El próximo 18 de julio

Tras un confuso episodio como candidato, Milei volvería a la AMIA como Presidente, por el 30° aniversario del atentado

No es un secreto el lugar que ocupa el judaísmo en la vida de Javier Milei. El Presidente no esconde su afinidad con esa religión, a la que, según lo que alguna vez mencionó, desea algún día convertirse. Por ese motivo, una fecha tan sensible en el calendario como es el 18 de julio no pasa desapercibido para el líder de La Libertad Avanza: ese día se cumplirán 30 años del atentado a la Asociación Mutual Israelí Argentinas (AMIA) ocurrido en 1994. Aunque todavía no está confirmado oficialmente, en el Gobierno dan por hecho la presencia del Presidente en ese acto de conmemoración.

En el marco “Mes de la Memoria”, una iniciativa desarrollada por la mutual durante los 30 días previos al aniversario del atentado y en honor a la memoria de las 85 personas que murieron en el ataque, ayer la mayoría de los gobernadores del país coincidieron en el denominado Encuentro Federal por la Memoria, que la AMIA organizó en su sede de Pasteur 633. Los mandatarios provinciales suscribieron una declaración conjunta en la que dejaron de manifiesto su compromiso con el ejercicio de la memoria y el pedido de justicia. En representación del gobierno nacional estuvo Lisandro Catalán, el número dos de Guillermo Francos en la Jefatura de Gabinete.

La proximidad de un aniversario redondo del ataque terrorista a la sede de la AMIA permite recordar lo sucedido hace un año, durante la última visita de Milei al edificio del barrio porteño de Once, que no estuvo exenta de polémica. El por entonces precandidato a la presidencia protagonizó un confuso episodio cuando un grupo de familiares de las víctimas lo habría increpado una vez finalizado el encuentro.

Las versiones de los hechos varían, pero todas coinciden en un punto: el hoy presidente debió lidiar con un tumulto que se generó en plena calle, mientras se retiraba del lugar junto a su hermana Karina y Oscar Zago. “Pasaron dos familiares y creyeron que nos estábamos divirtiendo y nos dijeron: ‘¿como faltan el respeto al reírse?’, pero nosotros no nos reíamos de nada”, sostuvo el por entonces legislador porteño en una explicación posterior a la tensa situación, de la que también fue testigo el por entonces intendente macrista de Pinamar, Martín Yeza.

¿Cuál fue el origen real de aquella polémica? El tratamiento, un mes antes del altercado, de dos proyectos de ley en el Congreso: el del “Trámite de Fe de Vida para jubilados” y el del “Día de Duelo Nacional, el 18 de julio en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA”. Las dos iniciativas se habían debatido en “paquete” junto a otras seis. Molestos por ese procedimiento formal, tanto Milei como su compañera de bancada, Victoria Villarruel. decidieron no acompañar ninguna de las medidas, sin tener en cuenta que se votarían todas juntas.

Días más tarde, luego de que las críticas le llovieran, el libertario envió una nota dirigida a la entonces titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, para solicitar cambiar de negativos a afirmativos los votos de su bloque. “Ratifico mi desacuerdo con respecto al tratamiento y aprobación acelerada en modalidad ‘paquete’ de diferentes expedientes dentro del recinto de la Cámara, y espero se considere”, cerraba el texto firmado por Milei. El insólito pedido recibió, como era de esperar, una respuesta negativa: en su rol de presidenta del cuerpo, Moreau le aclaró a Milei que “se puede sumar una observación en el acta por auditoría, pero no modificar el sentido del voto”.

Alineamiento con Israel

En abril, el regreso anticipado de Milei a la Argentina tras el ataque de Irán a Israel y la convocatoria urgente a un “comité de crisis” dejaron en claro que el alineamiento geopolítico de La Libertad Avanza se explica más por lo moral que por los compromisos concretos con las demás naciones de Occidente. “Israel es un pueblo que ha logrado la conjunción entre lo espiritual y lo material. Y esa armonía entre lo espiritual y lo material genera progreso. Es muy importante entender el vínculo de la libertad con Israel”, llegó a sostener el Presidente durante una entrevista con el periodista norteamericano Ben Shapiro, en la que citó la Torá y calificó a Moisés como “el máximo héroe de la libertad de todos los tiempos”

El apoyo incondicional de Milei a Israel no es más que la expresión más extrema de la “nueva doctrina” en materia de política exterior que fuera anunciada por el Presidente en marzo, durante la visita al país de la generala estadounidense Laura Richardson. Es que en el posicionamiento de La Libertad Avanza no hay lugar para el impulso de algún tipo de solución pacífica al conflicto en medio oriente. Por el contrario, a partir de aquel comité de crisis conformado en abril, Milei redobló la apuesta y se comprometió ante el embajador israelí en la Argentina, Eyal Sela, a estar a disposición frente a cualquier recrudecimiento de la situación.

“No consideramos que el ponernos de frente a un problema que tiene el mundo nos haga un blanco o cambie la situación en un país que ya tuvo dos atentados”, sostuvo, por su parte, el vocero presidencial Manuel Adorni tras ser consultado por el potencial peligro para la seguridad del país que podría traer aparejado el acercamiento a Israel, con antecedentes como el de la AMIA o el de la Embajada de Israel, de 1992. Lo cierto es que, a mediados de este mes, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado argentino por la falta de verdad histórica y justicia para las víctimas del atentado a la AMIA, al tiempo que ordenó reformas estructurales en el uso de información de inteligencia en causas judiciales y el acceso a la documentación.

La sentencia de la CIDH representa un hito en la lucha por la justicia que Memoria Activa llevó adelante desde el atentado, ocurrido durante el gobierno de Carlos Menem. Algo que se suma a otro hecho de relevancia ocurrido hace dos meses, que fue la ratificación, por parte de la Cámara Federal de Casación Penal, de que el encubrimiento del atentado fue una maniobra deliberada, ejecutada en las altas esferas del poder político. Sin embargo, las condenas impuestas fueron consideradas extremadamente bajas y desproporcionadas al daño causado. La decisión de revertir estas condenas recae ahora en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

PL/MG