“Hoy y mañana serán días claves”. En esa línea de tiempo el Gobierno se juega el futuro de su afamada ley ómnibus de “Bases”. Mientras Javier Milei está en Europa, La Libertad Avanza apuesta a que en las próximas horas podrá conseguir el apoyo definitivo que necesita para que su ambicioso proyecto legislativo tenga luz verde en el Congreso. Así lo recogió elDiarioAR de fuentes libertarios con acceso directo en el derrotero parlamentario de la norma y tras una jornada de frenéticas reuniones en el despacho del titular de la Cámara baja, Martín Menem.
Ayer el jefe de Diputados y el enlace entre el Ejecutivo y el Legislativo, Omar de Marchi, encabezaron negociaciones con la oposición dialoguista que integran los bloques del PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal. Las tribus del ya extinto interbloque de Juntos por el Cambio tienen la puerta de salida del laberinto en el que están los libertarios, que con sus apenas 38 diputados de 257 está imposibilitados de darle media sanción a la norma.
Pero el acompañamiento de la oposición blanda no es incondicional: cada fuerza a su modo está exigiendo cambios claves en la ley de los que el jefe de Estado aún no dio pistas. En ese abanico opositor hay cierto consenso sobre tres puntos centrales para modificar: limitar las facultades extraordinarias del Presidente por la emergencia a un año con otro de prórroga vía autorización parlamentaria, eliminar o compensar las retenciones a las economías regionales, y garantizar medidas paliativas para los jubilados por la derogación de la actual fórmula previsional.
Para Milei, todo lo que tiene que ver con el plano económico y fiscal de la norma “no se toca”. Y en estos días no hizo más que profundizar sus críticas al Congreso, desde que acusó a algunos diputados de “coimeros”. Públicamente salieron a cruzarlo ayer tanto desde la UCR como de HCF. Pero por debajo de los flashes mediáticos, a LLA no le quedó otra que abrir una mesa de negociación con los opositores.
Ayer pasaron por el despacho de Menem algunos legisladores como los amarillos Silvia Lospennato y Diego Santilli, los radicales Rodrigo de Loredo, Karina Banfi y Carla Carrizo –más el secretario del bloque de la UCR, Alejandro Cacace–, y el lilito Juan López, que integra el bloque que conduce Pichetto.
“Se está emprolijando todo. La idea es ir por un todo con correcciones, que no le quite el espíritu a las cosas, pero revisar todos en conjunto y terminar con una redacción final”, dijo a elDiarioAR un voz libertaria sobre el saldo de las cumbres de este inicio de semana. A su modo admitió que el oficialismo está co-redactando la ley con la oposición aliada.
Otra fuente parlamentaria aseguró que la reunión versó sobre los límites a las facultades extraordinarias que tendría el Presidente. Para este martes se esperan nuevos cónclaves de peso en el Palacio, incluso con presencia de funcionarios del Ejecutivo, como puede ser el ministro del Interior, Guillermo Francos, otra espada política de Milei y quien lleva adelante la relación con los gobernadores.
Metido ya en la rosca, el Gobierno piensa en dictaminar esta semana, entre mañana y el viernes el jueves, y llevar la votación al recinto el sábado, un día atípico para los usos y costumbres parlamentarios y que ya levantó quejas en los bloques aliados. “En principio, esa es la idea”, afirmó a este medio un importante funcionario del Ejecutivo consultado en off the record. “La voluntad es hacerlo lo más rápido posible”, dijeron a su vez al lado de Menem.
Por ahora el calendario está abierto. “Sería raro”, calificaron en el macrismo sobre el apuro del oficialismo, que juega a contrarreloj: no quiere que la media sanción quede entrampada en el paro de la CGT del próximo miércoles 24. Además, especula con que si consigue sacar la ley de Diputados, ya tiene el camino allanado en el Senado. Todo por un deadline de extraordinarias autoimpuesto al 31 de enero. “Esa idea de que pueden dictaminar entre jueves y viernes, y llevar la ley al recinto el sábado, en mi bloque no la ven posible”, señalaron en la fuerza que conduce Pichetto.
Cualquier desafío que le haga Milei a la oposición aliada tiene patas cortas, no sólo por su magro puñado de bancas en el recinto, sino también por su poder de fuego en las comisiones. Apenas cuenta con 18 de los 115 diputados que integran el plenario abierto por estos días y que le van a dar despacho a la ley. El oficialismo necesita superar un piso de 50 firmas (algunas valen doble porque hay legisladores que integran varios cuerpos de trabajo) porque enfrente tiene a los 48 diputados de Unión por la Patria más uno del Frente de Izquierda ya dispuestos a firmar un dictamen de rechazo. Y en LLA reconocen que necesitan tener un acuerdo en las comisiones que luego les garantice una mayoría en el recinto.
El Gobierno no se llevó un saldo para nada positivo del debate del lunes: de las 65 exposiciones, 56 fueron críticas del proyecto, según un poroteo que llevaron desde Unión por la Patria
Aunque con avances, el acuerdo con la oposición está en gateras. Incluso desde el PRO le pusieron condiciones. El bloque que preside Cristian Ritondo es la primera fuerza opositora en importancia para LLA: tiene 17 diputados en la comisión y 37 en la Cámara. Hoy por la tarde el partido amarillo tiene en agenda una reunión de bloque, donde podría vislumbrase su posicionamiento final con respecto al oficialismo.
La UCR, que tiene 16 firmas en la comisión y suma 34 diputados en el recinto, más allá de la reunión con Menem, volvió ayer a marcarle la cancha en público al Gobierno por las críticas de Milei al Congreso. En el plenario de las comisiones se hizo escuchar a viva voz Carrizo. En el radicalismo se quejaban por lo bajo de que no había “interlocución”, luego de haber desgranado los más de 600 artículos de la ley “Bases” en un semáforo de acuerdo al nivel de acompañamiento que podría darle.
Otra advertencia contra el Gobierno surgió ayer desde HCF. Es la tercera pata de la mesa de negociación que necesita Milei para que avance su ley: los federales tienen 9 firmas en las comisiones y una bancada de 34 legisladores, y está jugando en tándem con las fuerzas provinciales del interbloque Innovación Federal, que tiene 4 firmas y 9 diputados en total. “Hay voluntad de darle al Gobierno las herramientas que necesita para gobernar, pero sorprenden las constantes críticas de Milei al Congreso, que son acusaciones graves que, en cumplimiento de su deber de funcionario público, debiera denunciar ante la Justicia”, apuntó una fuente a elDiarioAR.
El oficialismo ni cuenta para las tratativas subterráneas con el peronismo y la izquierda, que ayer celebraron la exposición de más de cincuenta invitados al debate y volvieron a exigir la presencia del jefe de Gabinete, Nicolás Posse; del ministro de Economía, Luis Caputo, y de Federico Sturzenegger, mentor del mega-DNU y la ley ómnibus y aún sin cargo formal.
Luego del desfile de algunos ministros y secretarios la semana pasada, ayer el oficialismo finalmente habilitó el micrófono para los invitados externos al Congreso: hubo sindicalistas –uno de los líderes de la CGT ratificó el paro–, empresarios, referentes de la cultura y defensores del medio ambiente, entre otros. El Gobierno no se llevó un saldo para nada positivo: de las 65 exposiciones, 56 fueron críticas del proyecto, según un poroteo que llevaron desde Unión por la Patria, que solo acercó una veintena de oradores.
Hoy continuarán las exposiciones y por la tarde podría iniciarse formalmente el trabajo de los diputados en el marco del plenario de comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales, aunque la verdadera negociación política está ocurriendo subterráneamente. Ayer, el diputado libertario Gabriel Bornoroni cerró la jornada de comisiones con una acción que sirve de metáfora sobre el futuro de la ley. Cuando levantó un arito que alguien había perdido en la sala 2 del Anexo C de Diputados, dijo: “Si alguna de ustedes se lo olvidó, acá hay un pendiente”.
MC/JJD