La oposición consiguió quorum y debate para aprobar la creación de una comisión investigadora por el escándalo de $LIBRA

Cuando el tablero marcó que había 130 presentes, la oposición estalló en aplausos. Las caras de nerviosismo del peronista Germán Martínez y del pichettista Oscar Agost Carreño, los dos principales armadores de la sesión opositora por el criptogate, se transformaron: sonrieron, miraron alrededor y aplaudieron con alivio, atentos a que el Gobierno había puesto todo para voltear la sesión y no lo había logrado. La presencia sorpresiva de los cordobeses que responden a Martín Llaryora, sumada a la asistencia casi perfecta de Unión por la Patria, había permitido tejer un quórum delicado y dar comienzo a una sesión que buscará crear una comisión investigadora por el caso $LIBRA y dar comienzo al tratamiento de una batería de proyectos previsionales.
El escenario terminó de torcerse en favor de la oposición apenas unas horas antes de que sonara la chicharra del inicio de la sesión. Reunidos en el bloque de Encuentro Federal, Ignacio García Aresca hizo el anuncio: los cuatro cordobeses que responden –en mayor o menor medida– a Llaryora darían el presente. Fue una sorpresa porque, hasta entonces, la oposición no contaba a favor a ninguno de los diputados que responden a los gobernadores aliados del Gobierno. Hasta ahora, Casa Rosada había logrado hacer fracasar las sesiones opositoras a fuerza de llamar a Llaryora y Rogelio Frigerio, así como a un par de gobernadores radicales, pero está vez no lo había logrado.
“Nosotros no podemos no aprobar los temas previsionales”, deslizó un diputado cordobés mientras ingresaba al recinto, refiriéndose a la media docena de iniciativas que van desde prorrogar la moratoria previsional a aumentar el bono para los jubilados. El objetivo de la oposición es emplazar la comisión de Presupuesto, que preside José Luis Espert, para tratarlos: un anzuelo de interés público que había permitido tejer alianzas con algunos sectores aliados del Gobierno. El nerviosismo continuaba, sin embargo. “No lo distraigas que mirá si se da vuelta”, se rió, detrás, uno de los alfiles de la oposición.
Lentamente, sin embargo, fueron bajando. Primero lo hizo Aresca, y después Natalia Torres, Carlos Gutierrez y Juan Brugge. Los acompañaban el resto de sus compañeros del pichettismo, como Miguel Ángel Pichetto o Nicolás Massot, e incluso el chubutense Jorge Ávila. También estaban casi todos los radicales de Democracia Para Siempre, incluido el jujeño Jorge Rizzotti. Cuando bajaron los radicales de la línea deloredísta, Julio Cobos y Fabio Quetglas, la oposición comenzó a respirar con alivio. El Gobierno había presionado, pero no había alcanzado.

Se vio también en las filas de UxP, en donde Raúl Jalil bajó un par de sus diputados, pero no a todos. Y el santiagueño Gerardo Zamora aportó presencia perfecta. Tras el fracaso de los pliegos de la Corte Suprema en el Senado, los gobernadores habían optado por hacerle frente a Javier Milei y habían definido dar comienzo a la sesión.
Al final, sobraron los votos. Hasta la libertaria Marcela Pagano, que está enemistada con Martín Menem por la presidencia de la comisión de Juicio Político, bajó al recinto y amagó con dar quórum. Entró al recinto y charló con la lilita Paula Oliveto mientras, desde afuera, Lourdes Arrieta analizaba si entrar o no. Finalmente, no fue necesario: la oposición logró conseguir el quórum sin su ayuda, pero ellas se mostraron y le hicieron saber a Menem que estaban dispuestas a dar su apoyo.
La Libertad Avanza se quedó, finalmente, solo con el PRO, el MID, una parte del radicalismo y las fuerzas provinciales de Innovación Federal. Los únicos sectores que se plegaron a las presiones de Casa Rosada. El objetivo del oficialismo, a partir de ahora, será evitar que la oposición logre aprobar la creación de una comisión investigadora que ahonde, durante meses, sobre lo que pasó con la criptomoneda Libra.

La oposición, por otro lado, buscará aprobar una serie de interpelaciones a funcionarios nacionales. Habían varios dictámenes: cada uno una versión de elige-tu-propio-funcionario-a-convocar con el cual la oposición amenazaba a Casa Rosada. El más duro era el de UxP, que pretendía interpelar a Karina Milei y a Luis Caputo. Luego de días de negociaciones internas, sin embargo, el peronismo acordó bajar a Karina y Caputo a cambio de conseguir los votos del resto de los bloques opositores.
Se acordó que se interpelará a Manuel Adorni, Guillermo Francos, Mariano Cúneo Libarona y el titular de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva. Era el acuerdo que permitía arrimar posturas con algunos sectores del radicalismo, la Coalición Cívica y el pichettismo. Si bien Karina fue eliminada del listado de funcionarios a citar, la secretaria General de la Presidencia sería el eje de casi todos los discursos: la oposición definió identificarla como la principal responsable de los encuentros entre Javier Milei y los empresarios, como Mauricio Novelli o el propio Hayden Davis, que le habían acercado la idea de la cripto Libra al presidente.
“Hoy tenemos un presidente estafador y una secretaria de la Presidencia coimera”, le llegó a decir, iniciado el debate, el diputado de UxP, Juan Marino.
MC/MG
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