En medio de las tensiones regionales con los gobiernos de Bolivia y de Brasil y lejos de intentar apaciguar las aguas, el presidente Javier Milei utilizó este martes sus redes sociales para redoblar la apuesta con un posteo titulado “El perfecto dinosaurio idiota”, en referencia al ensayo publicado en 1996 por Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa, el “Manual del perfecto idiota latinoamericano”, en el que los autores le apuntaban a la “militancia de los grupúsculos de izquierda”.
En su descripción, el mandatario asegura que “el perfecto dinosaurio idiota se come la curva en el caso Bolivia y me critica por no declarar de modo inmediato; se conoce el fraude montado en Bolivia y el perfecto idiota, en lugar de aceptar su error me critica por dejar su estupidez a la vista; luego de las agresiones de Lula (en especial su fuerte interferencia en la campaña electoral y apoyo sólido a la campaña más sucia de la historia) se queja porque le respondo con verdad (ha estado preso por corrupción y es comunista)”.
De acuerdo a Milei, “así son estos idiotas exaltadores de las formas por carecer de contenido y que además son esclavos del sobre, lo cual los hace ser funcionales a los gobiernos corruptos”.
Además, el Presidente apunta que si su Gobierno hubiera “hecho las cosas como éste gran dinosaurio idiota decía, LLA hubiera perdido. No le hicimos caso y ganamos y como no puede asimilar su error, entonces ensucia desde el armado de una crítica políticamente correcta”.
Y concluye su posteo: “Son parte del fracaso argentino”.
De esta manera, Milei reafirmó en un tuit publicado en la noche del domingo, en el que desde la cuenta de la Oficina del Presidente, la gestión libertaria expresó su repudió a lo que considera “la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia el día miércoles 26 de junio, y confirmada como fraudulenta en el día de la fecha”.
“Gracias a los reportes de inteligencia, el Gobierno nacional mantuvo la calma y la serenidad frente a los hechos denunciados. El relato difundido era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio-político del país latinoamericano. El partido político gobernante controla el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas” (sic), dice el comunicado.
Sostiene también que desde “hace tiempo que la democracia boliviana está en peligro” y “no por un golpe militar, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras” y al respecto señaló que “sobran ejemplos: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte”.
Conflicto con Bolivia
A raíz de este posteo, el Gobierno de Bolivia convocó este lunes al embajador de Argentina en La Paz para expresar un “enérgico rechazo” a las declaraciones vertidas en Twitter (X) por el Ejecutivo argentino.
El embajador argentino en Bolivia es Marcelo Adrián Massoni, quien fue designado por el gobierno de Milei el pasado 29 de febrero. La ministra de la Presidencia de Bolivia, Maria Nela Prada, quien también cumple en esta jornada las funciones de canciller interina, informó en una conferencia de prensa que también mandó a llamar “en consulta” al embajador de Bolivia en Argentina, Ramiro Tapia, “para que se haga presente en la sede de Gobierno” boliviano.
Más temprano, el Gobierno de Arce rechazó “enérgicamente las inamistosas y temerarias declaraciones vertidas por la Oficina del Presidente de la República Argentina” sobre la insurrección militar del pasado miércoles que el presidente boliviano calificó como un “intento de golpe de Estado”.
El miércoles pasado un grupo de militares fuertemente armados y con tanques encabezado por el destituido jefe militar Juan José Zuñiga realizó un alzamiento armado en contra de la sede del Gobierno de Luis Arce. Horas después el entonces comandante se replegó y fue encarcelado.
El cruce con Lula
Tras redoblar sus críticas a Luiz Inácio Lula Da Silva, el mandatario argentino decidió no ir a la Cumbre de Presidentes del Mercosur que tendrá lugar en Paraguay el próximo lunes 8 de julio. Por el contario, en el Gobierno sí confirmaron que el mandatario viajará a Brasil el fin de semana para participar de la edición latinoamericana de la Conferencia de la Acción Política Conservadora (CPAC), en la que podría cruzarse con el expresidente Jair Bolsonaro.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, había afirmado el 26 de junio que aún no había conversado con Milei, pues considera que este aún le debe “disculpas” por las “tonterías” que dijo sobre él.
Aludió así a declaraciones del líder liberario en su campaña electoral, el año pasado, en la que lo tildó de “corrupto” y lo trató en forma despectiva de “comunista”, entre otras calificaciones que Lula recibió con un claro malestar.
“No conversé con el presidente de Argentina porque creo que debe pedirle disculpas a Brasil y a mí”, declaró Lula en una entrevista con el portal UOL, en la cual aclaró que eso tampoco obstaculizará las relaciones institucionales con el país vecino.
“Quiero mucho a Argentina” y “no es un presidente el que va a crear cizañas” en la relación bilateral, afirmó Lula, para apuntar que “los pueblos son mayores que los gobernantes”.
Lula también dijo que su Gobierno trata “con mucha diplomacia” el caso de decenas de activistas de ultraderecha que participaron en el intento golpista del 8 de enero de 2023 en Brasil y huyeron hacia Argentina en los últimos meses, después de que Milei asumió la presidencia en ese país.
Explicó que existen informaciones de que sobre algunos de los fugados existen ya sentencias firmes y que el Gobierno brasileño analiza si pedirá formalmente la extradición o exigirá que, “en caso de que no quieran venir, que vayan presos en Argentina”.
Lula, una de las referencias de la izquierda latinoamericana, no tuvo hasta ahora ningún contacto con Milei, quien mantiene una estrecha relación con la oposición brasileña de ultraderecha, que lidera el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022).
IG