus compañeros de bloque. Al cumplir con la formalidad y el voto afirmativo de la Cámara baja, agradeció a sus pares por el tiempo compartido desde que asumió en diciembre de 2019 y pidió, a propios y ajenos, “construir consensos”.
“Entendiendo el acuerdo de labor parlamentaria, simplemente y brevemente, quiero agradecerles a todos y casa uno de los trabajadores de esta casa que a lo largo de estos 996 días que me tocó estar al frente de la Cámara nos acompañaron con un esfuerzo enorme, con un compromiso único y entendiendo las complejidades que nos tocaron vivir. Quiero agradecerle a cada diputado y diputada”, comenzó su despedida Massa. “La Argentina necesita que en algunos temas tengamos humildad, tolerancia, capacidad y coraje de construir consensos y políticas de Estado”, destacó.
Y agregó: “Me enseñó a buscar acuerdos, pero sobre todo a valorar y respetar la tarea que cada uno de ustedes lleva adelante. Muchos de los que estamos acá en muchos temas podemos pensar distinto, pero no tengo ninguna duda de que todos los que están acá tienen una enorme pasión por tratar de construir de esta casa nuestra que es la Argentina un lugar mejor”, remarcó, antes de cederle su lugar al vicepresidente del cuerpo, el macrista Omar De Marchi, al frente de la sesión hasta que se designó a Moreau, quien deberá completar el mandato de Massa hasta diciembre de este año.
Al dimitir Massa a su banca, además del movimiento de pinzas con Moreau hubo otro juego de fichas: le correspondió jurar como diputado al presidente del Partido Piquetero, Juan Marino, un dirigente de 34 años que hasta ahora se desempeñó como funcionario en el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, que conduce el referente de La Cámpora Andrés “Cuervo” Larroque.
Discursos críticos y a favor de Moreau
La sesión especial comenzó con el titular del bloque oficialista, Germán Martínez, postulando formalmente a Moreau para el cargo de Presidente del cuerpo. Eligió destacar cuatro atributos de la legisladora: habló de “su trayectoria, su compromiso fuerte e inclaudicable con el Frente de Todos, su recorrido legislativo y su notable calidad humana”.
En una cámara parda, donde el oficialismo apenas tiene dos legisladores más que la principal fuerza opositora -118 sobre 116-, Moreau deberá tener suficiente cintura política para lograr acuerdos al menos con las fuerzas minoritarias para sacar cualquier ley. A juzgar por la intención massista, se espera que en los próximos meses haya una agenda más enfocada en iniciativas económicas y de desarrollo productivo, que en la política, como cualquier reforma sobre la Justicia.
El primer discurso opositor intentó bajar la euforia oficialista que había en el recinto, con los tres pisos de balcones repletos de invitados especiales ligados tanto a Massa como a Moreau. “No tenemos nada para festejar”, comenzó tajante el macrista Waldo Wolff, el primer opositor en hablar. “Pero que lo cortés no quite lo sincero. Le deseamos mucha suerte a Moreau y ojalá pueda tener la impronta que describió Martínez y que no comparto”, siguió. “La recuerdo en 2017 caminando por las bancas violentando una sesión. O poniendo la palabra 'neglicencia' para que no llegue la vacuna Pfizer”, completó el legislador, haciendo memoria sobre la polémica que hubo cuando el país buscaba negociar la vacuna contra el Covid 19. En ese momento se escucharon silbidos desde los balcones del recinto.
Más institucionalista, el radical Mario Negri adelantó que el interbloque de JxC iba a abstenerse y que eso no impediría bloquear la nominación de Moreau, pero también fue crítico con el Gobierno, sobre todo ante la asunción de Massa en Economía: “Se puede caer en la tentación de creer en los salvatajes individuales o providencias de personas que llegan. Pero la historia argentina está llena de providencias y se han multiplicado por dos los fracasos. No se puede errar en el diagnóstico. Hay que tomar el toro por las astas”, arremetió.
Otro momento de tensión hubo cuando tomó la palabra el radical vinculado a Martín Lousteau, Rodrigo De Loredo, que le pidió a Massa que “decline su candidatura para 2023” y todo el oficialismo lo interrumpió con abucheos y gritos. Con sorna, el legislador destacó el “carisma, humor y capacidad” del tigrense. “Esta Cámara sesionó poco, trabajó poco y hubo pocas leyes de trascendencia por el momento que vive el país”.
No la voy a votar porque es mujer, aunque sí lo haría. Sino porque se va a sentar ahí, después de 158 años de hombres
Párrafo aparte mereció la peronista opositora Graciela Camaño, quien repartió críticas tanto para el oficialismo como para la oposición, pero destacó el hecho de que Moreau sea la primera presidenta mujer en la Cámara. “Ella es radical y yo peronista. Ella militó el abordo, yo voté en contra del aborto. Ella se fue con los kirchneristas, yo me quedé afuera. Y punto”, dijo a su turno. “Nadie le puede negar ni la militancia, el trabajo, el cursus honorum de la politica que tienen tanto hombres y mujeres. No la voy a votar porque es mujer, aunque sí lo haría. Sino porque se va a sentar ahí, después de 158 años de hombres”, remarcó señalando hacia el estrado principal, donde antes había estado Massa y en ese momento, De Marchi.
Y completó con efusividad, cuestionando al macrismo: “Sí tenemos que empezar a buscarle el pelo al huevo. El país se incendia hace 15 años y recién hoy vemos que se incendia, cuando una mujer se sienta ahí. Pero por primera vez vamos a tener un Poder Legislativo femenino”, destacó, luego de nombrar a Moreau en Diputados y a las presidentas provisionales del Senado, detrás de Cristina Kirchner: la oficialista Claudia Ledesma y Abdala, y la opositora Carolina Losada. “Vos Cecilia vas a estar en los libros de historia como la primer mujrer que preside la Cámara de Diputados de la Nación”, cerró, y Moreau le devolvió el tono del discurso con un beso desde su banca. Luego, la legisladora frentetodista se paró y caminó los treintena de escaños que la separan con la dirigente peronista, ex aliada de Massa en el Frente Renovador, y la abrazó personalmente.
Pocos discursos después, De Marchi dio por concluida la votación y Moreau se dirigió al estrado principal. En el camino, se abrazó con sus compañeros de banca, hizo un parate especial para saludar a Máximo Kirchner y, pasando frente suyo, ubicados en el palco de invitados especiales dentro mismo del recinto, recibió el apoyo del ministro del Interior, Wado de Pedro, de Massa y de su mujer, Malena Galmarini.
“Esperen que esto no me queda. Lo voy a bajar para mí”, fueron de las primeras palabras de Moreau, tratando de acomodar el micrófono principal a su altura. “Asumo el compromiso de expresar a la máxima institución de la representación popular y democrática en todas sus matices y diversidades. Va a ser necesario administrar los disensos y buscar los consensos”, completó al hacer uso de la palabra y condujo la sesión ya en su tramo final, con la jura de Marino como diputado, ocupando el escaño de Massa.
De campera de jogging oscura, camisa roja a cuadros, jean y zapatillas, el dirigente piquetero autodefinido “trotsko-kirchnerista” entró al recinto y se paró frente al hemiciclo. Puso su mano derecha sobre un escritorio vacío -muchos lo hacen sobre la Constitución o la Biblia-, levantó su mano izquierda y lanzó: “Por el salario básico universal. Para que la deuda la paguen los que la fugaron. Viva la lucha estudiantil. Viva la lucha obrera y piquetera. Viva la lucha de todas, todos y todes. Sí juro”.
MC