Más de 700 trabajadores cesanteados sin previo aviso, el sitio web de noticias y el servicio de cables suspendidos, y un vallado en la puerta con custodia de la Policía Federal y de la Ciudad. Con esa violencia simbólica avanzó el gobierno de Javier Milei contra la agencia oficial de noticias Télam este lunes a la madrugada, apenas tres días después de que el Presidente anunciara en el Congreso que iba a “cerrarla”. La medida generó el rápido repudio de amplios sectores periodísticos, sindicales y políticos, pero también una veloz justificación desde la propia Casa Rosada y sus aliados incondicionales del PRO.
Desde temprano se organizó frente a la redacción ubicada en la calle Bolívar 531 un “abrazo” solidario en modo de protesta, encabezado por Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y esta tarde estaba prevista una asamblea para definir un plan de lucha en defensa de los puestos de trabajo. Los bloques de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda presentaron proyectos legislativos en Diputados para que se garantice el funcionamiento de la agencia pública.
“Esto no tiene nada que ver ni con el pluralismo de la información ni con la libertad de prensa”, dijo el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, en su conferencia de prensa diaria. Justificó la medida porque “Télam tenía una pérdida estimada en los 20 mil millones de pesos” para este año y adelantó que la web de la agencia “se encuentra en reestructuración y próximamente va a volver a estar en línea”.
En el Gobierno entienden que la medida está avalada por el mega DNU 70/23 de desregulación de la economía, porque allí se autoriza la transformación de las sociedades del Estado en Sociedad Anónimas, un paso previo a su liquidación. Hoy en el Boletín Oficial no hubo ninguna resolución al respecto de Télam, que nació en 1945 y por un decreto en 2002 se convirtió en “Sociedad del Estado”. El vericueto legal que habría encontrado el Gobierno es que el DNU de Milei deroga el artículo 40 del Título III de la ley 20.705. El senador de UxP Martín Doñate señaló en su cuenta de Twitter que “cuando se creó TELAM Sociedad del Estado, el artículo 23 de su Estatuto Social estableció que 'la liquidación de la Sociedad sólo podrá ser resuelta por el Poder Ejecutivo Nacional, previa autorización legislativa, conforme a lo dispuesto en el artículo 5° de la Ley N° 20.705'”.
El avasallamiento de Milei contra Télam ocurrió en modo pinza luego de su temerario discurso ante la Asamblea Legislativa el viernes por la noche. A partir de este lunes a las 0 el servicio web fue dado de baja y, desde entonces, muestra un error con el sugestivo símbolo del escudo nacional y la frase: “Página en reconstrucción”. En paralelo, durante la madrugada les llegó un mail a cada uno de los trabajadores notificando que estarán de licencia por siete días con goce de sueldo. La “dispensa laboral” llevaba la firma del interventor libertario, Diego Chaher.
“Obviamente a partir del discurso del viernes el ánimo no fue el mejor, pero estuvimos trabajando el fin de semana normalmente, con ganas de hacerlo lo mejor posible”, contó a elDiarioAR una editora de la agencia. “Me llegó el mail de madrugada. No sabemos qué van a hacer”, completó. Entre los trabajadores causó un fuerte impacto el cierre de este lunes porque el mismo viernes pasado Chaher visitó la sede de Belgrano y “sorprendió” con “la calidad de los equipos” de Télam. “No sabíamos bien cuándo ni cómo iban a actuar, pero no nos imaginábamos que iba a ser con un vallado de la policía y de esta manera”, recogió este medio.
La agencia cuenta con una plantilla de 760 empleados con una distribución federal: además de la redacción en Capital Federal, tiene más de 50 periodistas en 27 corresponsalías, incluida una itinerante en la Antártida y cuatro en el exterior: Chile, Brasil, Londres y Vaticano, según detalló en un informe la periodista Irina Sternik en Lado B. El potencial informativo de Télam alcanza a 803 clientes totales –principalmente otros medios de comunicación, incluyendo los más grandes del país– con 63.000 usuarios mensuales que interactúan con su cablera de noticias.
El viernes, en el Congreso, Milei anticipó su jugada con un argumento meramente político: dijo que Télam “ha sido utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”. Fue el mismo argumento que usó Hernán Lombardi, ex secretario de Medios Públicos del gobierno de Mauricio Macri, cuando en 2018 ordenó el despido de 357 trabajadores de la agencia, muchos revertidos posteriormente por la Justicia.
A Lombardi y todo el bloque del PRO en el Congreso se los vio aplaudir con efusividad el viernes por la noche en el recinto de Diputados. Luego el diputado amarillo se cruzó muy fuerte con una periodista de Télam en los pasillos de la Cámara Baja. Este lunes Lombardi volvió a cargar contra la agencia, vía Twitter: “Télam debe ser cerrada, no tiene razón de existir, y nunca pudo cambiar su rol de agencia de propaganda del gobierno. O reformamos de verdad o nos quedamos donde estamos, el presidente Milei encabeza esa reforma de verdad; nosotros damos un apoyo responsable y valoramos su valentía y su coraje”.
El abrazo solidario de este lunes al mediodía contó con el apoyo de un sinfín de banderas políticas y sindicales, desde el peronismo a la izquierda. A la sede de Télam se acercaron este lunes Pablo Moyano, uno de los jefes de la CGT, y legisladores como Miryam Bregman y Nicolás del Caño (FIT) y Eduardo Valdés (UxP), quienes presentaron sendos proyectos en Diputados para defender el rol de Télam.
“Es una medida totalmente autoritaria que hiere a nuestra democracia y pone en vilo a cientos de familias argentinas. El gobierno de La Libertad Avanza quiere completar lo que dictaduras y Macri no pudieron hacer: cerrar la agencia pública de noticias que fue creada hace 78 años, cuya labor diaria es la de difundir información de y a todo el país con carácter federal y plural”, cuestionó el jefe de la bancada de UxP, Germán Martínez.
MC/MG