“Si fuéramos a una segunda vuelta como la que tuvimos el año pasado, ganaríamos 58 a 42, pero es importante que, de esos 58 puntos, nos votarían de manera segura un 48 por ciento en la primera vuelta”, analizó el jefe de Estado durante una entrevista con el influencer de la derecha estadounidense Ben Shapiro, reconocido también por su cercanía con el gobierno israelí.
Y continuó: “Es decir, que aún con el voto duro, que hemos incrementado en un 60 por ciento, podríamos ganar en primera vuelta porque la persona con más intención de voto luego de nosotros es Cristina Kirchner, con 20 por ciento”.
Antes, el líder libertario hizo referencia a su popularidad: "Frente a semejante ajuste, ¿cómo puede ser que haya aumentado mi popularidad, mi intención de voto? Quiere decir que la batalla cultural está dando resultados, quiere decir que los argentinos decidieron madurar”.
En referencia a la Ley de Bases, que -esta vez- se encamina a tener luz verde en la Cámara de Diputados, adelantó: "Si el Congreso no aprueba las reformas, pienso enviarlas en 2025 a partir de una mejor composición" parlamentaria.
“No sólo voy a terminar de completar las 1.000 reformas que ya envié, sino para mandar las 3.000 que tengo pendientes”, sumó el libertario, quien mantuvo una gira por Estados Unidos y que tuvo que cancelar su viaje a Dinamarca, tras la profundización del conflicto en Medio Oriente entre Irán e Israel.
DM con información de agencia NA