A 30 años del atentado

Milei se emocionó en el acto en la AMIA y fue tildado de “político” por uno de los familiares de las víctimas

“¡Todos los políticos atrás de los familiares, por favor! Es lo único que estamos pidiendo”. Eran las 9.39 de la mañana y el hijo de una de las 85 víctimas del atentado a la Asociación Mutual Israelí Argentinas (AMIA) se acercó a solo unos metros de Javier Milei para reprocharle su ubicación privilegiada en el acto aniversario por los 30 años del ataque terrorista. Faltaban apenas 14 minutos para que, como cada año, comenzaran a sonar las tradicionales sirenas conmemorativas y ni el Presidente ni sus funcionarios se inmutaron ante los gritos de algunos de los presentes que alertaban acerca de la falta de espacio. “Hay familiares afuera todavía. ¡Es una falta de respeto!”

Milei acababa de llegar a la esquina de Pasteur y Viamonte, en el barrio porteño de Once, donde se encontraba apostado el escenario desde el que minutos más tarde daría su discurso Amos Linetzky, el presidente de la institución. Durante todo el homenaje, que duró poco más de una hora, el libertario permaneció parado en primera fila junto a su hermana Karina, rodeados ambos por un grupo de custodios que los separaba, a modo de vallado humano, de los cientos de familiares que desde el 18 de julio de 1994 piden justicia por sus seres queridos. Pese a aquel momento de breve incomodidad, el acto transcurrió sin mayores sobresaltos.

“El terrorismo sigue, la impunidad también”, rezaba la convocatoria al acto central, que tuvo lugar a escasos metros de Pasteur 633, ubicación exacta del edificio que en el que funcionaba la mutual. La frase es una clara alusión al ataque sufrido por el Estado de Israel el pasado 7 de octubre, cuando miembros de Hamas ingresaron a su territorio y asesinaron y secuestraron a cientos de personas. Durante su discurso, Linetzky se encargó de trazar una línea de continuidad entre ese hecho y el atentado a la AMIA, con un “factor común”: Irán. Y aprovechó para destacar la reciente decisión oficial de declarar al grupo palestino como “organización terrorista”.

Pero esa no fue la única mención explícita al Gobierno por parte del titular de la AMIA. Linetzky también pidió que la causa AMIA sea “una verdadera cuestión de Estado” y que “se promuevan investigaciones sobre la conexión local”, sin duda una de las principales incógnitas que rodean hace tres décadas al peor atentado terrorista de la historia argentina. “Nos vienen decepcionando una y otra vez desde hace 30 años. Que vayan a fondo dándole prioridad a la corrección de todas estas falencias que estamos mencionando, para que se esclarezca completamente de una vez el atentado y se pueda juzgar a todos los responsables”, apuntó el titular de la mutual, sin nombrar abiertamente al Presidente.

Durante los 17 minutos que duró su intervención, Linetzky no dudó en cuestionar a diputados y senadores por no “actualizar” las leyes para combatir al terrorismo. Tampoco se privó de apuntar contra el gobierno boliviano por firmar acuerdos militares con Irán, pese a que seis ciudadanos bolivianos murieron en el ataque. “Qatar, Rusia, Siria, Bolivia y Nicaragua permitieron que personas acusadas pasen cómodamente por sus fronteras, violando las alertas rojas de Interpol y, en algunos casos, recibiéndolos con honores”, subrayó.

Milei siguió con especial atención el acto, en el que por momentos se lo pudo ver visiblemente conmovido. Le alcanzaron la foto de una de las víctimas para que la sostenga, en un gesto que lo emparentó al resto de los presentes. El momento más emotivo, sin embargo, tuvo lugar cuando un grupo de cinco personas subió al escenario para leer cartas dirigidas a sus familiares asesinados en el atentado. “No pude conocer tu voz. ¿Por qué me tengo que conformar con recuerdos ajenos?”, reclamó la hija de uno de ellos, Hugo Basiglio, electricista y una de las 85 víctimas del atentado. Los testimonios marcaron el final de una jornada histórica, en medio del silencio generado por un operativo de seguridad que se extendió a lo largo de varias cuadras a la redonda.

Tensiones con Irán

El 30° aniversario del atentado a la AMIA llega justo en momentos en que el alineamiento teológico del presidente Milei con el Estado de Israel comienza a cosechar sus primeras reacciones internacionales: ayer se conoció que el gobierno de Irán amenazó a La Libertad Avanza con hacerle “lamentar su enemistad” si no baja el tono de sus acusaciones. Lo hizo a través de un duro editorial, publicado en Teheran Times, uno de sus medios más afines al gobierno de ese país, en el que se sostiene que “sin duda, Teherán no olvidará la política antiiraní de Buenos Aires” y que “el gobierno de Milei (...) pone en peligro los intereses nacionales de Argentina” con su condición de “títere” de Israel

Además, los iraníes lamentaron que, durante las tres décadas que transcurrieron desde el ataque a la mutual, “ningún proceso de investigación técnica ha llegado a un resultado confiable por parte de la policía” y calificaron de “infundadas” las acusaciones argentinas de un involucramiento de Irán en el ataque.

Pero Milei hizo caso omiso a las advertencias que llegaron desde ese país y este miércoles pronunció un discurso de alto voltaje en el marco de una conferencia internacional sobre seguridad y antiterrorismo, organizada por el Congreso Judío Mundial y el Congreso Judío Latinoamericano, que se realizó en el Hotel Hilton. “Nosotros hoy elegimos la palabra, no el silencio”, apuntó el mandatario en referencia al proyecto de ley para extender el juicio en ausencia enviado esta semana al Congreso, el que, según indicó, “permitirá juzgar a los dirigentes del régimen iraní” involucrados en el atentado. “Aunque quizás nunca puedan cumplir una sentencia, no podrán escapar a la condena eterna de una corte libre demuestre su culpabilidad ante el mundo entero”, sentenció.

En ese sentido, Milei apuntó contra “la inacción” y la “ineptitud” de algunos sectores de la política y la Justicia, a la que acusó de no estar “al servicio de esclarecer lo que ocurrió, sino de manipular la realidad, oscurecer la verdad y enviar la causa al olvido”. “No venimos a hacer más de lo mismo, sino a plantear un quiebre de lo que hicieron los otros gobiernos respecto a la causa”, planteó el jefe de Estado, que no tuvo reparos en redoblar la apuesta en sus críticas a Irán.

PL/MG