Crisis en el oficialismo

Menem se resiste a sancionar la visita a represores y Pagano desafía con un homenaje a las víctimas de Astiz

El oficialismo parece lejos de poder desactivar la polémica que generó la visita de los diputados libertarios a Alfredo Astiz y otros diez represores de la última dictadura en la cárcel de Ezeiza. Este martes por la noche hubo un intento claro de la cúpula de de La Libertad Avanza para dar vuelta la página en la reunión de bloque de baja intensidad que hubo en el salón Blanco de la Cámara baja; sin embargo las réplicas no se detienen.

Ya rompieron el silencio dos de las diputadas que participaron del viaje al penal, Rocía Bonacci y Lourdes Arrieta, con una narrativa de despegue que sus propios compañeros consideran poco creíble, aunque siguen en silencio los otros legisladores, sobre todo el cabecilla de la comitiva, Beltrán Benedit. A su vez, Martín Menem tiene como desafío próximo contener la sesión especial del 7 de agosto, donde está descontado que toda la oposición pedirá intervenciones para repudiar el episodio y hasta pedir sanciones a los involucrados. Pero un detalle se coló en las últimas horas que podría derivar de manera incierta para el Gobierno: la oficialista Marcela Pagano está organizando un acto de desagravio a la memoria de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, secuestradas por Astiz en 1977.

La intención de Pagano es conmemorar a las religiosas que formaban parte de la Iglesia de la Santa Cruz, situada en el barrio porteño de San Cristóbal, aunque no tiene definido el “cómo”. Una de las posibilidades que imagina es visitar la parroquia con diputadas de todo el arco político de la Cámara baja, es decir desde el PRO, la UCR o el bloque de Miguel Pichetto hasta Unión por la Patria y la Izquierda. Sin embargo, hasta ahora no tuvo respuesta afirmativa a su invitación. Para robustecer su convite Pagano abrió un diálogo con la Iglesia para pedir autorización que tampoco obtuvo por el momento, supo elDiarioAR. Otra alternativa que maneja, con menor impacto político, sería enviar una ofrenda floral.

El acto de desagravio de Pagano se centraría en las monjas francesas, pese a que aquel 8 de diciembre de 1977 también fueron secuestradas las Madres de Plaza de Mayo Esther Ballestrino de Careaga y Mary Eugenia Ponce de Bianco; y los militantes Angela Auad, Patricia Oviedo, Raquel Bulit y Gabriel Horane. El operativo se completó a los pocos días con el secuestró de Azucena Villaflor, una de las fundadoras de la organización de derechos humanos. Luego de unos diez días de tortura en la entonces ESMA, las religiosas y las Madres fueron subidas a uno de los tristemente célebres “vuelos de la muerte”. Los cuerpos de Léonie Duquet, Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Eugenia Ponce de Bianco fueron hallados flotando cerca de una playa de Santa Teresita, entre el 20 y el 29 de diciembre de 1977, aunque luego sus cadáveres fueron enterrados en una tumba NN en el cementerio de General Lavalle. Recién pudieron ser identificados con el regreso de la democracia.

La iniciativa de Pagano podría separarla aún más del bloque de LLA, luego de su tuit en homenaje a Eva Perón donde llegó a mencionar a Cristina Kirchner. Además sería un guiño a Victoria Villarruel, muy criticada desde la Casa Rosada por su mensaje en las redes sociales contra Francia. La diputada y periodista fue corrida prácticamente del espacio de Milei desde que buscó convertirse en presidenta de la comisión de Juicio Político y fue desautorizada por Menem. Ese episodio también generó la salida de Oscar Zago como titular de la bancada. 

Esa balcanización del bloque oficialista no parece más que profundizarse con el escándalo de la visita de Astiz y los demás represores condenados por delitos de lesa humanidad. En la reunión del martes, la primera desde que estalló la polémica, el jefe de la Cámara baja y el presidente del bloque, Gabriel Bornoroni, trataron de ordenar a la tropa y bajar una línea de explicación inédita: que todo fue una operación de prensa para perjudicar al oficialismo, reconstruyó este medio de dos fuentes libertarias. Altas fuentes de Diputados explicaron que en realidad se transmitió de que Menem “prefiere hablar las diferencias internamente y no con la prensa”. Las explicaciones públicas había sido que se trató de “una actitud personal” de quienes decidieron ir al penal. 

En la cumbre libertaria participó Benedit, pero no emitió palabra. Sí habló Guillermo Montenegro, uno de los apoyos principales del entrerriano para organizar la visita. De la comitiva que fue a Ezeiza también estuvieron Alida Ferreyra y María Fernanda Araujo. Las aplicaciones que Montenegro le planteó a sus pares es que la visita “no fue en solidaridad con Astiz” ni los demás condenados, sino que era para conocer su estado de detención. “Fue mirar la situación humanitaria. Muchos se quejaron de las malas condiciones y que no recibieron medicación. Otros estaban tirados en sus celdas”, fue uno de los planteos libertarios. 

Sugestivamente en la cumbre oficialista se ausentaron Bonacci y Arrieta, quienes expresaron públicamente que fueron “engañadas” al encuentro con los genocidas condenados por delitos de lesa humanidad. Ayer fue la diputada mendocina la que rompió el silencio: “Nací en 1993, no tengo idea de quiénes eran”, dijo Arrieta.“Es mentira que no sabía adónde iban”, apuntó a elDiarioAR un diputado libertario que estuvo en el encuentro nocturno encabezado por Menem.

El riojano podría enfrentar una verdadera tormenta en la sesión del 7 de agosto, convocada para debatir proyectos de reforma en seguridad de Patricia Bullrich. Al mismo tiempo de la reunión libertaria del martes a la noche, los radicales tuvieron su propia cumbre donde se habló de qué hacer ante la visita a Astiz. El dato es que los opositores aliados a LLA están dispuestos a acompañar la iniciativa de UxP de crear una comisión especial para investigar el hecho. En el oficialismo creen que la polémica no escalará a mayores. De hecho, uno de los diputados libertario se animó a desafiar: “Me importa un bledo si el que está preso es Videla, el Che o Maduro, siempre hay que tener en cuenta las condiciones humanitarias”.

DM/MC