Tras el decreto del “axelismo”, en el peronismo ya debaten una inminente disputa entre Kicillof y Cristina Kirchner

Axel Kicillof finalmente avanzó con una decisión que ya había tomado hace semanas: firmó el decreto para desdoblar la elección en la provincia de Buenos Aires. Su decisión simboliza el fracaso de las negociaciones con Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa, a la vez que lo obliga a trabajar en un armado propio para preservarse y llegar competitivo a 2027.
Fueron horas frenéticas, pero con un final preanunciado por la escasez de avances en la cumbre del domingo por la noche, de la que participaron Kicillof, Massa y Máximo Kirchner, acompañados por otros referentes del peronismo bonaerense. El encuentro se extendió por más de siete horas y fue el segundo del que participaron en menos de una semana, sin llegar a un acuerdo. El gobernador se retiró convencido de que este martes, en la Legislatura, el kirchnerismo y el Frente Renovador lograrían la media sanción de un proyecto para suspender las PASO que incluía un artículo para obligarlo a realizar elecciones concurrentes en la Provincia. Su equipo evaluó que sería mayor el costo político de vetar una ley que el de dar por concluida la negociación; por eso convocaron a una conferencia de prensa para anunciar el desdoblamiento, el gobernador dijo que envió un proyecto propio para solo suspender las primarias y se definió posponer la sesión en la Legislatura.
“Axel ayer les dijo a Máximo y Massa que el desdoblamiento era una decisión tomada. Que estaba dispuesto a construir la unidad con esa premisa. Massa le pidió más tiempo para seguir debatiendo, pero Axel a cambio quería que dieran de baja la sesión del martes donde buscaban imponer las elecciones concurrentes. No garantizaron que eso fuera a pasar, por eso entendimos que no había voluntad para negociar”, afirmó a elDiarioAR una fuente de la mesa chica del gobernador.
Según supo este medio, en esa misma reunión Máximo Kirchner le confirmó que, en caso de desdoblar la elección, Cristina sería candidata a diputada provincial por la Tercera sección electoral. La ratificación de esa candidatura abrirá, en los próximos días, debates en el equipo de Kicillof. Mientras que hacia afuera aseguran que estarán “comprometidos” con la campaña de la expresidenta, tal como lo insinuó el gobernador en su última conferencia de prensa, algunos ya plantean la necesidad de ponerle un candidato enfrente y alertan que La Cámpora no respetará la lapicera de los intendentes en sus propios distritos.
De ese tema también se habló en la reunión poco fructífera del domingo en La Plata. Kicillof preguntó qué reacción desencadenaría la candidatura de Cristina respecto a intendentes de esa sección que promueven su autonomía, principalmente Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada) y Fernando Espinoza (La Matanza). Máximo afirmó que lo deberán negociar con la expresidenta, a quien conocen hace años.
El tema abre una nueva negociación delicada ya que, de haber primarias, las candidaturas podrían dirimirse en las urnas, pero si se avanza con la suspensión, la falta de acuerdo podría derivar en una fractura del espacio.
A priori, en el axelismo evitan hablar de una ruptura total, aún cuando eso podría implicar que pierdan poder sobre la boleta legislativa. “Ya vamos seis años casi sin legisladores propios”, se resignan. Sin embargo, los intendentes bonaerenses perjudicados por el desembarco de Cristina como candidata en el conurbano ya anticipan que buscarán impulsar un armado propio.
“Es correcto que Axel plantee la unidad, no va a salir a romper en el primer discurso, pero hoy está claro que vamos camino a que haya dos frentes separados. ¿Cómo vamos a hacer algo distinto a Cristina teniendo a Cristina como candidata?”, respondió a elDiarioAR un intendente alineado al gobernador.
No se trata solamente de una idea en el aire, sino que ya empezaron a revolear nombres. El de Ferraresi es el primero en sonar para enfrentar con una boleta a Cristina, aunque algunos se ilusionan con la figura de la vicegobernadora Verónica Magario. “Sabemos que es probable ir hacia una derrota, pero a Cristina tampoco le resultará fácil. Los intendentes apelarán a una estrategia de encabezar las listas a sus Concejos Deliberantes, van a jugar fuerte su poder territorial”, analizó el mismo jefe comunal, quien deslizó un estado de “euforia” entre algunos de sus pares que desde hace al menos siete meses insisten con la necesidad de una emancipación.
En las últimas horas, en La Cámpora reinaba un clima opuesto. “Estamos sorprendidos porque el domingo quedamos en otra cosa, nunca avisó lo de hoy. No entendemos por qué Axel cambió”, se apuraron a afirmar desde la organización de Máximo Kirchner; pese a la indignación inicial, desde hace días que ya suponían que el gobernador terminaría inclinándose por el desdoblamiento, más allá de la insistencia de Cristina y Massa para evitarlo.
“Es una decisión unilateral de Kicillof. Un gobernador peronista que en vez de ampliar dividió y partió el peronismo. Un suicida. Consideramos que hay que votar una sola vez, de manera unificada, para fortalecer a la fuerza política y derrotar a Milei, pero él no quiere enfrentar a Milei, prefiere romper con Cristina”, interpretaron desde la agrupación, donde insistieron en catalogar a Kicillof como “funcional” a Milei y lo responsabilizaron por el “desmembramiento de un proyecto nacional”.
En el peronismo, más allá del enojo de La Cámpora y la euforia de los que celebraron la “valentía” del gobernador, algunos dirigentes eran más cautos y analizaban que el escenario final podría terminar perjudicando más a Kicillof que a Cristina, ya que su candidatura como diputada provincial podría complicar las chances de los intendentes “axelistas”.
A la expresidenta no sólo la mueve la pelea interna: está a la espera de una definición de la Corte Suprema sobre su situación judicial, mientras que esta semana el oficialismo en el Senado intentará avanzar con la Ley de Ficha Limpia. De aprobarse, estará impedida de ser candidata a diputada nacional, como tenía previsto desde un principio, pero sí podría competir en la Provincia, ya que la ley no impacta en ese territorio. La batalla de liderazgo con Kicillof ya le otorgó, de antemano, la excusa perfecta para bajar al “barro”.
LA/MC
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