“Mi nombre es José Rolandi, soy vicejefe de Gabinete”. Cabeza gacha, casi que leyendo, sin mirar a sus interlocutores, el segundo de Nicolás Posse tomó la palabra y provocó un rápido cruce con los diputados de la oposición que lo desconocían por completo: “¿Quién es?”, se lo escuchó gritar a uno de los legisladores: “No estaba en el listado de expositores”. En ese clima de tensión y bordeando el escándalo comenzó este martes por la tarde el plenario de comisiones de la Cámara baja que tratará en las próximas semanas la ley ómnibus de reforma del Estado del gobierno de Javier Milei.
Rolandi, un ignoto para la gran mayoría de los legisladores, nombrado secretario Ejecutivo de Gobierno de la Jefatura “ad honorem”, ofició de presentador en la primera jornada del debate que tiene en agenda la exposición del secretario de Energía y mentor del proyecto de reforma libertaria y del mega DNU presidencial, Eduardo Rodríguez Chirillo; el procurador del Tesoro la Nación, Rodolfo Barra, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
El inicio de sus intervenciones se demoraron por una serie de críticas de la oposición centrada en Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, en contra de la intención del oficialismo de La Libertad Avanza de apurar el debate para darle media sanción a fin de mes a la iniciativa clave del Gobierno. “Esto no se trata de un cheque en blanco por parte del Congreso al Ejecutivo ni que se está pretendiendo cerrar el Congreso”, intentó aclarar Chirillo, que expuso en primer orden junto con Barra para explicar los capítulos del texto que plantea una fuerte reforma del Estado. A su modo admitió que el oficialismo aceptaría recortar el tiempo del uso de las delegaciones extraordinadinarias para el Presidente, uno de los puntos sensibles.
Fue de las expresiones más contundente del primer tramo de un debate vital del oficialismo porque necesita sí o sí el acuerdo con la oposición para que la ley salga favorablemente. LLA apenas tiene 38 de los 257 diputados. La llave entonces está en el apoyo que podrían darle la bancada del PRO, la UCR y la flamante Hacemos Coalición Federal, que comanda Miguel Pichetto.
“En cuanto al plazo de la emergencia estamos de acuerdo en que tiene que ser de dos años”, dijo luego Chirillo. Y buscó aclarar sobre la privatización de las empresas públicas: “Todas las empresas del Estado no se pueden privatizar. Tiene que ser ordenadas y ser eficientes. Para poder privatizar adecuadamente se tiene que poder ordenar. Hay muchas empresas totalmente ordenadas”. También dijo que “no hay intención de federalizar los recursos naturales que corresponden a las provincias”.
“Esta es una verdadera reforma del Estado. Si hay crisis económica no va haber constitución vigente”, justificó a su vez Barra, que tuvo un cruce cuando mencionó a Perón y uno de los legisladores kirchneristas le gritó: “Lavate la boca antes de hablar de Perón”. Y luego hizo una intervención clave sobre el futuro de YPF: dijo que la ley no establece la “obligatoriedad” de su privatización, sino la posibilidad de que pueda hacerlo. Y apuntó: “Para venderla hay que solucionar el planteo (judicial en Estados Unidos). El pleito no está terminado, con la posibilidad de que alguien quiera adquirirlo si es que el Estado quiere ponerlo en venta”.
Cruces con la oposición
“No estamos buscandole pelos al huevo en ninguno de los temas”, avisó el jefe del bloque radical, Rodrigo de Loredo, al tomar la palabra. El legislador lanzó como advertencia: “Estamos inaugurando un proceso vertiginoso y fulgurante, quiero expresarle un gran interrogante: la actitud del gobierno. ¿Quieren efectivamente que se aprueben estas herramientas legislativas para la marcha del gobierno? Porque estamos por el momento desconcertados”, cuestionó. “¿Estamos siendo usados para una estrategia que nada tiene que ver con el futuro del país?”, se preguntó después. La UCR pide para brindar su apoyo justamente que la delegación de facultades sea por un año y prorrogable por uno más –y no por dos y prorrogable por dos más–.
Es también un ítem que pide “corregir” parte del PRO. “Queremos que el texto sea mejorado para que la norma sea intachable desde el punto de vista constitucional”, dijo a su turno la amarilla Silvia Lospenatto. Otro de las modificaciones que pidió la oposición dialoguista tienen que ver con la herramienta de privatización de todas las empresas públicas, la fórmula de movilidad jubilatoria en un contexto de escalada inflacionaria sin freno y la reforma electoral, que abarca desde la eliminación de las PASO a la supresión de la elección de diputados por las minorías.
Mucho más beligerantes fueron el kirchnerismo y la izquierda en sus primeras exposiciones. “¡Más que un ómnibus, parece un tren fantasma!”, cuestionó muy ofuscada Myriam Bregman, del FIT, que ya anticipó que rechazará de plano la iniciativa. Y cuestionó a José Luis Espert, presidente de la comisión de Presupuesto, que públicamente había pedido “cárcel o bala” para los legisladores trotskistas: “Se imagina la incomodidad que tenemos. El diputado Espert hoy tiene el privilegio de casta de estar sentado ahí. Solo con las formas antidemocráticas se puede discutir esta ley, cuyos contenidos avasalla el derecho”, apuntó.
¡Más que un ómnibus, parece un tren fantasma!
“¡Yo quiero saber si a algunos de ustedes tres han recibido pedidos de coimas!”, irrumpió en el debate Sergio Palazzo, diputado de Unión por la Patria y jefe de La Bancaria, recordando la acusación sin pruebas del Presidente sobre que los legisladores opositores exigen coimas para introducir cambios en la ley. “Yo creo que la pregunta que usted acaba de hacer no tiene ningún asidero”, le contestó el cordobés libertario Gabriel Bornoroni, titular de la comisión de Legislación General.
El kirchnerismo fue enfático en reclamar que en los próximos días también expongan ante la comisión tanto el jefe de Gabinete, Posse, como Federico Sturzenegger, el exfuncionario macrista que colaboró sin cargo formal tanto en la redacción de la ley ómnibus como del DNU. “Tiene que venir Posee. Lo tienen que traer. Es el responsable de la administración”, exigió Germán Martínez, jefe del bloque de UP. “¿Y qué van a hacer con Sturzenegger? Es el ministro sin cartera”, agregó. Y cuestionó con cizaña sobre el ministro de Economía, Luis Caputo: “Tiene que venir el ministro Caputo, a menos que se quiera seguir escondiendo como pasó con Macri”.
El oficialismo no tiene previsto que Caputo se muestre por el Congreso. Este miércoles se espera que dé explicaciones su equipo económico en una maratónica jornada que se está agendada entre las 9 y las 20. También expondrá la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el de Interior, Guillermo Francos. El tratamiento continuará el jueves con funcionarios de Capital Humano (no irá la ministra, Sandra Pettovello) y el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.
El primer tramo de la discusión cerró con escándalo cuando Chirillo se aprestaba a irse de la comisión para que entre el ministro Cúneo Libarona. La diputada kirchnerista Agustina Propato se quejó a los gritos de sus explicaciones sobre la posible privatización de la empresa estratégica Nucleoeléctrica Argentina SA y el funcionario aseguró que el Estado resguardará “la acción de oro”. Apenas respondió en una última y breve intervención un sinfín de preguntas que le habían soltado los diputados, y cerró antes de retirsarse: “Yo no vine a dar un saludito, creo que traté de dar una explicación”.
MC/JJD